La compañía alavesa Cegasa tiene una larga trayectoria en producción de pilas para uso doméstico. Fundada en 1934, generaciones de españoles han utilizado sus pilas casi para todo: desde una linterna hasta un 'walkman'.
Ahora lleva una década en un proceso de transformación que les puede convertir en líderes de producción de baterías de litio para almacenamiento estacionario de energía a nivel europeo. Actualmente, es la única compañía española que fabrica y desarrolla baterías de litio y zinc íntegramente en Europa. En concreto, en el Parque Tecnológico de Álava.
En su plan estratégico a cinco años se proponen figurar entre los cinco fabricantes más importantes de Europa. Y, vista su evolución en estos últimos años, tienen todas las papeletas para lograrlo.
"Desde hace 40 años estamos fabricando pilas de zinc que sustituyen a las alcalinas de toda la vida", explica a EL ESPAÑOL-Invertia José Ángel Medina, CEO de la compañía. "Es un mercado pequeño pero vendemos en 38 países. Tenemos oficina en España, Portugal, Reino Unido, Alemania, Australia y Estados Unidos. Somos líderes en Europa y tenemos muchos proyectos en varios países de África".
Las pilas de zinc que produce Cegasa tienen, principalmente, tres aplicaciones. La primera, para la explotación agraria. Es decir, "se ponen en las vallas que se electrifican para reses", especifica Medina. Sobre todo las comercializan en Alemania, Francia y Holanda.
La segunda, para señalización vial. "Los flashes de determinadas señales que hay en la carretera", puntualiza Medina, "y ferroviaria". Y, la tercera, "a alarmas 'antiokupas' que se colocan en lugares donde la red eléctrica no llega".
Ahora están abriendo un nuevo nicho de mercado que es el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Por ejemplo, "las pilas se pueden emplear en los depósitos de paquetería o en los blocs de Amazon, en cualquier sistema que necesite electricidad 24 horas al día".
El año del litio
José Ángel Medina reconoce que "donde nos estamos volcando es en el negocio de las pilas de litio para almacenamiento estacionario de energía. Son imprescindibles para la transición energética". Un plan en el que no entran las baterías para movilidad eléctrica.
Y asegura que "este es el año en el que ha explotado este negocio porque ha calado el mensaje en la calle. Aunque se eliminó el 'impuesto al sol' hace más de dos años, ha sido la crisis energética y la guerra en Ucrania por la invasión de Rusia la que ha abierto la puerta a un cambio de mentalidad a la hora de depender exclusivamente de la red eléctrica".
Cegasa ha diversificado mucho su producto. "Hacemos desde baterías domésticas para autoconsumo hasta comunidades energéticas en pueblecitos de Burundi (África)", explica su CEO. Por eso, su oferta va desde los 8 kW hasta los 3 MW de acumulación. "No podemos competir con coreanos y chinos en el mercado de los sistemas de almacenamiento más grandes. Pero queremos liderar el mercado español y posicionarnos en el top 5 de los fabricantes europeos", añade.
Así, tienen en desarrollo modelos de negocio asociados a comunidades energéticas, con hibridación de tecnologías, fotovoltaica con baterías y, por supuesto, autoconsumo. "Nuestras baterías son modulares o escalables. Eso nos permite ser muy versátiles a la hora de responder a las necesidades de los proyectos", explica.
"Fabricar en Europa es un reto, porque viene todo de China y cualquier ayuda que dé soporte a este sector es muy bienvenida. Incluso si en vez de ayudas, se quitaran trabas, también sería de gran ayuda", propone.
El responsable de la compañía señala la burocracia como autorizaciones, homologaciones o legislación medioambiental, la gestión del día a día o la política educativa como algunas de esas trabas. "Es difícil fabricar en España. en general. Pero si además quieres hacer baterías de litio, más aún. O tienes un apoyo a la investigación, acceso a personal técnico o ayuda a la empresa, o todo es demasiado cuesta arriba", reconoce.
Retos de la industria
La transición energética europea ha puesto el horizonte de la descarbonización de los sistemas eléctricos de aquí a 2050. En este escenario, la industria del almacenamiento energético juega un papel fundamental, porque se necesita gestionar la variabilidad de las fuentes de energías renovables.
"Es necesario que haya un equilibrio entre generación de energía renovable y almacenamiento. Son tecnologías complementarias y, en el caso del almacenamiento, no ha ido al ritmo necesario", sostiene Medina.
Por otro lado, hay que recordar que debe ser una tecnología sostenible y al alcance de todos. "Apostamos por ser diferentes, y buscamos que los sistemas y componentes sean lo más reciclables posibles. Por ejemplo, en el caso del final de la vida útil de las baterías tenemos acuerdos con proveedores que se encargan de la recuperación de los materiales que se han utilizado en su fabricación", asegura.
Cegasa quiere que toda la cadena de valor del sector del almacenamiento esté en Europa. "Ya hemos visto que depender de terceros países nos hace más débiles. Aquí tenemos todo lo que necesitamos para poder extraer y tratar litio, para fabricar baterías, y mercado para venderlas. Es el momento de apostar firmemente por este sector", concluye.
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