La crisis energética está provocando un cambio de mentalidad. Ahora todas las fuentes de generación son buenas para evitar cortes de suministro. Especialmente en Europa. Sin embargo, según ha podido saber EL ESPAÑOL-Invertia de fondos, las renovables sigue siendo las estrellas para los inversores, aunque cada vez consiguen más foco las infraestructuras gasistas, y su posible transformación para hidrógeno, y las de electricidad.
"Los fondos de inversión tienen muchísima liquidez. A veces no saben qué hacer con tanto dinero", explican fuentes conocedoras a este diario. "Además de invertir en renovables, que saben que ese es el futuro pese a la crisis energética que vivimos, buscan valores refugio y esos son los activos regulados, es decir, infraestructuras de gas y electricidad".
Las redes de distribución de gas están centrando el foco de los inversores. "Es un cupón fijo, como un bono del Estado. Además, se sabe que vamos a seguir necesitando gas para generar energía durante muchos años, hasta que el futurible hidrógeno empiece a verse como una realidad".
"Y no hay que olvidar que también hay movimientos en el sector del petróleo, con muchos anuncios de compras y ventas en los últimos meses, y atención a la sorpresa que puede dar el almacenamiento", concluyen las mismas fuentes.
Renovables, viento en popa
Los vientos de cola para el sector de las energías renovables en todo el mundo continúan acelerándose a medida que los costes de generación de energía disminuyen y países y empresas anuncian compromisos de descarbonización ambiciosos, según el último análisis de Brookfield Renewable.
Esta compañía es uno de los inversores más grandes del mundo en energía renovable, con unos 21 GW de capacidad de generación.
En España, no hay duda de que el interés sigue siendo las energías limpias. Especialmente la fotovoltaica. Incluso hay quien nos ha llamado el ‘Texas de Europa’ en renovables gracias a que tiene un 35% más de irradiación solar que el resto de países del sur de Europa. Cada euro invertido en España en producción solar aporta un 35% más de margen de rentabilidad que en cualquier otro país de la UE.
A nivel europeo, el nuevo plan de la Comisión Europea de "limitar los ingresos de los productores de electricidad inframarginales", no ha cambiado el foco. AELEC, la patronal de las grandes eléctricas europeas, ha aclarado con respecto a la tasa para gravar con un 33% los beneficios extraordinarios de las empresas energéticas que "solo hace referencia al sector de combustibles fósiles (petróleo, gas y refinerías) y no a las compañías eléctricas con generación renovable".
De hecho, la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, ha asegurado que un impuesto sobre los beneficios extra de las compañías de combustibles fósiles aumentaría los ingresos para invertirlos en energías renovables. Se establecería un límite de precio para las fuentes de energía inframarginales a un nivel que “preservara los incentivos” para los productores de energía renovable.
Electricidad y gas
Las infraestructuras de electricidad y gas siguen siendo valores seguros. Y, más aún, con una crisis energética que ha abierto las costuras a las interconexiones entre países.
En el caso del gas, Europa se enfrenta a la peor crisis de suministro de su historia, con los precios de la energía disparados y los importadores alemanes incluso discutiendo un posible racionamiento en la economía más grande de la Unión Europea.
Si se quiere dejar de depender del gas ruso, hay interés político entre las grandes naciones europeas para invertir en terminales terrestres de GNL (gas natural licuado).
"Además, la incorporación del gas y la nuclear en la taxonomía verde europea y el plan REpowerEU, abrieron la puerta a más inversión en este sector", añaden las fuentes.
Para las infraestructuras eléctricas no hay duda de que el futuro pasa por ampliar las interconexiones y mejorar las redes de transporte y distribución existentes.
Nuclear, en otros países
Debido al enorme potencial de la energía nuclear en los próximos años, los inversores han identificado algunas perspectivas interesantes. Bloomberg destaca que solo en 2021 los fondos de capital riesgo sumaron inversiones de 3.400 millones de euros para nuevas empresas que se especializan en energía nuclear.
Y Rystad Energy predice que se invertirán 91.000 millones en el sector antes de que concluya el próximo año, siguiendo el crecimiento de las tecnologías de fisión y fusión.
Aún así, un nuevo análisis realizado por investigadores de la Universidad de California, Berkeley y la Universidad de Cambridge, la financiación de energía de siete de las ocho principales economías del mundo creció de 10.900 millones a 20.100 millones entre 2001 y 2018, un aumento del 84%. Pero la financiación de I+D+i de las tecnologías nucleares ha caído del 42% al 24%, algo que no ha pasado con los combustibles fósiles.
Sin embargo, en España, no hay ningún interés en invertir en el sector nuclear. "Ni siquiera tienen interés las propias compañías propietarias en nuevos proyectos, como mucho en alargar la vida de las ya existentes", añaden.