Desde que el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobara Madrid Nuevo Norte (MNN) el 25 de marzo, la promotora (Distrito Castellana Norte) no ha parado de recibir peticiones de información en sus perfiles sociales sobre las viviendas que construirán en este nuevo desarrollo urbanístico.
Está llamado a ser uno de los entornos urbanos más modernos de Europa. Además, dada su ubicación y la escasa oferta de obra nueva en la capital, las 10.500 viviendas previstas (el 20% con algún tipo de protección) que se levantarán serán un codiciado objeto de deseo como inversión o domicilio habitual.
Los perfiles sociales de Distrito Castellana Norte son un hervidero de comentarios y peticiones sobre fechas, precios, dimensiones y demás dudas sobre las viviendas, si bien se unen a los mensajes de incertidumbre en cuanto al inicio de las obras. La gente quiere saber cuándo veremos las primeras grúas en el norte de la capital, ajenos al extenso desierto administrativo que aún queda por recorrer.
Aprobación en verano
Han hecho falta 30 años para que Gobierno central, Comunidad de Madrid y Ayuntamiento se pusieran de acuerdo. Eso sí, la aprobación definitiva está sujeta a unas modificaciones del proyecto que está realizando el consistorio municipal.
“Hay que incorporar al documento urbanístico algunas cuestiones técnicas y corregir algunas erratas que se han encontrado en la revisión exhaustiva que se ha hecho del expediente (54.000 folios)”, según explicaron en su momento a Invertia desde el propio consistorio municipal.
“No eran sustanciales”, confirman a Invertia desde la Comunidad de Madrid. Los técnicos de Urbanismo del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso están recibiendo ya los cambios, por lo que el visto bueno definitivo llegará antes de que finalice el verano. Puede ser a finales de julio o en septiembre, indican estas mismas fuentes.
Una vez que esto ocurra, tiene que pasar de nuevo el proyecto por la Comisión de Urbanismo y luego de nuevo por consejo de gobierno de la Comunidad de Madrid. Otra etapa en la maraña burocrática de Madrid Nuevo Norte.
Siguientes pasos
En ese momento, cada vez más cercano, terminará la fase de tramitación y empezará la fase de ejecución. La gran protagonista de este periodo será la junta de compensación, elemento conocido por todos de otros ejemplos en la capital como los desarrollos del sureste o Valdebebas.
Las juntas de compensación tienen el papel de garantizar la ejecución material de la urbanización y la posterior entrega al Ayuntamiento del viario y otros suelos de cesión obligatoria. La administración se reserva para sí misma las potestades de vigilancia, control y tutela a lo largo de todo el proceso.
Después, las juntas de compensación tendrán que poner en marcha los proyectos de reparcelación, cuyo objetivo es repartir las parcelas resultantes entre los propietarios que aportaron parcelas de origen.
Solo tras la aprobación del proyecto de reparcelación por parte del Ayuntamiento (de Madrid, en este caso) pasan a existir jurídicamente las parcelas resultantes, que son edificables. Y es a partir de entonces cuando poseen la seguridad jurídica para que se comercialicen y se pueda proceder a la promoción de las mismas.
Por tanto, a pesar del gran interés que despiertan las viviendas que formarán parte de Madrid Nuevo Nuevo todavía habrá que esperar muchos años para la entrega de las primeras llaves. Las últimas medidas tomadas por el Ayuntamiento de la capital sobre las licencias urbanísticas quizá aceleren este proceso pero, ante un proyecto de tal magnitud, los plazos son muy abiertos.