Los precios del gas ya se están cobrando las primeras víctimas en el sector industrial europeo: el sector agroalimentario. Es en Reino Unido, pero los analistas señalan que solo es un ejemplo de lo que podría ocurrir si se mantienen en el tiempo los récord históricos de esta commodity, que se ha disparado un 381,2% en un año, según GasIndustrial.
Según medios británicos, las empresas alimentarias advierten que la alta demanda mundial de gas y el aumento de los precios, también en la factura eléctrica, están provocando paralización de fábricas de fertilizantes, imprescindibles en su cadena de producción. Tanto es así que el gigante avícola británico 2 Sisters Food Group, o el productor de carne de cerdo Cranswick, avisan de estar a punto de quebrar.
Aunque España y Portugal son los países del Viejo Continente donde más caro se paga el MWh, en Reino Unido se han llegado a alcanzar precios estratosféricos puntualmente a lo largo del último mes. Por ejemplo, alcanzó su máximo de esta semana en 2.500 libras/MWh (unos 2.930 euros/MWh), por el encarecimiento del gas, la falta de viento en Irlanda y un incendio que provocó el cierre de un cable de alto voltaje que importa energía de Francia.
Alerta en la industria española
La alerta ya está encendida en la industria española. La organización UPA Castilla y León ha denunciado la situación límite en la que se encuentran las granjas de pollos en la región ante la abusiva subida del precio del gas, que es la principal fuente de consumo energético de este sector productor. Y han advertido que hace muy complicada la rentabilidad en un sector con márgenes de por si estrechos.
También lanza una advertencia la industria del ladrillo y las tejas. Según su patronal, Hispalyt, la industria de la cerámica estructural vive una complicada situación, como sector intensivo en energía, por la escalada de precios de la energía eléctrica, del gas natural y de los derechos de emisión experimentada a lo largo de este año 2021.
"El incremento de la factura energética de las fábricas de ladrillos y tejas pone en riesgo la competitividad de las empresas, comprometiendo su viabilidad y continuidad", aseguran en un comunicado.
Fondo de Sostenibilidad Eléctrica
"Es cierto que en la industria hay inquietud y preocupación por los precios del gas", explica a EL ESPAÑOL / Invertia Verónica Riviére, presidenta ejecutiva de GasIndustrial, la patronal que agrupa a los grandes consumidores de gas de España.
"Pero no todos están en la misma situación, dependerá del contrato que tengan con su comercializadora, que normalmente suele estar o indexado a Brent (se revisan los precios trimestralmente) o a uno, dos y hasta tres años".
Sin embargo, reconoce que "el problema podría ser importante si estos niveles de precios altos de gas se mantienen más allá de lo que el mercado de futuros marca, hasta la primavera, porque entonces es un esfuerzo puntual". Para la representante del sector lo que podría ser la gota que colma el vaso es la aprobación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico. "Encarecería los precios de producción y, por tanto, sería un golpe a la competitividad de nuestra industria".
La industria continúa siendo el primer consumidor de gas en nuestro país, con un 64,9%, seguido de las centrales eléctricas de ciclo combinado (17,7%) y del sector doméstico-comercial (16,3%).
Caída brusca del gas
Según el último informe sobre FX Insights elaborado por Nomura, los mercados de gas europeos siguen atrapados desde hace meses entre sus bajos niveles actuales de almacenamiento, la fuerte demanda de gas natural licuado (GNL) desde Asia y una reducción de los suministros por gaseoducto desde Rusia y Noruega. Los precios diarios registran máximos históricos y los futuros para este invierno han subido un 200% y superan los 70 €/MWh.
Esto tiene una consecuencia directa: la subida de la inflación. Pero asegura que, si es "temporal", podría provocar un aumento muy rápido para luego caer también bastante rápido. También es algo que realmente no está bajo el control de los bancos centrales y afectará al coste de producción y reducirá los ingresos reales.
En esto coinciden los analistas del Grupo ASE. Dicen que el nivel de los almacenes europeos está ahora mismo al 67% de su capacidad, y seguirá creciendo, al menos, hasta mediados de octubre. Por tanto, salvo que el invierno sea excepcionalmente frío, no debería resultar problemático. Pero si, por el contrario, el invierno fuera cálido, se produciría una reducción brusca de los precios de gas. Podrían colocarse por debajo del nivel de los 25 €/MWh para febrero y marzo, muy por debajo de los 70 €/MWh en los que cotiza actualmente.
Por tanto, en función de la meteorología, los analistas de Grupo ASE calculan que el rango en el que se puede mover el precio del gas este invierno es muy amplio, oscila entre los 20 y los 100 €/MWh. El mercado de futuros se ha situado en el rango más alto porque descuenta una prima de riesgo muy elevada.
Por otra parte, además de unas condiciones climatológicas suaves, otros dos factores podrían limitar la subida del gas a corto plazo. Podría producirse un descenso en la demanda asiática, que actualmente está almacenando, y también podría reducirse la demanda de gas para producir electricidad. En el primer caso, hay voces que advierten de la desaceleración de la producción china y de los efectos de la caída de la inmobiliaria Evergrande. Y, en el segundo caso, solo hay un camino: más renovables.