Westelaar (Cepsa): "Subir el impuesto al diésel facilitará los proyectos de hidrógeno verde y el cambio de combustible"

El consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, ha apoyado la posibilidad de que se aumenten los impuestos al diésel, una opción que manejaba el Gobierno antes de la crisis energética del año pasado, cuando incluso tuvo que aprobar una bonificación de 20 céntimos el litro. 

"Aumentar los impuestos al diésel va a facilitar los proyectos de hidrógeno verde, es una fortaleza de la Unión Europea respecto a Estados Unidos, porque favorece que se incentive el cambio de combustible", en relación a los nuevos modelos de movilidad. 

"Es una manera para crear demanda pero también se puede ayudar dando facilidades o ayudas para bajar el precio de las moléculas verdes", ha añadido el CEO de la energética en un encuentro con los medios para presentar sus dos alianzas con las multinacionales Yara y Gasunie para convertirse en líder mundial del amoniaco verde. 

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Wetselaar ha respondido así a la propuesta de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, a retomar la subida de la fiscalidad del diésel, para electrificar en la medida de lo posible los consumos finales, en una entrevista concedida a El Confidencial. 

Más impuestos al diésel

En 2018, Gobierno de Pedro Sánchez quería equiparar la fiscalidad del combustible diésel a la de la gasolina.

Entonces, el Impuesto Especial de la gasolina era de 40,25 céntimos por litro, y el del gasóleo, de 30,7 céntimos, por lo que la idea era incrementar el segundo hasta también los 40,25 céntimos el litro.

Según los datos de la DGT, en nuestro país hay 17,9 millones de vehículos diésel frente a los 13,6 millones de gasolina.

Sin embargo, esa propuesta se quedó en un cajón con la invasión rusa en Ucrania. En solo 19 días, llenar el depósito de gasoil se encareció un 25%, repostar con gasolina sin plomo 95 subió un 16,8%.

El malestar social fue en aumento y finalmente, en mayo de 2022, aprobó el llamado Plan de Respuestas a las Consecuencias Económicas de la Guerra, cuya iniciativa estrella fue la de aprobar "una bajada directa de, al menos, 20 céntimos por litro en los combustibles para todos los consumidores".

Una reducción que finalizó el 1 de enero pasado, a excepción de profesionales del transporte y sector agrícola.