La industria petrolera a nivel mundial necesitará realizar inversiones por valor de 11,8 billones de dólares (10,08 billones de euros) en los próximos 15 años, ya que este tipo de energía seguirá siendo la principal fuente de energía en 2045, según se desprende del informe 'Perspectiva mundial del petróleo' de OPEP, el cartel de los países productores de petróleo.
La mayor parte de estas inversiones serán necesarias en el segmento de la exploración y producción, conocido en el sector como 'upstream'. En concreto, la OPEP ve necesarias inversiones por valor de 9,2 billones de dólares (7,86 billones de euros), la mayor parte de las cuales se tendrán que realizar en Norteamérica.
Por otro lado, las operaciones de transporte y almacenamiento ('midstream') requerirán de inversiones a nivel mundial por valor de 1,1 billones de dólares (939.795 millones de euros), al tiempo que la rama de 'downstream', encargada del refino, la distribución y la venta, tendrá una necesidad de inversión de 1,5 billones de dólares (1,28 billones de euros).
"Está claro que la infrainversión sigue siendo uno de los grandes desafíos de la industria del petróleo y esto se ha exacerbado por la pandemia del Covid-19", ha subrayado el secretario general de la OPEP, Mohammad Barkindo, que ha alertado que solo en 2020, las inversiones se desplomaron un 30%.
La estimación de financiación para proyectos petroleros se debe a las previsiones de demanda de la OPEP. Pese a los compromisos adquiridos por multitud de países para hacer frente al cambio climático y en contra de las energías fósiles, la demanda primaria de petróleo a nivel mundial seguirá aumentando sin cesar en los próximos años. En concreto, para 2045 será de 99 millones de barriles por día, frente a los 82,5 millones que se registraron en 2020. Esto supone un crecimiento anual del 0,7%.
Fuentes de energía
Aunque el petróleo seguirá siendo la principal fuente energética del 'mix' mundial, con una cuota del 28,1% en 2045, el resto de fuentes de energía experimentará crecimientos más abultados. El gas natural observará un crecimiento anual en los próximos 15 años del 1,2%, pasando de 64,2 millones de barriles equivalentes de petróleo por día en 2020 a 85,7 millones en 2045. La biomasa experimentará el mismo ritmo de crecimiento anualizado, desde los 27,2 millones de barriles de 2020 a los 37 millones de 2045.
La energía hidroeléctrica pasará de 7,5 millones de barriles equivalentes diarios del año pasado a 10,5 millones dentro de 15 años, un crecimiento anualizado del 1,4%. A mayor ritmo crecerá la energía nuclear, con una tasa del 1,7%, hasta registrar una demanda de 22 millones de barriles equivalentes de petróleo diarios en 2045, frente a los 14,3 millones del año pasado.
La mayor tasa de crecimiento será para el resto de energías renovables, entre ellas la solar y la eólica. Este segmento energético observará una demanda medida en barriles equivalentes de petróleo de 36,6 millones por día en 2045, frente a los 6,8 millones de 2020. Esto supone crecer a un 7% al año. Solamente la demanda de carbón se contraerá en la próxima década y media, desde los 72,9 millones por día de 2020 a los 61,3 millones de 2045.
En total, el cartel petrolero estima que la demanda primaria de energía para 2045 será de 352 millones de barriles equivalentes de petróleo por día. Esta cifra es 76,6 millones superior a la registrada en 2020, cuando la demanda primaria de energía fue del 275,4 millones de barriles por jornada.
Este abultado crecimiento se puede atribuir casi de forma exclusiva a los países ajenos a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La demanda de estos terceros países crecerá en 76 millones de barriles, hasta alcanzar los 249,9 millones. En cambio, la demanda de las naciones de la OCDE entre 2020 y 2045 apenas se elevará en 0,6 millones de barriles equivalentes por día.