Ribera: "La crisis energética ha pillado muy bien posicionada a España para liderar la industria del hidrógeno verde"
El H2Med no se disfrutará "plenamente hasta la siguiente legislatura o la siguiente", apunta en una entrevista con EL ESPAÑOL-Invertia.
23 enero, 2023 02:50Entre el 13 y el 15 de enero se celebraba en Abu Dabi, la capital de Emiratos Árabes Unidos, la 13ª Asamblea General de IRENA, la Agencia Internacional de Energías Renovables. Una organización creada por España, Dinamarca y Alemania en 2009 y que ahora, con la sede en el país árabe, consigue convocar a líderes políticos y empresariales de prácticamente todos los países del mundo.
"Para mí es un gran privilegio estar en este evento, porque tuve la gran satisfacción de formar parte del trío de países que se decidió a empujar y a sacar adelante la creación de una agencia como esta", señala a EL ESPAÑOL-Invertia la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en una entrevista realizada en Abu Dabi. Entre 2008 y 2011, fue secretaria de Estado de Cambio Climático en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
"Por entonces una agencia internacional de energías renovables era visto como algo un poco exótico, pero se consiguió fundar. Los tres países realizamos las últimas conferencias preparatorias y la reunión constitutiva de esta agencia internacional, primero en Bonn y después ya con la decisión de que la sede estuviera en Abu Dabi", añadía la ministra.
Después de 14 años de funcionamiento, en esta ocasión los miembros de IRENA se han encontrado para hacer balance mundial del sector de las renovables, pero el hidrógeno verde ha sido el gran protagonista de todas las reuniones.
"Es uno de los aspectos más llamativos. En muy pocos años se ha producido un salto espectacular de algo que era prácticamente desconocido, salvo para los industriales del sector petroquímico, que ya estaban acostumbrados a producir hidrógeno en sus plantas y utilizarlo en algunos de sus procesos", continúa la vicepresidenta española.
Si se trata de facilitar la descarbonización, tiene poco sentido quemar gas para producir hidrógeno
"De repente todo el mundo habla de hidrógeno e, incluso, de los colores del hidrógeno, gracias al empleo de energías renovables, de energía nuclear, a la combustión de gas o al tipo de consumo", añade.
España le saca ventaja a este debate porque ya desde hace dos años el Gobierno aprobó la Hoja de Ruta del Hidrógeno Verde.
"Estábamos convencidos de que en ese proceso de descarbonización del conjunto de la economía hay determinados procesos industriales, hay determinados usos finales de energía que no son fácilmente electrificables y sustuibles del gas natural o de derivados de petróleo", puntualiza Ribera.
La vicepresidenta apunta que "debemos emplear ese hidrógeno y tener las condiciones de impulsarlo, siempre y cuando se trate de un hidrógeno renovable. Porque si se trata de facilitar la descarbonización, tiene poco sentido quemar gas para producir hidrógeno".
Contar con las energéticas
"En este ejercicio conceptual teórico, de repente nos sorprendió la realidad, que a veces es un poco impredecible, poniendo de manifiesto hasta qué punto la economía del hidrógeno, a partir de determinado umbral de precios del gas natural, empezaba a ser rentable", continúa la responsable de la cartera de Transición Ecológica.
Y en un contexto de crisis de los precios del gas natural como el que estamos viviendo, "España se encuentra razonablemente bien posicionada", considera. Aún así, reconoce que "sabíamos dónde queríamos ir y sabíamos que el sector de gas y petróleo es fundamental en esta transformación".
En su opinión, "es el que conoce mejor su funcionamiento porque lo ha gestionado durante mucho tiempo. Sabe cómo se produce hidrógeno y es el que está llamado a diversificar las propuestas que tienen para la sociedad".
Para Teresa Ribera, de algún modo, las compañías de este sector "pueden pasar a ser proveedores de servicios energéticos y deben aprovechar toda la experiencia, ingeniería y el proceso industrial acumulado durante tanto tiempo".
Se ha producido un cambio importantísimo en el perfil de las inversiones en energía en los últimos años y cada año crece de manera muy relevante el volumen de recursos destinados a nuevas soluciones energéticas renovables
"Así que esa implicación de los grandes actores energéticos, esa búsqueda de un futuro más allá del gas y petróleo, coincidía en un momento en el que también necesitábamos abordar este cambio, una salida a esta crisis", afirma.
Ribera reconoce que se están acelerando todos los procesos de debate en torno a la economía del hidrógeno. Pero también que "nos falta todavía mucho en términos de regulación".
H2Med, Maersk y el hidrógeno
Pero, ¿cómo se va a desarrollar la industria del hidrógeno verde en España? "Pensamos que debíamos iniciar nuestro aprendizaje en tres niveles específicos", responde la ministra. El primero era preguntarse "qué cadena de valor industrial y de servicios se podía desarrollar en España para tener los bienes de equipo que se necesitan para producir hidrógeno y para poder facilitar el empleo seguro del hidrógeno".
En segundo lugar, "qué tipo de empresas de plantas para la producción del hidrógeno podían desarrollarse. Y, por último, "cómo estábamos de eficacia, de expectativa real en usos finales del hidrógeno, ya sea para producir fertilizantes o para procesos industriales pesados, como puede ser el acero, el aluminio o la cerámica". Sectores que han aparecido en el radar en los últimos tiempos, "o bien el modo en el que puede ser empleado para el transporte pesado o para el transporte marítimo".
Referente a esto último, hay que recordar el acuerdo entre el Gobierno y la naviera danesa Maersk en noviembre pasado para invertir 10.000 millones en España y crear un 'hub' mundial de combustible verde.
Sin embargo, Ribera hace referencia a los hidrogenoductos como el H2Med, que unirá Barcelona con Marsella. "Hay un último bloque que habíamos decidido retrasar un poquito, que era el del transporte del hidrógeno", explica.
"En las primeras etapas, pensamos que era bueno testar de manera próxima en un entorno próximo al consumo final. Sin embargo, dadas las circunstancias, el hecho de haber sido conscientes y haber experimentado la fragilidad que tiene el continente europeo por no estar bien interconectado", apunta.
Aún así reconoce que "son unas infraestructuras de transporte que llevará tiempo construir. Por lo tanto, son decisiones que no serán disfrutadas plenamente hasta la siguiente legislatura o la siguiente o, incluso, la siguiente. Pero creo que nuestra responsabilidad era poner los pilares de lo que se va a necesitar en el futuro".
Acelerar las renovables
Entre los líderes que acudieron al evento de IRENA en Abu Dabi, además de la vicepresidenta tercera, también se encuentra John Kerry, enviado especial de cambio climático de EEUU; Frans Timmermans, vicepresidente de la Comisión Europea, y responsables políticos de países de los cinco continentes, además de grandes corporaciones que están en proceso de descarbonización, como MSC Group, Shell o Man Energy.
En un evento como este, ¿cómo definiría la vicepresidenta el contexto energético actual en relación con el de hace 14 años? "Principalmente, se ha producido un cambio importantísimo en el perfil de las inversiones en energía en los últimos años y cada año crece de manera muy relevante el volumen de recursos destinados a nuevas soluciones energéticas renovables", expone.
"Cuando creamos IRENA se hizo como una apuesta por convicción, pero todavía sin el arrastre que hay hoy en día, acentuado por la crisis de Ucrania, que ha añadido muchos más argumentos que los ambientales", continúa.
"El conflicto ha permitido confirmar el impacto social, económico e industrial de depender de algo tan volátil, tan complicado y tan concentrado como son las materias primas o las energías fósiles", afirma Ribera.
En muy pocos años se ha producido un salto espectacular en el hidrógeno, que era prácticamente desconocido, salvo para los industriales del sector petroquímico
De hecho, reconoce "que se ha producido un cambio importantísimo en el perfil de las inversiones en energía en los últimos años y que cada año crece de manera muy relevante el volumen de recursos destinados a nuevas soluciones energéticas renovables".
Aún así, Ribera asume que el ritmo de crecimiento "sigue siendo insuficiente, necesitamos que se siga multiplicando por dos o por tres para poder desplazar a las energías fósiles de forma definitiva".
Aún así, está convencida de que España está bien posicionada. "Lo primero de todo, porque contamos con una reflexión de fondo sobre adónde queremos llegar y cuáles pueden ser las sendas para poder alcanzar esos objetivos, sabiendo que no es solamente cambiar un tipo de central eléctrica por otra".
Pero la gran barrera para su despegue definitivo, en su opinión, es un plan de infraestructuras que "permita una gestión absolutamente segura de las energías renovables".
"Necesitamos tener materias primas y una cadena de valor industrial. Necesitamos los requerimientos laborales profesionales, necesitamos las condiciones físicas, geográficas, meteorológicas, aunque lo tenemos en gran medida", añade la ministra.
Y es que, en su opinión, "es muy llamativo escuchar a los grandes inversores en materia de energías renovables diciendo una y otra vez que España está bien posicionada precisamente por su capital humano".
Es decir, "por la acumulación de ingenieros, de economistas, de prestadores de servicios que han sabido integrar, desarrollar y proporcionar soluciones a desafíos que no son exactamente los mismos desafíos que se encontraban en un escenario de energías convencionales".
Por último, resalta la importancia de integrar "aspectos tan importantes como son la protección de la biodiversidad y los beneficios para las comunidades de proximidad deben estar mucho más presentes".
Gestión de las materias primas
Por último, la vicepresidenta también abordó otro de los graves problemas a los que se enfrenta la transición energética: la gestión de las materias primas críticas. Litio, cobalto, aluminio, estaño, tierras raras... un listado de materiales identificados por la Comisión Europea que necesitan de una atención especial por su importancia económica y el alto riesgo que supondría una interrupción de su suministro para la UE.
Ribera reconoce que la agenda para desarrollar esta industria desde un punto de vista sostenible "hace mucho tiempo que estaba abandonada".
"Hay que entender nuestro suelo y nuestro subsuelo y cuál es la aportación que puede derivarse de la economía circular, de la recuperación de materiales críticos en toda esta nueva economía", dice.
Pero también considera que hay que "decidir dónde y cuándo estamos en condiciones de gestionar y en qué modo la obtención de esos recursos de nuestro subsuelo o dónde directamente no queremos, porque por las razones que sean, lleva aparejado determinados riesgos que nos parece que la sociedad no está en condiciones de poder respaldar".
"Los nuevos materiales asociados a esta nueva energía están concentrados en algunos países y, por tanto, se pueden llegar a convertir en un nuevo cuello de botella para el despliegue de las energías renovables", dice Ribera. Una situación que podría chocar con "la agenda de construcción de paz y prosperidad, que aprovecha los recursos locales".
Para la responsable de la cartera de Energía, "hay dos cuestiones adicionales importantes. Por un lado, hoy tenemos identificadas algunas de estas materias primas minerales importantes para poder desplegar nuestra agenda renovable".
"Eso no impide pensar que la investigación, el seguimiento, el testeo del desarrollo tecnológico, nos permita identificar nuevos materiales, sustituir los materiales más escasos y preciosos por materiales que están más presentes en nuestra naturaleza y de forma natural y con menos afectación".
Por eso, "no solamente se trata de ver cómo podemos utilizar de la manera más inteligente, reutilizar una y otra vez los materiales para el despliegue de las renovables. En paralelo, debemos seguir trabajando para estar seguros de que podemos encontrar materiales más frecuentes, más baratos y con menor impacto y cómo podemos incrementar los rendimientos cuando son utilizados para producir energía renovable", concluye.