La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este lunes que prepara una "intervención de emergencia" en el mercado eléctrico comunitario -que irá seguida de una reforma en profundidad de su diseño- con el fin de poner freno a los "exorbitantes precios" de los últimos días.
Una escalada en la factura de la luz que Bruselas atribuye al "chantaje energético" que está ejerciendo el presidente ruso, Vladímir Putin, para que la UE deje de apoyar a Ucrania. El último episodio es el cierre total del gaseoducto Nord Stream 1 durante los próximos días por supuestos motivos de mantenimiento que no estaban programados.
Von der Leyen no ha precisado en qué plazos pondrá sobre la mesa las propuestas legislativas para la intervención de emergencia ni para la reforma a largo plazo del mercado eléctrico. Su equipo también ha eludido aclarar el calendario.
La presidenta tampoco ha dado detalles sobre su contenido, aunque en el pasado ella misma ha defendido desvincular el precio de la electricidad del del gas para evitar un efecto contagio, en línea con lo que reclaman España o Francia.
En paralelo, República Checa, que ocupa la presidencia de turno de la Unión Europea, ha convocado una reunión extraordinaria de ministros de Energía para el 9 de septiembre. "Debemos arreglar el mercado de la energía. La solución a nivel de la UE es, con mucho, la mejor que tenemos", ha dicho el ministro de Industria checo, Jozef Síkela.
"Poner fin a nuestra dependencia de los combustibles fósiles de Rusia es sólo el primer paso. Los exorbitantes precios de la electricidad están exponiendo ahora, por razones diferentes, las limitaciones del actual diseño de nuestro mercado de la electricidad", ha explicado Von der Leyen en un discurso en Eslovenia.
"Se desarrolló en circunstancias completamente diferentes y para objetivos totalmente distintos. Ya no cumple sus objetivos. Y por eso la Comisión está trabajando ahora en una intervención de emergencia y en una reforma estructural del mercado de la electricidad. Necesitamos un nuevo modelo de mercado para la electricidad que funcione realmente y nos devuelva al equilibrio", sostiene la presidenta.
El anuncio de este lunes supone un vuelco en la posición del Ejecutivo comunitario, que hasta ahora defendía las bondades del actual modelo marginalista de fijación de precios, que provoca que sea el gas el que determine el precio de la electricidad. Cualquier reforma reduciría los incentivos para las renovables y pondría en riesgo la seguridad de suministro, alegó repetidamente la comisaria de Energía, Kadri Simson.
La propia Von der Leyen apoyó por primera vez desacoplar el precio del gas del de la electricidad en octubre del año pasado, pero después fue desautorizada por su propio equipo. Además, Alemania, Holanda y los nórdicos formaron un frente común en defensa del actual modelo de fijación de precios frente a la presión de España y Francia.
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El enfrentamiento acabó con un acuerdo de mínimos en marzo sobre la "excepción ibérica", que en la práctica supone desacoplar electricidad y gas pero sólo se aplica a España y Portugal.
En junio, la presidenta volvió a la carga en su propuesta de reformar el mercado eléctrico. "¿Cuál es problema de la estructura del mercado? Todavía tenemos un mercado de la electricidad que está diseñado de una manera que era necesaria hace 20 años cuando comenzamos a introducir las energías renovables", dijo entonces Von der Leyen en un discurso en el Parlamento Europeo.
"Hoy en día, el mercado es completamente diferente. Son las energías renovables las más rentables y las más baratas. El gas es el más caro, pero define todo el precio. Y este sistema de mercado ya no funciona. Tenemos que reformarlo. Tenemos que adaptarlo a las nuevas realidades del dominio de las renovables (...). Esta es una gran reforma que llevará tiempo", afirmaba la presidenta.
Sin embargo, los niveles estratosféricos que están alcanzando los precios en los últimos días han llevado a muchos Estados miembros a cambiar de posición. El último, Alemania. El vicecanciller, Robert Habeck, de los Verdes, se ha sumado a las tesis de España y Francia y defiende también desacoplar los precios de gas y electricidad, según informa el diario Handelsblatt.