El tiempo es un lujo que el coronavirus nos permite disfrutar, aunque no por gusto, estos días de confinamiento. Qué vamos a hacer cuando nos dejen salir a la calle, cómo van a cambiar nuestras relaciones, con quién queremos pasar nuestros primeros momentos 'libres'. En el Ayuntamiento de Madrid, con la prioridad absoluta de garantizar la salud de los madrileños y acabar con el virus, también están trabajando en pensar cómo quieren que sea el futuro de la capital.
Resulta evidente que el Covid-19 va a cambiar la movilidad y la manera de relacionarse en las grandes ciudades. Madrid no es una excepción. Quizá esta durísima situación se convierta en una oportunidad para acelerar un cambio de raíz en el urbanismo de la ciudad.
Mariano Fuentes, delegado del Área de Gobierno de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, explicó hace unos días que “el nuevo urbanismo va por el respeto y cuidado a lo de todos” y en ese camino ya están trabajando.
El futuro Madrid
En concreto, el responsable municipal destacó durante su participación en el último encuentro de SIMAPRO HomeEdition titulado “Urbanismo y ciudad después del Covid-19” que “el urbanismo del futuro está totalmente unido a la movilidad con un gran componente medioambiental”.
En este sentido, Mariano Fuentes expuso la necesidad de “generar ciudad” en torno a grandes nodos de transporte (Atocha, Chamartín, Barajas, Moncloa, etc.) y una vez fuera de ahí, en los lugares donde no solo estamos de paso, impulsar las nuevas formas de movilidad (carsharing, motosharing, bicicleta, patinete, etc). Es ahí donde “las grandes infraestructuras verdes toman una importancia vital, porque nos va a apetecer mucho más estar en la calle, en el espacio público”, incidió.
Por ejemplo, el concejal de Madrid sacó a colación el proyecto de bosque metropolitano que proyecta en Ayuntamiento y en breve abrirá el concurso internacional de ideas. “El primer cinturón ecológico que bordee la ciudad de Madrid cambiará el parecer de los ciudadanos”, afirmó.
Este bosque metropolitano de Madrid llegará hasta Valdebebas, cuyo parque forestal formará parte de él. De hecho, este nuevo barrio es un ejemplo del futuro que preparan miran los políticos para el porvenir verde de la capital. “Tenemos una proporción de 170 m² de superficie bruta verde por cada uno de los 30.000 habitantes de la zona”, ilustró Marcos Sánchez Foncueva, director gerente de la Junta de Compensación Parque de Valdebebas, quien estuvo como moderador del encuentro digital.
Por otro lado, Mariano Fuentes resaltó que “mayores infraestructuras verdes conllevan una compactación de la edificabilidad”. “Tenemos que perder el miedo a mirar hacia arriba y quitarnos de complejos abstractos”, advirtió.
En resumen, el actual equipo de gobierno apuesta a medio plazo por un Madrid con más zonas verdes e impulsar las formas de movilidad sostenible, el transporte público entre los grandes nodos y los edificios con más alturas.
Plan actual obsoleto
El político municipal reconoció que “es cierto que el Plan General de Ordenación Urbana del Ayuntamiento de Madrid está agotado”. “Sobre todo, que la creación y quienes lo pensaron lo hicieron para una época completamente distinta de expansión”, indicó.
Por eso, desde el Ayuntamiento están trabajando para dar la vuelta completamente al planeamiento urbanístico. Además, insistió Fuentes, “buscando la coherencia y complementando a la Comunidad de Madrid para trabajar en todos aquellos aspectos que a día de hoy son una barrera para el propio urbanismo”.
“Ahora tenemos que reflexionar porque los componentes de sostenibilidad económica y social han cambiado completamente y tanto la percepción como las necesidades de la sociedad madrileña desde luego son mucho más exigentes, pero creo que son mucho más respetuosas con lo de todos”, dijo.
En este nuevo modelo de urbanismo, la colaboración público privada cobrará un gran protagonismo. “Debemos centrarnos en lo estructurante y lo pormenorizado dejarlo a la ordenanza y sobre todo a la iniciativa privada”, señaló. “Vamos a abrir un poco la mano; hemos vivido durante mucho tiempo encorsetados, por así decirlo”, dejó caer Mariano Fuentes.
No tardó en coger el guante el sector promotor. En el encuentro participó Carolina Roca, vicepresidenta de Asprima. “La Administración tiene que ser capaz de atraer a la iniciativa privada con el fin de impulsar la construcción tras el coronavirus, máxime cuando carece de los recursos financieros necesarios para sacar adelante un Plan General”, señaló.
La representante de Asprima destacó el sector constructor como uno de los pocos que no necesita ayudas económicas y, sin construir por construir, puede hacer de la necesidad virtud para crear empleo y resolver el grave problema de acceso a la vivienda. Más de una vez se ha ofrecido para liderar la recuperación económica del país tras la crisis sanitaria.
Sin ayudas económicas, pero con la involucración sincera y decisiva de las diferentes administraciones públicas en la solución de los cuatro principales obstáculos que lastran el sector. “Rebajar el precio del suelo y de su urbanización, agilizar los trámites burocráticos y sus costes, flexibilizar las normativas urbanísticas y técnicas y reducir la fiscalidad sobre la producción de la vivienda, que llega hasta un 25%”, demandó Carolina Roca.
Una vez que Valdebebas está casi finalizado en el ámbito urbanístico, habrá que estar atentos a los dos grandes proyectos a medio y largo plazo en la capital: Madrid Nuevo Norte y los desarrollos del sureste.
Ambos cuentan con el visto bueno político, han iniciado la tramitación administrativa y tanto a promotores como a políticos les gustaría ver las primeras grúas antes de que finalice esta legislatura. Dentro de 20 años podremos comprobar si Mariano Fuentes y su equipo lograron su proyecto de Madrid.