El Gobierno ya trabaja en la puesta en marcha del gasoducto entre Barcelona y Marsella (BarMar) al que dieron luz verde España, Francia y Portugal el pasado jueves, enterrando el proyecto MidCat. De hecho, ya en diciembre se prevé que haya un primer esbozo de este proyecto.
"Hemos contactado ya con los transportistas, con la industria y con los reguladores para poder tener listo un primer proyecto a principios de diciembre [el 9 de diciembre tendrá lugar en Alicante una cumbre de los países mediterráneos de la Unión Europea]. Vamos a presentar ese proyecto a la Comisión Europea", ha afirmado Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Energética, en una entrevista en La Vanguardia.
Pedro Sánchez, António Costa y Emmanuel Macron, líderes de los gobiernos español, portugués y francés, respectivamente, alcanzaron el jueves un acuerdo a tres para enterrar definitivamente el polémico gasoducto MidCat -que debía conectar Cataluña con Francia a través de los Pirineos y al que se oponía el Gobierno de París- y sustituirlo, "con carácter prioritario", por una nueva tubería submarina que unirá Barcelona con Marsella.
Para Ribera, el nuevo gasoducto representa una idea "sólida" y "con una visión muy europeísta". "El pacto tiene solidez. Tiene la palabra de tres jefes de Gobierno. Ese acuerdo surge después de un periodo muy complicado durante el cual el Gobierno de España creyó que era muy importante dar respuesta a la petición de solidaridad de Alemania y otros países europeos ante las consecuencias de la guerra de Ucrania", ha apuntado la vicepresidenta.
Ribera ha revelado cuál fue la propuesta de España. "Establecimos como condición que la nueva interconexión no fuese pensada exclusivamente para el transporte de gas metano, un proyecto que tendría difícil viabilidad en el medio plazo. Proponíamos una infraestructura de anticipación al hidrógeno verde, que también pudiese ser utilizada, durante cierto periodo de tiempo, para el transporte de gas metano", ha apuntado.
"Muchos problemas"
"El presidente Macron nos dijo que estaba dispuesto a pactar la construcción de una infraestructura para transportar hidrógeno, no para transportar gas. Nosotros dijimos: ningún problema, estamos hablando de lo mismo. A continuación añadió: creo que lo mejor es transportar solo electricidad y fortalecer las interconexiones eléctricas. Entonces le dijimos: completamente de acuerdo en el fortalecimiento de las interconexiones eléctricas, pero no renunciamos a la conducción de hidrógeno", ha desvelado Ribera.
De hecho, según dice, España puso como condición "la financiación europea y que tuviera continuidad más allá del Pirineo". "Nuestra propuesta se topó con muchos problemas. Francia está en una situación energética complicada [la mitad de su parque nuclear ha estado fuera de servicio por problemas de mantenimiento]. Francia no tenía como prioridad un esquema como el que proponía España. Insistimos. Finalmente, Francia ha aceptado la propuesta alternativa al MidCat, consistente en la conexión por Marsella", ha revelado la ministra.
Ribera ha puesto en valor la participación de Portugal para poder lograr el acuerdo. "Su aportación y compromiso han sido muy valiosos. También Portugal quiere fabricar hidrógeno", ha dicho.
Respecto a Italia, ha señalado que "el Gobierno italiano sabía que un acuerdo con Francia podía darse" y ha añadido: "España mantiene todos sus compromisos de solidaridad con Italia para enviar gas natural licuado por barco desde los puertos de Barcelona y Cartagena".
Coste del proyecto
Eso sí, no ha anticipado cuánto podrá costar el proyecto, que tendría un plazo de ejecución de entre cuatro y cinco años. "Quisiera ser muy prudente sobre esta cuestión. Esperemos a los estudios técnicos", ha señalado preguntada específicamente por este tema.
España, en este sentido, cuenta con una "ventaja" que no es "menor". "España ya ha construido otras conducciones submarinas [gasoducto Magreb-Europa a través del estrecho de Gibraltar y gasoducto Medgaz por el mar de Alborán]", ha destacado.
Además, ha apuntado que el proyecto de un gasoducto entre Barcelona y Livorno queda de momento descartado porque "no tiene mucho sentido hacer otra conducción submarina. La conexión con Marsella es más corta y más barata".
Sobre el abaratamiento del gas, la ministra explica que las reservas de gas "están llenas en Europa" y como aún no ha empezado a hacer frío la demanda ha bajado porque las calefacciones aún no se han encendido, pero advierte de que "puede haber repuntes e incrementos de precios en los próximos meses".