Las naciones de Oriente Próximo registrarán un incremento en sus ingresos de 1,3 billones de dólares (1,29 billones de euros) hasta 2026 debido al incremento en los precios del petróleo crudo y el gas natural, según una estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En una entrevista con el diario económico británico 'Financial Times', el director del FMI para Oriente Próximo y el Norte de África, Jihad Azour, ha indicado que este aumento de los ingresos es en relación con las previsiones de precios energéticos que había antes de la guerra en Ucrania.
El técnico del FMI también ha indicado que es "importante" que los países exportadores de petróleo y gas utilicen estos ingresos extraordinarios para "invertir en el futuro", así como en la productividad interna.
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A diferencia de en la mayoría de países de Occidente, la mayor parte de las empresas de gas y petróleo en Oriente Próximo son de titularidad de sus respectivos estados. De esta forma, son los países los que directamente se benefician del incremento de los ingresos por una subida de los precios energéticos.
"Lo que va a ser realmente importante es cómo [los países de Oriente Próximo] gestionan este nuevo ciclo y cómo mantienen al mismo tiempo los beneficios de liquidez adicional y las políticas que no los lleven a un estado procíclico", ha subrayado Azour.
Entre los países de Oriente Próximo se encuentran Arabia Saudí, Armenia, Azerbaiyán, Baréin, Catar, Chipre, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Georgia, Irak, Irán, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Palestina, Siria, Turquía y Yemen.