Las Islas Canarias estarán muy pendientes del Consejo de Ministros de mañana martes donde se dará a conocer el Plan de Desescalada de Transición. Dicha reunión condiciona su propuesta -ya presentado al Gobierno- para el inicio de la reactivación del sector turístico en el archipiélago. 

Canarias lleva varias semanas pidiendo al Ejecutivo de Pedro Sánchez ser un laboratorio de protocolos turísticos. El ministro de Sanidad, Salvador Illa Roca, confirmó ayer que la desescalada no comenzaría este domingo en Canarias, sino que había que esperar al plan nacional que se presentará mañana. 

Dadas las bajas tasas de contagiados por Covid-19, el Gobierno canario quiere reactivar desde este verano su sector turístico, primero a nivel regional y, si se dieran las condiciones, a nivel nacional. Dicha reactivación turística incluye la posibilidad de abrir los establecimientos hoteleros con un 50% de su aforo y solo para residentes en su misma isla.

El calendario propuesto prevé que los vuelos entre islas puedan recuperar la normalidad a partir del 18 de mayo y los enlaces con la Península, desde el 1 de junio. En este sentido, Canarias aboga por exigir test en origen y destino a todo viajero que llegue y que haya una trazabilidad en los desplazamientos de los visitantes para controlar por dónde se ha movido la persona que pudiera enfermar, para lo que plantea utilizar la inteligencia artificial.

Para garantizar la seguridad en destino a residentes y turistas, el Gobierno canario propone "tener preparada la sanidad pública" para los primeros "y la privada" para los segundos, según recogen medios locales. 

Es lógico que el archipiélago quiera arrancar el sector ya que supone el 35% del PIB del archipiélago y genera un 40% de su empleo. Canarias fue la tercera región más visitada en 2019, con un total de 13,1 millones de turistas (un 33% procedentes de Reino Unido y un 20% de Alemania), según datos la encuesta de movimientos turísticos en fronteras (Frontur) publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Y eso que cayó un 4,4% con respecto a 2018.