El presidente del Instituto de Estudios Económicos (IEE), Íñigo Fernández, ha resaltado la relevancia del sector energético en América Latina, un área de actividad que será una materia prima "fundamental para el desarrollo de la actividad económica".
En una conferencia sobre un informe que ha realizado la institución sobre la situación actual y las perspectivas de inversiones energéticas en la región latinoamericana, Fernández ha resaltado que el sector está "muy en boga". Además, conecta con el desarrollo sostenible y con el fomento de las energías limpias.
Asimismo, el presidente del IEE ha enfatizado el duro impacto de la pandemia en Latinoamérica y el Caribe. Por ello, ha resaltado a la energía como una "pieza clave" para alcanzar un desarrollo sostenible de la región.
Por su parte, el economista jefe para la Región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial, Martín Rama, ha señalado que, pese a los aspectos negativos de la crisis, en Latinoamérica se ha producido una disrupción generalizada por las nuevas tecnologías, cuya adopción se ha visto acelerada por la crisis de la Covid-19.
En este sentido, Rama ha expuesto que existen dos áreas donde la disrupción económica generada por la tecnología puede ayudar, que son la digitalización y la transformación del sector eléctrico.
Así, ha apuntado que la digitalización ha generado cambios a través de toda la economía y puede ser la oportunidad de transformar la inclusión financiera. De su lado, Rama ha subrayado que en lo referente a la disrupción de origen tecnológico en el sector eléctrico, América Latina y el Caribe tienen la ventaja de ser matriz energética "más limpia del mundo en desarrollo". De hecho, cuentan con una gran disponibilidad de energía hidroeléctrica, y poseen mucho potencial en términos de energía solar y de energía eólica.
"Si esta matriz energética limpia se utilizara adecuadamente, la región dispondría de la electricidad más barata del mundo; sin embargo, el precio de la electricidad es más alto en América Latina y el Caribe que en todas las demás regiones en desarrollo por la ineficiencia del sector eléctrico".
"Esa ineficiencia está, en parte, enmascarada por la fiscalidad, sin la cual la electricidad sería aún más cara en la región", ha indicado el economista.
De su lado, la presidenta de Aelec en España, Marina Serrano, ha puesto de relieve el momento de cambio "absoluto" de los sistemas energéticos. También la transformación hacia un modelo con mayor generación distribuida, que puede permitir avanzar a América Latina y el Caribe, cuya matriz energética es la que tiene "las mejores condiciones de todo el planeta".
Así, Serrano ha subrayado que la región tendrá oportunidades de creación de empleo en materia de energías renovables, además de la posibilidad de generar un cambio hacia una sociedad más digitalizada. No obstante, la presidenta de Aelec ha advertido que harán falta medidas de política fiscal que conduzcan y den la señal de precio para la electrificación, que no solo debe producirse en la obtención de energía eléctrica, sino que debe aplicar igualmente al transporte, en la industria y la vivienda.
El director del Departamento de Economía Internacional y Área del Euro del Banco de España, Javier Pérez, ha indicado que América Latina produce el 30% de las materias primas para fabricar turbinas eólicas de todo el ámbito mundial. También el 20% para producir baterías de litio, por lo que podría abrir posibles alianzas estratégicas con Europa para reducir la dependencia con China.
"Los proyectos de inversión europeos en el sector de las energías renovables en América Latina y el Caribe suponen un porcentaje muy elevado. Y, además, del total de inversiones en energías renovables, como concepto amplio, en América Latina y el Caribe, más del 65% tienen origen en la Unión Europea, en la última década, lo cual da una idea de los márgenes de potenciales colaboraciones en este contexto", ha apostillado.