La Comisión Europea (CE) quiere que Europa cuente con grandes grupos de telecomunicaciones que tengan un mayor músculo que las operadoras europeas actuales para poder competir en el escenario internacional. Por ello, desde Bruselas han animado al sector a abordar operaciones transfronterizas que favorezcan su consolidación.
Sin embargo, esta petición parece que va a caer en saco roto ante la falta de interés mostrada por algunos de los principales actores de la industria. Los motivos: un escenario poco atractivo que no permite obtener muchas sinergias de este tipo de operaciones y la necesidad de abordar antes la consolidación dentro de los mercados nacionales.
La propuesta de reducir el número de grandes grupos de telecomunicaciones en el Viejo Continente para que puedan competir con los gigantes del sector de otras regiones fue lanzada por Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior de la UE, a principios de febrero.
"Creo que la creación de un verdadero mercado único para los servicios de telecomunicaciones también requiere una reflexión sobre el fomento de la consolidación transfronteriza, al mismo tiempo que se preserva la competencia justa y necesaria en beneficio de nuestros consumidores", dijo Breton en un discurso en Helsinki (Finlandia).
El comisario volvió a pronunciarse sobre el mismo tema durante su intervención en el Mobile World Congress (MWC) el pasado 27 de febrero. Aunque la consulta pública sobre si las 'Big Tech' deben financiar las redes de telecomunicaciones acaparó gran parte de los titulares de su participación en el mayor evento de la industria de la tecnología móvil, en su discurso volvió a insistir en esta necesidad de consolidación.
Breton incluso se abrió a cambiar la actual regulación de telecomunicaciones en Europa para crear un mercado único en torno al espectro radioeléctrico, un activo fundamental para el sector, con la finalidad de impulsar las fusiones transfronterizas en la región.
"Es el momento de que tengamos un debate serio sobre los posibles obstáculos que están frenando la consolidación transfronteriza de los proveedores de comunicaciones electrónicas europeos, así como los beneficios de un mercado de espectro radioeléctrico integrado. Creo que estos dos problemas frenan actualmente nuestro potencial colectivo en comparación con otros continentes", incidió.
Falta de interés
La petición de Breton ha sido acogida con indiferencia por parte de los grandes grupos de telecomunicaciones, que no creen que a día de hoy exista un escenario que haga atractivo para los operadores embarcarse en una operación de estas características. Y menos cuando no se ha llevado a cabo aún la demandada consolidación dentro de los mercados nacionales.
Así lo han indicado, por ejemplo, en los últimos días directivos como José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica; Chrystel Heydemann, consejera delegada de Orange Group, o Mike Fries,consejero delegado de Liberty Global.
Álvarez-Pallete subrayó que Europa "es todavía un mercado fragmentado", como refleja el hecho de que la política de espectro sea "nacional". Esto provoca que no sea posible obtener desde un punto de vista transfronterizo muchas de las sinergias que sí se derivan de una operación de concentración en un país concreto.
"No creemos que hoy en día el valor que se tiene que generar se pueda lograr de forma transfronteriza porque las sinergias son menores", ha incidido Álvarez-Pallete, quien recordó que esto sí es posible en operaciones a nivel nacional, como la fusión propuesta de Orange y MásMóvil en España.
Por su parte, en la presentación del nuevo plan estratégico de Orange hasta 2025, Heydemann señaló que en este horizonte temporal no ve que se pueda crear valor con este tipo de operaciones transfronterizas, algo que sí esperan obtener con la creación de una joint venture en España junto a MásMóvil.
Mucho más directo ha sido Mike Fries, consejero delegado de Liberty Gobal, quien en el declaraciones en el MWC recogidas por Financial Times asegura que es necesario abordar la consolidación en los distintos mercados nacionales antes de poder acercarse a cualquier operación transfronteriza.
En este sentido, señaló que, incluso si Bruselas se muestra más favorable a concentraciones en el sector europeo de las telecomunicaciones, estas "no van a suceder" y se trata más de "un sueño que no refleja la realidad del negocio operativo" de las operadoras.
De hecho, ha puesto de ejemplo el caso de Liberty Global, que en seis años ha pasado de estar presente en 17 mercados a concentrarse en cinco. "Durante mucho tiempo pensamos que podíamos tener una milla de ancho y una pulgada de profundidad, pero ahora preferimos estar en un puñado de mercados con una milla de profundidad", ha añadido.
Consolidación nacional
En declaraciones a EL ESPAÑOL-Invertia, Carlos Winzer, vicepresidente sénior de Moody's, ha coincidido en que, tal y como está establecida actualmente la infraestructura de telecomunicaciones en Europa, "no tiene ningún sentido" que se produzcan grandes operaciones de consolidación transnacionales en la región.
Por el contrario, sí lo tendría una concentración en los mercados nacionales que ayudara a acabar con la excesiva fragmentación que existe en la actualidad, como se pretende con la operación de Orange y MásMóvil en España. De hecho, ha destacado que los operadores están haciendo lobby y ejerciendo presión para que Bruselas permita esa ansiada consolidación.
Además, también ha recordado que el comisario encargado de autorizar estas operaciones no es Breton, sino Margrethe Vestager, la responsable de competencia. Y su mandato sigue siendo el mismo que hasta ahora: evitar situaciones de mercado que provoquen subidas de precios o no garanticen la competencia en infraestructuras.