Vodafone España ha cerrado su último ejercicio fiscal con unos ingresos totales 3.901 millones de euros, un 6,5% menos que el año anterior. No obstante, las cuentas del cuarto trimestre muestran un cambio de tendencia en los datos de facturación por servicio a finales de año, ya que su descenso se redujo hasta el 3,7%.  

Según ha detallado la operadora británica en un comunicado, los ingresos totales de Vodafone en España alcanzaron los 3.901 millones de euros en el ejercicio fiscal que concluyó el pasado 31 de marzo, lo que supone un 6,5% menos que los 4.180 millones de hace un año.

Este descenso fue menor en el caso de los ingresos por servicio, que bajaron un 5,4%. En concreto, la compañía ingresó 3.514 millones de euros por servicio en su último ejercicio fiscal, frente a los 3.714 millones de euros de hace un año. 

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Las cuentas publicadas por el grupo británico muestran como su negocio en España se ha visto afectado el pasado año por la fuerte competencia en precios que se registra en el segmento de bajo valor, así como por una menor base de clientes.

En el cuarto trimestre, los ingresos por servicio de la operadora alcanzaron los 874 millones de euros, un 3,7% menos que hace un año. Esto supone cinco puntos porcentuales menos que en comparación con el 8,7% que cayeron en el tercer trimestre. 

Mário Vaz, consejero delegado de Vodafone España. Vodafone

La evolución de los ingresos por servicio a lo largo del año fiscal confirma un cambio de tendencia y la recuperación progresiva del negocio gracias a las medidas estructurales impulsadas hacia la mejora de ingresos (vinculación de tarifas al IPC), la simplificación de procesos y eficiencias en costes.

También refleja la puesta en marcha durante el año de políticas enfocadas en la gestión de la base de clientes, la reducción del churn (tasa de baja de usuarios) y la mejora de experiencia del cliente, con el lanzamiento del nuevo portafolio de tarifas simplificado y de productos innovadores como Hogar 5G o Vodafone Energía, salud o seguros. 

Rentabilidad

Por otro lado, Vodafone informa de que el resultado bruto de explotación (Ebitda) en España alcanzó los 947 millones de euros en su último ejercicio fiscal, lo que supone un descenso del 1% en términos reportados y del 1,1% en orgánicos. El margen de Ebitda aumentó en 1,3 puntos porcentuales, hasta el 24,2%.

Los datos de rentabilidad reflejan tanto la caída de ingresos por servicio como los mayores costes por energía, que se vieron parcialmente compensados por eficiencias en la gestión de los costes y la recuperación de tasas de impuestos y fiscalidad.

Clientes

A cierre de marzo de 2023, la base de clientes de contrato móvil se redujo en 36.000 usuarios, hasta situarse en los 11,1 millones. Estos resultados se han visto afectados por las 123.000 desconexiones de SIMs temporales de empresas proporcionadas a escuelas y universidades durante la pandemia de la Covid-19.

Por su parte, los clientes de banda ancha fija se redujeron en 121.000 clientes y se situaron en los 2,9 millones. En esta línea, la base de usuarios de su servicio de televisión se redujo en 56.000 clientes, hasta los 1,5 millones.

Imagen de una tienda de Vodafone. Eduardo Parra Europa Press

La base de líneas activas de Internet de las Cosas (IoT) conectadas se incrementó en un millón, alcanzando los cinco millones en España, lo que representa que la operadora ostenta aproximadamente el 40% de la cuota de mercado en este segmento. 

Vodafone también continua ampliando su red 5G en la banda de frecuencia de 700 MHz con el objetivo de alcanzar al 65% de la población y un total de 2.000 municipios a finales de este año 2023.

En cuanto a la atención al cliente, la operadora destaca que terminó al año coliderando el índice de recomendación de los clientes NPS, como refleja el hecho de que el dato de su cuarto trimestre fiscal se sitúe seis puntos porcentuales por encima del registrado en el primero.

Consolidar el cambio de tendencia será la prioridad de Mário Vaz, quien asumió el cargo de consejero delegado de Vodafone España el pasado 1 de abril. El propósito del nuevo CEO es reformular la estrategia y consolidar un modelo de gestión del negocio diferente con el objetivo de volver a situar a la compañía en la senda del crecimiento