Indra avanza en su hoja de ruta para convertirse en el principal partner para acelerar la digitalización de administraciones y empresas. Con más de 5.500 profesionales, 12 centros repartidos por España, Asia y Latinoamérica y más de 134 clientes en todo el mundo, la compañía se consolida como socio clave para garantizar la disponibilidad y seguridad de sus sistemas y acelerar su digitalización.
Su modelo de prestación de servicios de gestión de infraestructuras tecnológicas permite a Indra adaptarse a todo tipo de organizaciones de forma flexible. Además, la exigencia medida en acuerdos de nivel de servicio y la adecuación de las metodologías y de las herramientas a la especificidad de cada cliente garantizan la disponibilidad y seguridad de equipos y la continuidad del negocio.
El soporte prestado desde sus centros de producción de España (Andalucía, Cataluña, Galicia, Madrid y Valencia), Latinoamérica (Argentina, Brasil, Colombia y México), Asia (Filipinas) y sus dos CPDs propios, le permite ofrecer servicios 24X7 en la actualidad a más de 30 millones de usuarios.
Además, la compañía había reforzado su apuesta por la transición de los servicios públicos a la nube antes de la Covid-19, una crisis que ha obligado a recurrir con urgencia a soluciones que facilitasen el trabajo en remoto de los funcionarios con las mismas garantías de seguridad, ampliasen las capacidades de los equipos de comunicaciones y diesen respuesta al notable incremento de solicitudes de información y trámites ciudadanos que se trasladaron al canal digital.
"Antes de este nuevo entorno, ya se habían abierto nuevos frentes sobre la necesidad en el uso, disponibilidad y gestión de las infraestructuras tecnológicas, pero la crisis sanitaria ha llevado a apostar rotundamente por el uso de las distintas soluciones en la nube (cloud) como una opción necesaria en aquellos servicios que requieran una puesta en funcionamiento rápida, donde los tiempos de provisión en los centros de datos tradicionales son demasiado lentos", afirma Luis Fernández, director de Administraciones Públicas de Minsait, una compañía de Indra.
Indra ha avanzado rápidamente como socio transformador de la infraestructura tecnológica de la Administración Pública a largo plazo gracias a la experiencia adquirida en relevantes proyectos que desarrolla en España y que está empezando a replicar en Latinoamérica.
Es el caso del contrato en el Ayuntamiento de Madrid, un servicio que tiene como fin actualizar y gestionar bajo un modelo seguro de computación en la nube la plataforma tecnológica SAP HANA Enterprise Cloud (HEC) que presta soporte a su gestión económico-financiera, de ingresos y recursos humanos.
"El proyecto se enmarca en un ambicioso plan de transformación digital de los servicios municipales que facilita la reducción de costes, incorpora la analítica en tiempo real de los indicadores de gestión para agilizar la toma de decisiones e impulsa el trabajo en remoto de los funcionarios", explica Fernández.
Otra referencia destacada es la gestión integral, bajo la modalidad Software as a Service (SaaS), del proceso de exámenes del Instituto Cervantes, incluyendo digitalización certificada y corrección. Entre otras cosas, facilita el soporte a la realización de unas 400.000 pruebas DELE, que acreditan la competencia y dominio del idioma español, en más de 1.000 centros de 122 países.
Respuesta más ágil al ciudadano
La aceleración de la transformación de la infraestructura tecnológica como medio se convierte en un elemento clave para construir una sociedad más digital y productiva. Permite agilizar la respuesta a las necesidades del ciudadano y provisionar nuevos servicios en menos tiempo.
El uso de la tecnología cloud, ya sea a través de modelos basados en el "pago por uso" o de clouds privadas, tiene su impacto positivo en la eficiencia y los costes de actualización, que pueden reducirse hasta un 50%, dependiendo del tipo de proyecto.
"Junto a la escalabilidad y la agilidad, los beneficios a corto y medio plazo se centran en el incremento de la seguridad en la continuidad del servicio, en la automatización de las tareas de poco valor y en el fortalecimiento de las capacidades de innovación", señala el director de Administraciones Públicas de Minsait. Todo ello, bajo los más altos estándares de seguridad de datos y privacidad para proteger la información, identidades, aplicaciones y dispositivos.
Otra importante aportación es la posibilidad de incorporar tecnologías de analítica avanzada para facilitar una visión de 360º del ciudadano con el fin de ofrecerle los servicios que realmente necesite, además de reducir el time-to-market en el desarrollo de nuevas ideas gracias a la flexibilidad que ofrece la infraestructura tecnológica.
"Además, la digitalización de toda la cadena de valor de la infraestructura que soporta los servicios permite responder muy rápidamente a los picos de demanda y disponer siempre de recursos, lo que contribuye a aumentar la productividad", matiza Fernández.
La hoja de ruta
En opinión de Indra, el reto pasa ahora por “reconducir” la situación, replicando las fórmulas de las actuaciones realizadas con éxito en los meses anteriores, poniendo al día las soluciones y adecuando aquellas que solo sirvieron para dar respuesta a una necesidad temporal.
"Y lo más importante: tener una hoja de ruta clara dentro de los planes de recuperación, transformación y resiliencia para determinar las actuaciones que serán necesarias para aportar valor real en el corto y medio plazo", afirma Luis Fernández.
A la hora de afrontar este tipo de proyectos, Indra parte de un análisis inicial de la situación de cada cliente u organismo, "que permita acometer puntos rápidos de mejora priorizados en un plan" para proseguir con la activación de iniciativas de forma ordenada, incremental "y siempre con foco en la medición de impacto".
Otro punto fundamental en la elaboración del plan es el uso de modelos de referencia adaptados a la Administración Pública en general y al organismo en particular, "para conocer el gap que existe respecto a la situación de la infraestructura tecnológica de nuestro cliente", señala el director de Administraciones Públicas de Minsait.
Para finalizar, Indra establece las estrategias más adecuadas para lograr esos impactos, donde se definen el tipo de cloud (privada, pública o mixta), las prioridades en la migración de datos y las validaciones necesarias para controlar o eliminar riesgos. También se incluyen en este plan la definición de las iniciativas clave para asegurar el buen uso del cloud como palanca de transformación, no solo tecnológica, sino también de operación y, por supuesto, en un entorno donde la seguridad no se cuestione.
De forma paralela, la compañía aporta otras capacidades que resultan indispensables para acelerar los procesos de transformación de la infraestructura y digitalización de las Administraciones Públicas.
“Disponemos de un catálogo diferencial de activos y servicios tecnológicos y una red de alianzas con los principales proveedores de infraestructuras y servicios en la nube del mercado, además de amplias capacidades en seguridad, modelos de gestión del cambio y soluciones híbridas y multi-cloud para responder de forma flexible a las diferentes necesidades y momentos de cada servicio”, apunta Luis Fernández.