Desde junio de 2022, las facturas de la luz y del gas de los hogares incluyen unas rebajas fiscales para hacer frente a la crisis energética provocada por la invasión rusa en Ucrania. Sin embargo, en 15 días, con el comienzo del año 2024, todo podría volver a la normalidad. ¿Cómo afectarán esos cambios al bolsillo de las familias?
Hasta el 1 de enero de 2024, está vigente el IVA al 5% (antes estaba en el 21%), el impuesto especial a la electricidad en el 0,5% (era del 5,1%), y la eliminación del impuesto a la generación (VPEE), que suponía un sobrecoste a la producción eléctrica del 7%. También se redujeron los cargos regulados al 9,21% (como la financiación de las renovables).
Y en el caso de la factura del gas para hogares y pymes, la TUR (Tarifa de Último Recurso), cuenta con un tope de subida anual máximo, como medida para evitar que se disparase su coste cuando el precio del gas en Europa alcanzó los 300 euros/MWh.
Además, a partir de esa fecha, se pone en marcha un nuevo cálculo para la tarifa regulada de los hogares (PVPC o Precio voluntario para el pequeño consumidor).
Se incorporarán parcialmente los precios del mercado de futuros para dar más estabilidad a los recibos finales que tendrán que abonar los usuarios. Para 2024, solo representará el 25% del precio final de la factura. "No se notará apenas esa nueva estructura de la factura de la luz", explican fuentes del sector eléctrico a EL ESPAÑOL-Invertia. "Lo que sí se puede notar es si el Gobierno retira las ayudas fiscales".
Una subida de un 24%
"Es difícil calcular cómo va a salir la factura de 2024, si finalmente se acaban las ayudas fiscales y se actualiza con el nuevo sistema de cálculo del PVPC", explica a este diario Francisco Valverde, experto en el sector eléctrico.
"Con peajes y cargos de 2022 en la factura de la luz, tanto en el tramo de potencia como en el de energía, podría subir desde los 59,5 euros de este mes a los 73,7 euros", apunta el experto. "Y eso contando con los precios de mercado mayorista de este diciembre de 2023 y con todos los impuestos previos a la crisis".
El Gobierno no ha dicho todavía qué va a hacer a partir de enero, pero si no se prorrogan las medidas de contención de precios, "la factura eléctrica podría dispararse un 23,9%, una subida excesiva para los hogares, por lo que no tendría sentido reponer todos los impuestos y cargos".
Y, más aún, con las expectativas de precios eléctricos para 2024. "La volatilidad sigue muy elevada pese a que el gas está bajando en este invierno, y no hay que olvidar que el pool sigue estando más alto que la media de los últimos años prepandemia".
Superávit en el sistema eléctrico
Además, "se puede utilizar el superávit de la liquidación del sistema eléctrico de 2022, que ha sido récord histórico", continúa Valverde.
El sistema eléctrico registró un superávit de 6.190 millones de euros en 2022, cifra superior en 5.934,5 millones de euros al superávit inicialmente previsto para el ejercicio de 255,4 millones de euros, según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Este superávit se debió a unos ingresos superiores a los previstos (+3.334,4 millones de euros), a unos costes regulados inferiores (-2.225,8 millones de euros) y la incorporación del superávit de 2021 (+772,4 millones de euros).
"Se podría subir ligeramente el IVA, hasta el 10%, al igual que el impuesto a la electricidad, pero eliminar definitivamente el impuesto a la generación", continúan las fuentes del sector eléctrico. "España es el único país europeo donde se aplica".
"De cara a enero, la realidad es que la probable retirada de ayudas a los suministros de luz y gas va a suponer un inconveniente para los consumidores, que sufren ya una elevada inflación y los altos tipos de interés en el acceso a financiación", señala por su parte, Pol Brau, responsable de Crecimiento y Partnerships de Chippio, compañía de luz española que ofrece energía y potencia a precio de mercado.
"Es importante disponer de herramientas e información para derivar nuestro consumo a las horas más baratas, evitar márgenes y tener el control real de la factura".
La lupa del IPC
Según indica el Banco de España en sus últimas previsiones macroeconómicas, el precio de la energía se elevará hasta un 25% durante el próximo año, si se reactivan los impuestos suprimidos durante este año y medio.
Este fenómeno lleva al ente a vaticinar que los precios, en general, subirán un 3,2% este año y un 4,3% el próximo, muy por encima del límite del 2% que las autoridades monetarias marcan para considerar domada la inflación. Vaticinios, por cierto, superiores a los que el Banco de España pronosticó en junio.
Así que, habrá que estar atentos a los movimientos del Ministerio de Hacienda y el Ministerio para la Transición Ecológica de los próximos 15 días, que tendrán en su mano cómo va a afectar la energía a nuestros bolsillos una vez que nos comamos las doce uvas del próximo 31 de diciembre.