Estados Unidos ha vuelto a situar en el centro de su guerra tecnológica con China a TikTok con el mismo argumento con el que ha promovido recientemente el veto de otras compañías del país asiático: la seguridad nacional. Al igual que hizo Donald Trump hace unos años, Joe Biden ha amenazado con prohibir el uso de la popular red social de vídeos cortos en el país si su propietaria ByteDance no se deshace de ella.
La lucha por el liderazgo tecnológico que mantienen desde hace años Estados Unidos y China parece haberse recrudecido en los últimos meses y las armas que está utilizando Biden no se diferencian mucho de las que en 2019/2020 empleó su predecesor en el cargo, Donald Trump.
Hace unas semanas, se conoció que EEUU había dejado de conceder licencias a compañías estadounidenses para exportar productos a Huawei, una medida que el Gobierno chino tachó de "represión inescrupulosa e injustificada" y que volvía a poner al fabricante tecnológico en el centro del conflicto, como ya lo estuvo en 2019.
Ahora vuelva a ocurrir lo mismo con TikTok. Trump ya amenazó con prohibir la red social, que cuenta con más de 100 millones de usuarios en el país estadounidense, si ByteDance no vende o escinde este negocio. Pero se encontró con el rechazo de la justicia estadounidense, que no veía justificadas sus afirmaciones de que la aplicación fuera un problema para la seguridad nacional.
También ayudó a calmar las aguas la puesta en marcha el pasado año por parte de TikTok del Proyecto Texas para que los datos obtenidos por la red social en el país estuvieran alojados en servidores administrados por la empresa estadounidense Oracle y aislar así sus operaciones de la influencia de ByteDance.
Sin embargo, estos argumentos no parecen haber frenado a Joe Biden a la hora de retomar los presiones sobre TikTok y pedir su venta. Sin embargo, los expertos ven complicado que esta se produzca por diferentes factores y tampoco creen que vaya a disipar las preocupaciones en torno a la seguridad nacional de EEUU.
"Aunque esto supone 'deja vu' para TikTok que se remonta a lo ocurrido en 2019/2020 con el aumento de las tensiones entre Estados Unidos y China, la compañía se encuentra básicamente atrapada de lleno en esta situación de tira y afloja", señala Dan Ives, analista de WedBush.
Situación compleja
En este sentido, Ives considera que se trata de una situación "compleja", ya que todo lo relacionado con situar en el centro de un debate de seguridad que TikTok sea propiedad de una empresa china como ByteDance es "un tema candente que no se resolvería necesariamente con una escisión o una venta de activos".
"Vemos una escisión como algo muy poco probable con una venta muy compleja con muchas restricciones", incide el analista, quien recuerda que si finalmente se producen una prohibición de TikTok en Estados Unidos los grandes beneficiados serían Snapchat y Meta Platforms, la matriz de Facebook, WhatsApp e Instagram.
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Asimismo, añade que este movimiento también aumentaría significativamente las tensiones entre Estado Unidos y China en medio de la "guerra fría tecnológica" que se está gestando en todo el ecosistema de software y de chips "con los inversores observando de cerca".
"Todo esto es un juego de póker de altas apuestas y claramente 'Beltway' -término que hace referencia a la clase política, mediática y lobbística de Washington- está presionando más a ByteDance para que venda este activo clave en un movimiento importante que podría tener un impacto dominó significativo", subraya.
Fuentes de TikTok coincidieron en que si el objetivo es proteger la seguridad nacional, la desinversión no resuelve el problema, ya que un cambio de propiedad de la empresa "no impondría nuevas restricciones en los flujos de datos o el acceso".
"La mejor manera de abordar las preocupaciones sobre la seguridad nacional es a través de la protección transparente y basada en los Estados Unidos de los datos y sistemas de los usuarios de los EEUU, con una sólida monitorización, investigación y verificación de terceros, que ya estamos implementando", inciden desde la compañía.
Problemas para la venta
En este contexto, el experto en seguridad nacional y política china del Consejo de Relaciones Exteriores, Adam Segal, incide en que son varios los aspectos que hacen que una venta de TikTok sea muy complicada. Uno de ellos es que esta operación no contaría con la autorización de China, agravando así las tensiones entre ambos países.
Un portavoz del Gobierno chino señaló la pasada semana que EEUU aún tiene que presentar pruebas de que TikTok amenaza su seguridad nacional y subrayó que "debería dejar de difundir información falsa sobre la seguridad de los datos" y generar un "entorno abierto, equitativo, equitativo y no discriminatorio" para que las empresas extranjeras inviertan y operen en Estados Unidos.
Además, en declaraciones recogidas por 'The Washington Post', Segal también destaca que muchos de los argumentos legales que empleó en el pasado TikTok para bloquear la venta que reclamaba la Administración Trump seguirían siendo relevantes en la actualidad.
"La situación tiene un gobierno chino enojado, un gobierno estadounidense profundamente desconfiado y pocas opciones para salir de este lío", añade Jim Lewis, director del programa de tecnologías estratégicas del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Lewis suma otro argumento a los factores que complican una venta: el alto valor comercial de TikTok, que dificultaría encontrar un comprador dispuesto a pagar su elevado precio. Aunque la empresa no tiene valoración pública, algunos analistas esperan que en 2025 supere a YouTube y alcance más de 25.000 millones de dólares en ingresos publicitarios (unos 23.380 millones de euros).
Y mientras tanto, cada vez más países e institutciones han empezado a prohibir a sus trabajadores tener instalada en sus dispositivos móviles la aplicación de TikTok, incluidos en ocasiones sus teléfonos personales. El último ha sido Reino Unido, pero antes ya lo habían hecho Estados Unidos, Canadá o la Comisión Europea, entre otros.