“Surge por la necesidad imperante que hay en el mercado de digitalizar los inmuebles”. Con esta frase sintetiza Carlos Casado, Chief Operating Office de CBRE España, el lanzamiento por parte de la consultora inmobiliaria de su servicio especializado en Smart Buildings.

“El incremento del comercio electrónico, la implementación del trabajo en remoto y la creciente importancia de las políticas ESG han obligado a los propietarios de los activos a diferenciarse para atraer nuevos inquilinos”, añade. A todo ello hay que unir la descarbonización ya que el sector inmobiliario es uno de los grandes consumidores de energía y, también, uno de los principales emisores de CO2.

Sin olvidar la creciente demanda de este tipo de servicios por parte de sus clientes. Y aquí se engloban tanto al propietario del activo inmobiliario como al usuario y los ocupantes. “Nos vamos a centrar en oficinas y en retail y en toda la parte que tiene que ver más con propietarios”, concreta Casado.

Mejorar la eficiencia

La apuesta por los Smart Buildings mejora un 15% su eficiencia energética y reduce un 25% las incidencias laborales y un 5% el nivel de absentismo, según datos de CBRE. ¿Y cuál es la inversión estimada para dotar a un activo con estos sistemas? “En torno a los 5 o 10 euros el metro cuadrado dependiendo de las necesidades y de los objetivos.”.

¿Cuáles son los resultados? Los centros comerciales que han puesto el foco en la digitalización de la experiencia de la visita han incrementado entre cinco y diez minutos el tiempo medio de estancia. Y, en Londres, las oficinas con certificación ‘SmartScore’ tienen unas rentas un 5% más elevadas que los inmuebles sin certificación.

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“Los edificios inteligentes ofrecen multitud de soluciones para dar respuesta a las necesidades de todos los actores. Sin embargo, un Smart Building no es un inventario de soluciones digitales, sino un engranaje perfecto derivado de la interacción estratégica de todos ellos”, especifica Carlos Casado.

Por eso, el directivo de CBRE subraya que se trata de integrar en los edificios “tecnología con sentido” para lograr dos cosas: por un lado, una mejor experiencia de usuario; y, por otro, una mejor eficiencia tanto de las operaciones como de los consumos del edificio en su conjunto. Junto a estos dos pilares, un tercero: “que el edificio aprenda de los comportamientos”.

Ejemplo de Smart Building.

Conviene recordar que, de media, pasamos el 90% del tiempo en edificios: hogar, oficina, gimnasio… “Saber cuánto tiempo estamos en el edificio, cómo se comportan las máquinas de aire, o de iluminación, es una información que, tras analizarla, nos ayudará a tomar decisiones que mejorarán tanto la experiencia como la eficiencia del edificio”, resalta Casado.

Es decir, que CBRE lo que pretende es mejorar la operabilidad de los edificios, incrementar su eficiencia y sostenibilidad, y generar una mejor experiencia a los usuarios. Además de contribuir a la descarbonización del sector.

Para lograrlo, la consultora trabajará en todas las fases del proyecto, desde el análisis inicial a la certificación y la mejora continua del inmueble. Y puede cubrir áreas como movilidad, monitorización, sostenibilidad y conectividad. De ahí que la inversión se centre en digitalización, gestión y consultoría.