Las provincias de Madrid y Barcelona siguen siendo dos de las favoritas para invertir en vivienda por parte de los extranjeros. Si nos centramos en el mercado prime, en Madrid las zonas más demandas son Salamanca y Chamberí. Fuera de la ciudad, La Moraleja, Pozuelo de Alarcón y Boadilla del Monte. En el caso de Barcelona, Pedralbes, Sarria-Sant Gervasi, Ensanche Derecho y Pueblo Nuevo. Más allá de la Ciudad Condal, Matadepera, Sant Vicente de Montalt, Sitges o Castellfedels.
Madrid sigue siendo la favorita de inversores latinoamericanos procedentes de México, Colombia o Venezuela. Barcelona, por su parte, se consolida como punto de destino del inversor europeo. Sobre todo, franceses, alemanes y belgas.
Este es uno de los motivos por el que Barcelona ha doblado a Madrid en la compra de viviendas por parte de extranjeros durante el último trimestre de 2021: franceses, alemanes y belgas copan tres de los cinco primeros puestos en el ranking de inversores extranjeros en España en vivienda. Entre los 18 primeros no hay ningún país latinoamericano.
Durante dicho trimestre, el 12,6% del total de transacciones realizadas en España fueron llevadas a cabo por extranjeros (18.150), según el Colegio de Registradores. La provincia de Barcelona acaparó el 9,6% de dicho porcentaje: 1.742 viviendas. Madrid se quedó en el 4,8%: 871 viviendas.
En el conjunto de España, fueron los británicos los que coparon lo más alto del podio (12,4%). La plata sería para los alemanes (10,9%), y el bronce, para los franceses (7,8%). Marroquíes (5,7%) y belgas (5,5%) completan este particular quinteto.
Otro motivo es que, desde 2017 a 2021, el precio del metro cuadrado se ha revalorizado el doble no sólo en Madrid frente a Barcelona. También en la Comunidad de Madrid frente a Cataluña.
En la Ciudad Condal, el precio del metro cuadrado contando vivienda nueva y usada en el primer trimestre de 2017 era de 2.859 euros, según Tinsa. En el último trimestre de 2021, llegó a 3.310 euros. Es decir, un incremento del 15,7%. En Madrid, y en idéntico periodo, el crecimiento fue del 35,48% (de 2.308 a 3.127 euros). Más del doble.
Mayor interés
Son ya tres los trimestres consecutivos en los que la compra de viviendas por extranjeros marcha viento en popa. En términos absolutos, fueron 17.800 las compras que se llevaron a cabo, superando las 16.100 del tercer trimestre. Por nacionalidades, los británicos compraron 2.219 viviendas; los alemanes, 1.953; los franceses, 1.336; los marroquíes, 1.024; los belgas, 983; y los suecos, 937.
Baleares y Canarias han vuelto a despertar el interés del comprador extranjero en vivienda. De hecho, acaparan el 38,9% y el 25,9% del total de las ventas. Les siguen Comunidad Valenciana (24,3%), Murcia (17,5%), Andalucía (13%) y Cataluña (12,7%).
¿Y por provincias? Ahí, ni Barcelona ni Madrid están entre las diez primeras. A la cabeza, Alicante. El peso de compra de vivienda por extranjeros en el cuarto trimestre respecto al tercero creció un 39,3%. A continuación, Baleares (38,9%), Málaga (30,6%), Santa Cruz de Tenerife (28,8%), Girona (27%), Las Palmas (22,2%), Murcia (17,5%), Almería (17%), Castellón (13,2%) y Tarragona (12,5%). Barcelona lo hizo un 9,6% y Madrid un 4,8%.
En el otro lado de la balanza nos encontramos con las cuatro provincias gallegas, cuyos crecimientos fueron del 0,2% de Lugo, al 1% de Orense. Por debajo de este 1% también nos encontramos a Salamanca (0,4%), Segovia (0,7%), Badajoz (0,8%) y Álava (0,9%).
Respecto a 2022, que la compra de vivienda por parte de extranjeros siga avanzando dependerá de la evolución de la situación sanitaria y la movilidad internacional. El levantamiento de las restricciones en el Reino Unido, incluida la cuarentena obligatoria, puede servir para afianzar a sus ciudadanos como los grandes compradores de vivienda en España.
Durante 2021 se registraron 564.569 compraventas de vivienda en España por parte de nacionales y extranjeros. Son datos del Colegio de Registradores que ponen de manifiesto la recuperación del sector durante el pasado año. De hecho, se trata del mayor nivel de los últimos catorce años. La evolución sobre 2020 ha supuesto un importante incremento del 34,5%.