España por fin tendrá su esperada aplicación móvil de rastreo de infectados por coronavirus. Según ha podido confirmar Invertia con fuentes gubernamentales, esta aplicación se realizará sobre la base de la tecnología de Apple y Google y su primer piloto se pondrán en marcha en Canarias en el mes de junio.
Esto supone poner en marcha una nueva aplicación que complementará la actual AsistenciaCOVID lanzada hace un par de meses. Esta nueva aplicación se realizará bajo protocolos consensuados con Europa, con tecnología bluetooth completamente descentralizada y sobre el protocolo DP3T que almacena la información en el dispositivo de cada usuario y no en servidores locales.
La elección de Canarias no es casual. El primer objetivo de esta aplicación es monitorizar el movimiento de personas y la desescalada. En este sentido, las fuentes consultadas indican que esta aplicación será de gran utilidad para controlar los movimientos turísticos y podrá permitir que se alivien las restricciones en las Islas.
Este tipo de aplicaciones de rastreo realizan una completa monitorización de los movimientos de las personas advirtiendo de los contactos que ha tenido durante estos desplazamientos. Esto significa que si se detecta un positivo de Covid es muy rápido aislar a sus contactos recientes y evitar rebrotes masivos ya que los posibles contagiados se confinan antes de que contagien a más gente. Evitan por tanto reconfinamientos masivos de la población.
En el caso de Canarias esta herramienta es vital para que el turismo pueda tener cierta normalidad y los visitantes nacionales y extranjeros puedan poder tener una mayor libertad de movimientos. Al ser una app consensuada con Europa permite que los datos de los extranjeros que nos visiten también sean monitorizados.
Despliegue en España
Respecto de la obligatoriedad de su uso, España siempre ha defendido la voluntariedad de su aplicación y su poder de persuasión para convencer a los ciudadanos a que la usen. Esto comporta un reto mayúsculo para el Estado ya que está demostrado que esta aplicación solo sería efectiva con un uso mayor al 60-70% de la población total.
El objetivo es que después del uso en Canarias, la aplicación comience a ser utilizada en toda España en el comienzo del próximo curso donde su nivel de implantación debería ser superior a los 30 millones de españoles si es que se quiere que tenga real impacto en la monitorización de la desescalada del Covid.
España se ha decantado por el modelo Decentralized Privacy-Preserving Proximity Tracing (DP3T), que almacena la información en el dispositivo de cada usuario y no en los servidores. Según sus defensores es más seguro y respetuoso con la privacidad ya que los datos no se almancenan ni por gobiernos ni por corporaciones, sino que en los propios dispositivos.
Por otro lado, el hecho de ser una app que opere con bluetooth hace que se proteja la anonimización de los datos, ya que el rastreo de movimientos se hace desde fuera de los dispositivos y no de manera interna con geolocalización y GPS.
¿Y cómo encajan Google y Apple? Los dos gigantes presentaron hace un mes su protocolo abierto con vocación de que fuese usado por los Gobiernos. En un comienzo generó las reticencias de los Estados europeos -en especial de Francia- pero con el paso de las semanas se ha ido imponiendo como la mejor opción para lograr esta ansiada interoperabilidad.
API de Google y Apple
La API de Google y Apple ya tiene desarrollado el sistema bluetooth y está completamente desentralizada. La aplicación y sus notificaciones no mostrarán quién ha dado positivo por Covid-19, pero sí indicará cuándo estuvimos en contacto con esa persona; hay que tener en cuenta que puede ser alguien con quien estemos todo el día, o un completo desconocido que estuvo a nuestro lado en el bus. El sistema permitirá activar alertas, la localización con bluetooth y compartir datos con los servicios sanitarios. Todo de manera voluntaria.
En esta línea, Italia confirmó la semana pasada que su app de rastreo del Covid bautizada como Immuni - y desarrollada por Bending Spoons- utilizará la API de "notificación de exposición" de Apple y Google, es decir la gestión de las notificaciones y alertas y la forma en que se ha tenido contacto con potenciales infectados. Recordemos que estos dos gigantes tecnológicos no proporcionan la aplicación sino un código abierto a disposición de los gobiernos. En el caso de Italia lo han hecho para superar "ciertas limitaciones técnicas".
De esta manera, España es el segundo país europeo que incorpora la tecnología de Apple y Google. La última declaración oficial del Ejecutivo de hace unas semanas habló de la "implementación de un modelo de uso voluntario, compatible con el Reglamento General de Protección de Datos, centrado en la protección de la privacidad de las personas, e interoperable a nivel transfronterizo".
En este sentido, los expertos advierten que con estas aplicaciones aumentarían radicalmente la velocidad de rastreo, mucho más eficiente que el sistema de contactos manual que utilizó España al comienzo de la crisis, con la presencia física de personas entrevistando y buscando a los contactos de los contagiados.
Estas aplicaciones pueden hacer mapas del movimiento de los afectados, haciendo el rastreo más eficiente y más veloz. Por tanto, pueden contener los rebrotes y evitar contagios masivos del virus, algo clave en la etapa de desescalada en la que se encuentra España en estos momentos.