La Unión Europea quiere frenar las emisiones de CO2 electrificando más sectores de la economía y, además, ser cada vez más eficiente energéticamente. Eso es lo que pretende conseguir con la sustitución de las calderas de gas por bombas de calor.
Estos aparatos mueven el calor desde un fluido que está a una temperatura más baja a otro más caliente. Es una tecnología parecida a la de los frigoríficos y los aparatos de aire acondicionado, pero en este caso extraen calor de los alimentos o del ambiente y lo ceden al exterior.
El consumo de una bomba de calor es hasta un 70% inferior que otros sistemas de calefacción como las calderas de gas. Su consumo de energía es sensiblemente inferior, ya que es capaz de generar hasta 4 kWh de calor por cada kWh de electricidad que consume.
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Según AFEC (Asociación de Fabricantes de Equipos de Climatización), en el mercado se pueden encontrar distintos tipos de bombas de calor en función de si se utiliza aerotermia, cuyo funcionamiento se basa en la extracción del calor del aire mediante un refrigerante o geotermia, que lo hace desde el calor de la tierra.
También hay modelos portátiles y fijos, estos últimos son más eficientes, funcionan de manera más silenciosa y suministran más confort. Los portátiles son móviles y no necesitan instalación. También se pueden instalar en la pared o apoyarse en el suelo y las hay que funcionan por conductos ocultos. El punto más complejo puede ser que se necesita un espacio suficientemente amplio para instalar la bomba de calor.
Un mínimo de 500 euros
Todas estas instalaciones comienzan con una inversión inicial de 500 euros, pero a largo plazo son más rentables ya que consumen mucho menos.
Según el ránking de la OCU, en España, los principales fabricantes de bombas de calor y aparatos de aire acondicionado son Daikin, Daitsu, Fujitsu, General, Haier, Kaysun, LG, Mitsubishi Electric, Panasonic y Samsung. Hay una gran variedad de modelos en función de la potencia, el número de unidades interiores, etc.
Una bomba de calor split de pared de 2,5 kW de buena calidad puede costar entre 500 y 1.500 euros.
Los costes de instalación dependen de la distancia entre las unidades interior y exterior y la facilidad de acceso al sitio donde se realice la instalación: orientativamente, una instalación básica para bomba de calor puede costar entre 200 y 300 euros. Si la distancia entre ambas unidades es muy larga, tendrás que añadir entre 20 y 30 euros por cada metro de canaleta o de línea eléctrica que necesites ampliar.
Y dos consejos más: un sistema de bomba de calor convencional tiene al menos una unidad interior y otra exterior. Hay que tener espacio para poner la unidad exterior en el tejado, la fachada o en una terraza desde donde sea posible conectarla con la unidad interior mediante un cableado eléctrico y otro tubo para el refrigerante. La unidad exterior suele necesitar también un drenaje de agua.
También hay que consultar las normas locales y de edificación, para asegurarse de que se cumplen al colocar las unidades exteriores.
Alta eficiencia
Las bombas de calor son entre dos y tres veces más eficientes que los sistemas de calefacción basados en combustibles fósiles como el gas en temperaturas frías y bajo cero, según un trabajo del think tank internacional Regulatory Assistance Project (RAP).
Las bombas de calor ya han sido identificadas como la tecnología de calefacción clave para la descarbonización y esta nueva investigación confirma no sólo su eficiencia superior en comparación con los sistemas basados en combustibles fósiles, sino también su eficacia en climas fríos.
El análisis utiliza datos de varios trabajos de campo realizados en América del Norte, Asia y Europa. Estos resultados sugieren que las bombas de calor estándar son adecuadas para casi todos los hogares europeos.
Según datos de IDAE, para ahorrar en la factura con este tipo de calefacción, es importante mantener la bomba de calor siempre encendida. La energía que consumen los encendidos y apagados no compensan el tiempo que esté apagada, aunque si conviene reducir la temperatura cuando no sea necesario.