Bruselas está dispuesta a reformar la actual regulación europea del espectro radioeléctrico en Europa para crear un mercado único en torno a este activo fundamental para las telecomunicaciones. Un cambio que tiene como objetivo impulsar las fusiones transfronterizas entre grandes operadoras europeas.
Así lo ha asegurado Thierry Breton, comisario europeo de Mercado Interior de la UE, durante su participación este lunes en la inauguración del Mobile World Congress (MWC) 2023, en la que ha compartido escenario con José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica y la GSMA, y Christel Heydemann, consejera delegada de Orange.
Las políticas de espectro en la Unión Europea (UE) están actualmente en manos de los gobiernos nacionales, lo que provoca que el mercado de las telecomunicaciones en el Viejo Continente tenga un elevado nivel de fragmentación y hace que las grandes operadoras vean pocos incentivos en movimientos de consolidación a nivel europeo.
Durante su intervención en el MWC, Breton ha señalado que el sector opera actualmente con un marco regulatorio que se concibió para tecnologías cuyo uso es cada vez menor, como las redes de cobre o los conmutadores de red físicos, cuando lo que está en juego hoy en día "es muy diferente".
Así, ha admitido que no se está aprovechando al máximo el potencial que ofrece el mercado único de la Unión Europea con sus 440 millones de ciudadanos, cifra que podría aumentar a 480 millones cuando Ucrania se sume en un futuro a la UE.
Por este motivo, ha defendido que es hora de que se produzca un "debate serio" sobre los posibles obstáculos que están frenando la consolidación transfronteriza de los proveedores de comunicaciones electrónicas europeos, así como los beneficios de un mercado de espectro radioeléctrico integrado.
"Considero que estos dos problemas frenan actualmente nuestro potencial colectivo en comparación con otros continentes", ha incidido el comisario europeo de Mercado Interior.
Falta de sinergias
Precisamente, José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica y de la GSMA, destacó en la rueda de prensa de presentación de los resultados de 2022 celebrada el pasado jueves que Europa "es todavía un mercado fragmentado", lo que resta atractivo a posibles operaciones de consolidación transfronterizas en Europa.
En concreto, subrayó que el hecho de que la política de espectro sea "nacional" hace que no sea posible obtener desde un punto de vista transfronterizo muchas de las sinergias que se suelen derivado de una operación de concentración. "Hay una parte importante del coste de las redes que no es transfronteriza", ha incidido.
"No creemos que hoy en día el valor que se tiene que generar se pueda lograr de forma transfronteriza porque las sinergias son menores", ha incidido Álvarez-Pallete, quien recordó que esto sí es posible en operaciones a nivel nacional como la fusión propuesta de Orange y MásMóvil en España.
Así, ha remarcado que el espectro es el mejor ejemplo de que existen capítulos muy importantes en los que no es posible generar sinergias porque son elementos nacionales.
Contribución justa
Por otro lado, Breton también se ha referido en su discurso la consulta pública lanzada por la Comisión Europea (CE) el pasado jueves sobre la regulación del sector de las telecomunicaciones y en la que se aborda la posibilidad de que las grandes compañías tecnológicas financien el despliegue y el mantenimiento de las redes de telecomunicaciones.
El comisario europeo ha negado que se trate de una batalla entre las 'Big Telco' y las 'Big Tech', de elegir entre quienes proporcionan hoy en día las redes y quienes las alimentan con el tráfico. "Así no es como yo veo las cosas", ha apuntado.
Breton ha incidido en que es necesario encontrar un modelo de financiación para llevar a cabo las "enormes inversiones" que se requieren, pero que al mismo tiempo respete y preserve los elementos fundamentales del acervo europeo.
Entre ellos, ha mencionado la libertad de elección del usuario final garantizada por la normativa sobre neutralidad de la red y la libertad para poder ofrecer servicios en un "campo de juego justo y competitivo", garantizado en la actualidad con las nuevas e innovadoras regulaciones digitales: DSA y DMA.
"Déjenme ser claro: hay mucho más en juego", ha incidido Breton, quien ha subrayado que el verdadero desafío es lograr que en 2030 todos los europeos tengan acceso a una conectividad Gigabit rápida, confiable y con gran cantidad de datos, para lo que se necesitan "las redes de conectividad del futuro".
"Esa es la visión. No se trata de si un interés creado debe prevalecer sobre otro. Se trata de lograr el gran salto de conectividad que tenemos por delante", ha concluido.