"Somos una empresa de telecomunicaciones valiente". Así respondió el consejero delegado de Vodafone Group, Nick Read, a un analista en la última conferencia de resultados de la operadora cuando éste afirmó que el sector necesitaba compañías que lideraran las iniciativas de consolidación en el Viejo Continente y buscaran convencer a las autoridades de competencia de que era necesario reducir el número de actores en el mercado.
Y lo cierto es que, aunque de momento se trata sólo de rumores y no se ha cerrado ninguna operación, Vodafone está siendo protagonista de una buena parte de los movimientos que se especula que se están produciendo en los despachos para lograr esa ansiada consolidación que todos los grandes actores del sector no hacen más que reivindicar en sus apariciones públicas.
De hecho, este mismo fin de semana, la operadora británica ha sido protagonista de dos informaciones sobre su participación en sendas negociaciones empresariales. El sábado la agencia de noticias Bloomberg publicó que Vodafone estudió una posible compra de Three UK, operadora británica propiedad de CK Hutchison Holdings, aunque finalmente no se llegó a un acuerdo y actualmente no hay negociaciones activas.
Al día siguiente, el domingo, Reuters afirmó que la operadora está en conversaciones con Iliad para buscar la forma de integrar sus respectivos negocios en Italia. Pero tampoco hay que remontarse muy atrás para encontrar informaciones similares. A principios de diciembre BFM TV aseguró que Orange y Vodafone negociaron una fusión entre iguales entre mediados de 2020 y principios de 2021 que finalmente no salió adelante por la oposición del Gobierno francés.
Independientemente del nivel de probabilidad de salir adelante que tienen o tuvieron estas operaciones, es innegable que Vodafone juega una pieza clave en la partida por la consolidación que se espera y se desea tenga lugar en Europa, tanto por la 'valentía' mostrada por su CEO a la hora de participar en este proceso como por las características de los mercados en los que opera.
Mercados competitivos y fragmentados
Y es que algunos de los principales mercados en los que está presente la compañía británica se encuentran entre los más competitivos y fragmentados de Europa, con hasta cinco operadores con red propia de telefonía móvil. Un escenario que, según repiten de forma reiterada las compañías, lleva a una destrucción de valor por culpa de la elevada agresividad comercial.
El caso más evidente es el de Italia, donde actualmente existen hasta cinco compañías con red móvil (Telecom Italia, Vodafone, Iliad, FastWeb y Wind Tree) y el nivel de competencia se ha disparado en los últimos años desde que Iliad entrara en él con la compra de espectro en la subasta celebrada en 2018.
Vodafone es la tercera compañía por cuota de clientes de telefonía móvil, con un 23,3%, muy cerca del 25,7% que registra Telecom Italia y del 26,7% de Wind Tre. Por su parte, Iliad ostenta una cuota del 10,5% que le convierte en el cuarto operador por cuota de mercado.
Reino Unido ha sido el otro país donde se ha rumoreado con una operación corporativa en el segmento móvil y en el que también conviven cuatro grandes empresas, en este caso O2, propiedad de Telefónica; EE, operadora móvil de BT; Three y Vodafone.
El fallido intento, según Bloomberg, de fusión de Vodafone y Three no es el primero que se produce en los últimos años. En 2016, la Comisión Europea ya prohibió la fusión de Three con O2 por su impacto en la competencia, ya que en aquellos tiempos Bruselas se oponía a prácticamente cualquier acuerdo que supusiera reducir de cuatro a tres los operadores de telefonía móvil.
Otro mercado donde también hubo rumores sobre la implicación de Vodafone en una operación de fusión fue España. Durante meses entre 2019 y 2020 se especuló con la posibilidad de una unión con MásMóvil, especulaciones que cesaron cuando en marzo de 2021 el operador amarillo anunció la compra de Euskaltel.
Beneficios de la consolidación
Los operadores europeos llevan años reclamando esa mayor consolidación y sus directivos se han expresado muy claramente en este sentido en sus intervenciones más recientes. Incluido el propio Read, quien en una entrevista en noviembre con 'The Sunday Times' abogó por una mayor concentración del sector e insinuó incluso la posibilidad de una fusión con Three.
El objetivo de esta consolidación es acabar con la feroz competencia que se registra en este mercado y ayudar a impulsar las inversiones que son necesarias para un despliegue rápido y masivo de la nueva tecnología móvil 5G y la fibra en un mundo marcado por la digitalización.
Hasta ahora la Comisión Europea (CE) ha sido reticente a apoyar grandes operaciones de concentración en los distintos países europeos, apoyándose en el argumento de que era necesario garantizar un adecuado nivel de competencia para los consumidores. Una postura que parece está empezando a cambiar.
Entre los motivos, BofA apunta en reciente informe a que la digitalización ha pasado de ser una cuestión de consumo a ser "una necesidad industrial"; la crisis de la Covid-19, que ha puesto de relieve la necesidad de unas infraestructuras sólidas para el teletrabajo y la formación online; y la irrupción de empresas como Google o Facebook, que está ganando dinero a costa de las telecos.
Por su parte, Goldman Sachs ve positivos los intentos de consolidación de Vodafone. En su opinión, una mayor concentración del mercado puede o no llevar a subidas de precios, pero sí reduce el churn (la tasa de pérdida de clientes) y eleva los márgenes, con un crecimiento anual de entre uno y dos puntos porcentuales de Ebitda para todos los operadores del mercado en el que se produce la consolidación.
En este contexto, apunta además que las acciones mejor posicionadas para beneficiarse de una consolidación son las de las compañías que están expuestas a mercados con cuatro grandes operadores, que tienen un alto apalancamiento (nivel de deuda respecto al ratio de capital) y que cotizan a niveles bajos respecto al capital invertido.
Impacto en bolsa
En concreto, menciona a cuatro de ellas: Telefónica, Telecom Italia, Tele2 y, sobre todo, Vodafone. En el caso de la operadora británica, Goldman Sachs asegura que la compañía tiene una amplía "opcionalidad" en este entorno, lo que, en el escenario más positivo para la entidad, podría elevar en hasta un 80% su valor si se consolida uno de sus mercados.
Las bolsas han sido hoy precisamente un ejemplo de esta tendencia, ya que las acciones de Vodafone se han disparado un 4,53%, aunque han llegado a subir más de un 6% durante la sesión. Esto ha llevado a los títulos de la operadora a cerrar en los 122,86 peniques, su nivel más alto desde finales de agosto.
En España, Telefónica ha sido, junto con Siemens Gamesa, una de las pocas compañías que ha cerrado en positivo en una jornada en la que el Ibex 35 cayó un 3,18%, su peor sesión desde el estallido de ómicron. Las acciones de la operadora sumaron un 0,46% a contracorriente, aunque en algunos compases llegaron a subir un 3,5%.