En 2018, la Unión Europea puso en marcha una normativa que obligaba a las empresas a presentar Informes no Financieros, que explicaran sus planes y estrategias en responsabilidad social. Eso ha hecho que se hayan multiplicado las iniciativas sostenibles que buscan proteger el medioambiente, pero sin olvidar la rentabilidad empresarial.
Muchas de ellas ya se conocen como las define la Comisión Europea: SbN, "Soluciones basadas en la naturaleza". No solo deben ser rentables, también proporcionar beneficios ambientales, sociales y económicos, y ayudar a crear resiliencia.
Según el estudio desarrollado por el Observatorio de la Cátedra Fundación Repsol de Transición Energética, se calcula que las SbN pueden aportar hasta el 37% de la mitigación de emisiones necesaria para limitar el calentamiento global a 2ºC en 2030.
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Específicamente son acciones que involucran la protección y restauración de ecosistemas naturales, la gestión sostenible del agua, tierras de cultivo o madereras, la creación de nuevos entornos en las ciudades o la captura de CO2 de la atmósfera.
Todos estos cambios surgen de la necesidad de buscar soluciones a la emergencia climática en la que estamos inmersos. Desde la industria energética, se están desarrollando proyectos como sistemas de sumideros naturales o de captura y almacenamiento de CO2.
Iniciativas del sector energético
"Las soluciones climáticas basadas en la naturaleza son necesarias para contribuir a la reducción de emisiones de CO2", dijo hace unos meses atrás Luis Cabra, director general de Desarrollo Tecnológico, Recursos y Sostenibilidad de Repsol, en un encuentro online organizado por la Fundación Repsol.
Desde la plataforma Oil&Gas Climate Initiative, fundada por energéticas europeas pero que ahora ya están integradas petroleras de todo el mundo, ya se han lanzado varios proyectos que están dando sus frutos. En sus cinco años de existencia, ha invertido 1.100 millones de dólares anuales en materia de descarbonización.
Por ejemplo, las emisiones absolutas de metano han caído un 40% desde 2017, y ahora tienen como objetivo alcanzar emisiones de metano cercanas a cero para 2030 de sus activos de petróleo y gas operados.
El progreso en la reducción de las emisiones de dióxido de carbono ha sido más lento, con una disminución del 11% desde 2017, y una caída del 3% en 2021. Sin embargo, se espera que los esfuerzos concertados para promover el hidrógeno bajo en carbono, CCUS (captura y almacenamiento de CO2) y la electrificación den resultados en unos pocos años.
"Las soluciones basadas en la naturaleza están listas para su aplicación inmediata a gran escala y presentan un coste moderado para mitigar los efectos del cambio climático, resultando cruciales para el cumplimiento de la Agenda 203", decía el responsable de Repsol.
Las reforestaciones, el mantenimiento de bosques, la gestión de suelos agrícolas o la conservación de masas de agua y humedales pueden contribuir de manera efectiva a capturar CO2 de la atmósfera.
Agua y medioambiente
Pero además de las actividades en el sector energético, las SbN se extienden a otros ámbitos como la salud humana, la seguridad alimentaria y el agua, o la reducción del riesgo de desastres de manera efectiva y adaptativa.
El Banco Mundial pone algunos ejemplos como las inundaciones en las zonas costeras. "Este desafío, tradicionalmente abordado con infraestructura hecha por el hombre como diques, también puede abordarse con acciones que aprovechen los servicios ecosistémicos, como la plantación de árboles", asegura en un informe.
"Plantar árboles que prosperan en las áreas costeras reduce el impacto en las vidas humanas y los activos económicos, y proporciona un hábitat para peces, aves y otras plantas que sustentan la biodiversidad".
La agricultura climáticamente inteligente o regenerativa es otro ejemplo que permite a los agricultores retener más carbono en sus campos mientras producen cultivos.
Ayudas a la financiación
La disminución de la deforestación es otra forma de beneficiarse de las soluciones basadas en la naturaleza, por ejemplo, pagando a los agricultores para que no talen las reservas forestales.
Organismos internacionales como el Banco Mundial o las políticas verdes de la Unión Europea están apoyando el desarrollo de estas soluciones con subvenciones y ayudas.
Entre ellas está las convocatorias de Horizonte Europa, LIFE+ Acción por el Clima para la investigación sobre mitigación y adaptación al cambio climático y los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos. También ofrece financiación de redes abiertas de investigación e innovación ascendentes en su plan COSTO acciones
COST (Cooperación europea en ciencia y tecnología).
Ya cuenta con 46 proyectos SbN que se desarrollan en 66 países, donde participan 923 empresas y cuentan con un presupuesto de 441 millones de euros.
Hay proyectos de Resiliencia climática y agua en el que participan empresas como Connecting Nature, Grow Green, Urban GreenUP y UNaLab, de Regeneración Inclusiva Urbana, de Reforestación y Rehabilitación Internacional de ecosistemas urbanos, de mejora del bienestar y la salud, de la seguridad del agua o de la mejora de la calidad del aire, entre otros muchos.
Y al calor de todos estos avances, ya han salido al mercado otros negocios como son los medidores de sostenibilidad. Según Socialnius, centrar los objetivos en la sostenibilidad tiene premio, y es que son muchos los inversores (públicos y/o privados) que priorizan a las startups con un fuerte perfil que esté enfocado en la sostenibilidad.
Las empresas emergentes con unas credenciales de sostenibilidad sólidas pueden obtener una valoración hasta un 17% más alta, según asegura un estudio de Amazon.
En definitiva, empresas, organizaciones y Administraciones son conscientes de la importancia que tiene el aplicar un enfoque sostenible en sus negocios: hay que reaprovechar los recursos, buscar alternativas de producción y nuevos modelos de negocio circulares.