El principal problema industrial de Galicia es la industria electrointensiva, con la fábrica de San Cibrao (Lugo) de Alcoa a la cabeza. Es lo que más ha destacado el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, en su reunión con la ministra de Industria, Reyes Maroto.
"Y no solo es por el bloqueo de la multinacional estadounidense en vender a un tercero sino también por los altos precios de la energía, que también están ahogando al resto de sectores industriales".
En los últimos meses, el sector industrial gallego va perdiendo fuelle. Si a primeros de enero, el fabricante eólico Siemens Gamesa cerraba su planta de palas de As Somozas (A Coruña), después le han seguido otros, como la de Viveiro (Lugo) de Vestas en septiembre, a finales de agosto la de Alu Ibérica en A Coruña, y pende de un hilo la de Ence en Pontevedra o la ya citada de San Cibrao (Lugo) de Alcoa.
Y eso es solo la gran industria. Los astilleros no tienen proyectos futuros y el sector agroalimentario vive horas bajas.
"Esperamos que los fondos europeos sirvan para solucionar la crítica situación de la industria gallega", ha dicho Feijóo, "y esperamos que en los próximos meses podamos dar buenas noticias a los trabajadores industriales". Y puede hacerlo. La Xunta de Galicia tiene las competencias en política industrial, son autonómicas.
Altos precios energéticos
A la crisis que llevan arrastrando años, ahora se suman los altos precios energéticos. Unos costes que normalmente suponen el 60% del gasto total de las grandes industrias, y que con la subida del precio de la energía está representando un 75%.
"En España pagamos un 135% más que en Francia y un 45% más que en Alemania", aseguran desde AEGE (Asociación de Empresas de Gran Consumo de Energía).
Pero la ministra Reyes Maroto se defiende y asegura que "la semana pasada hemos aprobado 179 millones de euros en ayudas de CO2 que corresponden a este año, de los cuales 12,5 millones se han ido a Galicia con ocho empresas beneficiarias".
"También hemos avalado los contratos privados entre industria y eléctricas, uno de los instrumentos que más se van a utilizar a partir de ahora y que depende de CESCE, de este Ministerio".
Y además, "hay que contar con las medidas cautelares que ya hemos tomado para que los grandes consumidores puedan participar de las subastas de renovables, o las rebajas en el impuesto especial de la electricidad, que favorecen que los precios sean competitivos".
En el caso de Alcoa, Maroto ha puntualizado que "hemos llevado a cabo medidas coercitivas contra la multinacional del aluminio como pedirle la devolución de las ayudas al CO2, de las cuales se habría beneficiado desde 2018 que es cuando presentó el ERE".
Ayudas europeas
La industria gallega agoniza y mira a los fondos europeos como su salvavidas. "Ya hemos autorizado el 66% de todos esos fondos, más de 10.000 millones de euros", asegura Maroto.
"El PERTE que me confirman desde Industria que saldrá en 2022 encuentre hueco en los astilleros gallegos, esperamos que el PERTE del sector de la automoción pueda formar parte las inversiones de más de 1.000 millones de euros que tiene previsto hacer Stellantis, el primer constructor de vehículos de España en Vigo, y en el sector forestal, el un PERTE de la economía circular, con la fábrica de fibras textiles", añade Feijóo.
"La industria gallega tiene una oportunidad única de transformación y de futuro", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Francisco Méndez Gómez, secretario de Cambio de Modelo Productivo y Sostenibilidad de CCOO Galicia. "La eólica marina, los proyectos de hidrógeno, donde están inmersos Reganosa y la portuguesa EDP, la fábrica de fibras textiles vinculada a la economía circular o la transformación de la central térmica de carbón de As Pontes".
"Lo único que hay que hacer es ponerlos en marcha, la comarca del Ferrol podría ser un motor económico e industrial, y el sector naval y de astilleros tendrían futuro y mucho más si se consigue la inversión en un dique cubierto reclamada desde hace años".
"El dique cubierto es esencial para conseguir la digitalización total del astillero, y lo pondría en la vanguardia de astilleros y en concreto de los militares", concluye.