Los precios del gas natural han subido a niveles récord en los últimos meses, especialmente por la invasión rusa de Ucrania, y todavía hay que pasar el invierno. ¿Qué podemos hacer para reducir nuestra dependencia del gas natural y reducir así la factura?
El Gobierno alemán ha anunciado un conjunto de medidas que dice que ayudarán a reducir el consumo de gas en la población y almacenar la mayor cantidad posible de gas natural, junto con un mayor uso de centrales eléctricas de carbón. Una decisión más necesaria todavía al conocer el último Gas Market Report de la Agencia Internacional de la Energía, que señala que los precios del gas seguirán por encima de los 100 euros al menos hasta 2025.
¿Y en España? Aumenta la preocupación en la población no tanto por si falta gas este invierno, sino por la factura de final de mes. Es el momento de buscar alternativas para calentar los hogares, generar electricidad y fabricar bienes esenciales. En la Unión Europea, el gas natural representa alrededor del 20% del suministro de energía, y en nuestro país, en concreto, supone el 23%, según datos de 2021.
Medidas estrella
Nadie tiene la varita mágica para dar con la solución inmediata, pero las redes sociales están llenas de propuestas, algunas muy interesantes y otras más peregrinas.
En general, se proponen medidas como ducharse en un tiempo más corto y, por supuesto, no bañarse, apagar las luces cuando no se estén usando o bajar el termostato en invierno hasta tenerse que poner una chaqueta en casa y no bajar el aire acondicionado más allá de los 23ºC.
La Agencia Internacional de la Energía ha estimado que los consumidores pueden ahorrar hasta un 10% al año en costes de calefacción y aire acondicionado si bajan o suben el termostato entre 4 y 6ºC durante ocho horas al día.
Desenchufar los aparatos electrónicos cuando no se usan o cocinar grandes cantidades de alimentos una vez cada pocos días, en lugar de en cada comida, también pueden sumarse a estas medidas.
Por su parte, Francisco Valverde, experto en energía y consultor de Menta Energía, es muy claro en su análisis: "En Centroeuropa debería empezar ya una campaña masiva de promoción de la aerotermia y la geotermia dando facilidades para el cambio de calderas de gas como si no hubiera un mañana".
La aerotermia es un sistema que, mediante una bomba de calor, aprovecha de forma eficiente la energía contenida en el aire del exterior. Una vez captada esta energía, es trasladada al circuito de calefacción de la vivienda, sistema de producción de agua caliente sanitaria y al sistema de refrigeración de los espacios del hogar en verano.
Valverde explica que 1 MWh de gas genera 1 MWh térmico, pero para producir 1 MWh eléctrico se necesitan 2 MWh de gas. "Si esa electricidad se emplea para generar calor, se necesitarían 4 MWh térmicos, y no hay que olvidar que dos tercios del gas se utilizan en calefacción".
Según el comparador de tarifas de luz y gas Roams, dependiendo del tipo de calefacción se puede ahorrar entre un 40 y un 60%. Por ejemplo, sustituir la caldera de gas natural por aerotermia supone un ahorro del 50%, pero si es de gasoil, aumenta hasta el 60%.
Eficencia energética
Otra medida que se puede poner en marcha antes de la llegada del invierno es invertir en eficiencia energética.
Christian Deilmann, cofundador y CPO de tado°, empresa de climatización en edificios, dice que los termostatos inteligentes podrían ayudar a reducir el gas ruso importado de 150 a 90.000 millones de metros cúbicos (si todos los hogares europeos utilizaran termostatos inteligentes).
tadoº participa en un grupo de trabajo del Gobierno de EEUU y la Unión Europea para reducir la dependencia de Europa de los combustibles fósiles rusos. Además de promocionar el desarrollo de las energías renovables (medida que no tiene un efecto inmediato), también proponen impulsar el ahorro energético.
"Se pueden lograr reducciones inmediatas en la demanda de gas a través de soluciones de eficiencia energética, como aumentar los dispositivos de respuesta a la demanda, incluidos los termostatos inteligentes, y el despliegue de bombas de calor".
"El plan REPowerEU estima que las reducciones a través del ahorro de energía en los hogares pueden reemplazar 15,5 bcm este año y que la aceleración del despliegue de la energía eólica y solar puede reemplazar 20 bcm este año, y a través de los planes existentes de la UE, como Fit for 55, contribuye al objetivo de la UE de ahorrar 170 bcm/año para 2030", señala el informe.
Boom del autoconsumo
La crisis energética está empujando un segmento que hasta hace dos años no había despegado en España: el autoconsumo. Cada año se dobla la capacidad instalada, pero se espera que en 2022 pudiera incluso triplicarse.
"Los alcaldes de pequeños y medianos municipios se ponen en contacto con nosotros porque están buscando soluciones que les permitan bajar la factura de la luz de sus ciudadanos", decía en una entrevista para EL ESPAÑOL-Invertia José María González Vélez, presidente de Gesternova, comercializadora de electricidad de origen cien por cien renovable.
Según los cálculos de Iberdrola, un hogar con instalación solar de autoconsumo puede ahorrar hasta un 70% en la factura anual. Y su instalación es rápida. El montaje requiere de 1 a 2 días como máximo, solo depende de la velocidad de los trámites administrativos.
[Iberdrola, líder en España de autoconsumo, con el 40% de las instalaciones para hogares]
La industria, la gran afectada
Pero que los hogares sustituyan el uso del gas o lo disminuyan es relativamente fácil si se compara con lo que ocurre en la industria. Según el último boletín de precios de mercados de GasINDUSTRIAL, entre el 18 de junio y el 1 de julio, el precio spot del gas en Europa ha subido de media un 44,5%, alcanzando los 114,47 euros/MWh.
El sector cerámico y de la fabricación de baldosas ya avisa de que se enfrenta a un problema de viabilidad económica y pérdida de competitividad por el alza de los precios energéticos, que ya suponen un coste del 19% de la facturación total de esta industria.
Según la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer), la industria fabricante de baldosas cerámicas hace un uso intensivo de energía, con un alto porcentaje de consumo de gas natural en sus procesos, llegando a consumir un total de 17 TWh de gas natural en 2021, un 27% más que en el año anterior y el consumo de electricidad creció un 29%, hasta los 1,8 teravatios hora.
Y no serán los únicos. La única alternativa que le queda a la industria, a corto plazo, es la misma que se ha visto en los últimos meses, parar.
"El racionamiento afectaría la producción de las industrias que utilizan el gas como insumo clave, con un impacto en cadena en las empresas a lo largo de la cadena de suministro", señala Fitch en su informe 'El riesgo de recesión en la eurozona aumenta a medida que se avecina el racionamiento de gas'.