La sombra de la bancarrota planea sobre X tras los ataques de Musk a sus anunciantes
Según detalla la BBC, las pérdidas de ingresos derivadas de la falta de anunciantes podrían alcanzar el 50% de la facturación de 2022.
4 diciembre, 2023 01:43Se fue Disney, se fue Apple y se fue Walmart. La duda no es cual será el próximo gigante de la publicidad americana que abandonará Twitter -ahora X-, sino si Elon Musk y su osada estrategia de señalar a los anunciantes como causantes de todos sus males podrán sobrevivir a un terremoto que ya amenaza la estabilidad financiera de la red social.
Cuando Musk compró Twitter hace un año por 44.000 millones de dólares, el 90% de los ingresos de la plataforma provenían de anunciantes. Ahora, según cálculos publicados por la BBC e Insider Intelligence, las perdidas derivadas de la marcha de anunciantes de X podrían alcanzar este 2023 los 1.900 millones de dólares, una cifra que supone casi el 50% del total de ingresos publicitarios de la red social en 2022.
El agujero es importante por varias razones. La primera es obvia: a pesar de la importante cantidad de despidos, los gastos de mantenimiento, entre los que se incluyen las nóminas de los empleados, no son precisamente una minucia. Y llegado el momento, no pagar puede suponer una pérdida reputacional de la que ni la plataforma ni el propio Musk se recuperen.
La segunda, menos obvia y quizás más importante, es que Musk tiene que hacer frente al pago de unos 1.200 millones de dólares anuales en intereses derivados de los préstamos que pidió para adquirir la red social, según detalla Reuters. Un hipotético impago a la banca, sumado a la negativa del mercado a renegociar los pagos de la deuda, podría llevar a la quiebra a la compañía.
Desde su irrupción en Twitter, el dueño y fundador de Tesla ha cargado contra un importante número de "grupos progresistas" que, en su opinión, están ahuyentando a los anunciantes que tenía la red social antes de su desembarco. El 5 de noviembre de 2022, Musk publicó un tweet en el que aseguraba estar perdiendo 4 millones de dólares al día debido a esta situación.
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"El dinero ha salido y nadie está poniendo en marcha una estrategia para reinvertir la situación que se ha generado", comenta Mark Gay, director de clientes de la consultoría de marketing de Ebiquity, a la BBC.
La relación actual de Musk con quien debe regar sus arcas es tirante y no tiene visos de cambiar en el corto plazo. El pasado miércoles, el magnate "mandó a la mierda" a todos los anunciantes que habían abandonado su plataforma en los últimos meses. "¿Alguien va a intentar chantajearme con publicidad? ¿Chantajearme con dinero? Iros a la mierda (Go fuck yourself, en inglés). Iros a la mierda. ¿Está claro?", espetó Elon Musk.
Su ataque no quedó ahí, ya que después de pronunciar las citada palabras se dirigió en mitad de su intervención al consejero delegado de The Walt Disney Company, Bob Iger, presente en la sala, y que minutos antes había defendido su decisión de cortar el grifo de la publicidad en X. "Hola Bob", dijo irónicamente.
"Lo que este boicot publicitario va a hacer es matar a la compañía. Y el mundo entero sabrá que esos anunciantes mataron a la empresa y lo documentaremos con todo lujo de detalles", añadió.
La idea de Elon Musk para frenar esta sangría es comenzar a competir con los gigantes del streaming, como Twitch y Youtube. Musk espera que miles de gamers, a través del nuevo servicio de transmisión que ha lanzado, comiencen a mudarse a su red social.
Periodistas cercanos al espectro conservador en Estados Unidos, como es Tucker Carlson, ya han comenzado a emitir sus propias entrevistas y directos a través de X. De hecho, el citado periodista entrevistó el pasado noviembre al líder de Vox, Santiago Abascal, con este servicio.