In extremis, el grupo industrial siderúrgico español Celsa podrá recibir la ayuda que necesita para sanear sus cuentas, pese a que no ha llegado a un acuerdo con sus acreedores. El Consejo Gestor del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (Fasee), que depende de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), ha aprobado la ayuda solicitada por Celsa por valor de 550 millones de euros. La de mayor cuantía de todas las otorgadas.
La cuantía será canalizada a través de la concesión de un préstamo participativo por importe de 280,5 millones y otro ordinario de 269,5 millones, y dado que el primero es superior a 250 millones, es necesaria la autorización por parte de la Comisión Europea.
Por tanto, la conclusión de la operación requerirá de la autorización del Consejo de Ministros, previa validación de la Comisión Europea. Y todo ello debe realizarse antes del 30 de junio, que es cuando vence el plazo para que la SEPI otorgue ayudas a empresas afectadas por la Covid a través del Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas.
No obstante, según fuentes cercanas a la operación, la ayuda de la SEPI no se materializará hasta que Celsa y sus acreedores cierren un acuerdo que esté en consonancia con el compromiso aceptado por ambas partes para reestructurar su deuda en los términos exigidos por la SEPI. Es decir, la ayuda se ha autorizado, pero ahora la empresa y sus acreedores deberán seguir negociando.
La operación se ha aprobado tras el análisis de la situación económica y jurídica de la siderúrgica, del impacto que ha sufrido por la pandemia y de su plan de viabilidad, y de la reestructuración de la deuda con sus acreedores.
El acuerdo llega un mes y medio después de que la SEPI diera el visto bueno preliminar al expediente de Celsa para su rescate, solicitado a mediados de 2020.
La SEPI concluyó el 15 de marzo el análisis de la solicitud con cargo al Fasee solicitada por Celsa, quien aceptó los términos y condiciones fijados por el Fasee para la concesión de la ayuda.
2.000 millones de deuda
El grupo, que cuenta con una deuda superior a los 2.000 millones de euros en España, cerró 2021 con una facturación de 5.300 millones y un ebitda alrededor de los 600 millones a nivel global, y cuenta con 4.500 trabajadores en España y cerca de 10.000 en toda Europa.
Para Celsa España la crisis ocasionada por la pandemia generó caídas en sus mercados naturales del 25% en 2020, año que arrojó un resultado negativo de 364 millones de euros.