Treinta organizaciones sin fines de lucro, como T&E, WWF, Oxfam, Ecodes o Birdlife, han enviado una carta a la Comisión Europea pidiendo que elimine gradualmente el apoyo a los biocombustibles de soja que provocan la deforestación.
Para todas ellas, "tanto el aceite de soja como el de palma ya han sido identificados como importantes impulsores de la deforestación y la degradación forestal y están cubiertos por el Reglamento sobre deforestación de la UE recientemente adoptado".
Por lo tanto, en la carta piden a la Comisión que garantice la coherencia de las políticas y evite que la RED actúe como una laguna que permita la entrada a la UE de productos que impulsan la deforestación.
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El Parlamento Europeo ya ha pedido una eliminación gradual inmediata tanto del aceite de soja como del aceite de palma durante las negociaciones RED, mientras que varios Estados miembros de la UE, incluidos Francia, Dinamarca, Bélgica y los Países Bajos, ya han comenzado esta eliminación por su propia voluntad.
La UE clasificó el aceite de palma como una materia prima con alto riesgo de ILUC (cambio indirecto de uso de la tierra indirect land-use change, según sus siglas en inglés) en 2019. a pesar de la inmensa presión comercial de los países productores de palma. "Ahora tiene el poder de hacer lo mismo con los biocombustibles de soja", dicen las organizaciones ecologistas.
Biocombustibles y agricultura
Para ellas, todos los biocombustibles elaborados a partir de cultivos deberían eliminarse gradualmente de los objetivos de energía renovable de la UE, ya que utilizar tierras para la producción de biocombustibles es contraproducente en términos climáticos.
Aseguran en la carta enviada a Bruselas que "el biodiésel a base de soja se ha demostrado que emite hasta el doble de CO2 que el diésel de combustible fósil al que se utiliza para sustituir, si se tiene en cuenta la deforestación indirecta causada por la demanda de aceite de soja".
Actualmente, los biocombustibles de soja y palma constituyen sólo un tercio del volumen de materia prima del biodiésel de la UE, pero contribuyen con dos tercios de las emisiones de CO2 del biodiésel en la UE. Además, el biodiesel de soja ha crecido rápidamente en la UE en los últimos años. Entre 2015 y 2022, el consumo de biodiesel de soja en la Unión Europea se quintuplicó.