La facturación por comercialización de electricidad y gas cerró el año 2020 con 46.300 millones de euros, lo que supuso un descenso del 12% respecto a 2019, según las estimaciones del Observatorio Sectorial DBK de Informa (filial de CESCE).
Los ingresos de las comercializadoras de electricidad se cifraron en 32.700 millones de euros, un 8,4% menos, mientras que el volumen de negocio generado por las de gas retrocedió un 19,5%, viéndose afectadas en mayor medida por la caída de precios.
El informe muestra que en los últimos años se ha continuado avanzando en el grado de liberalización del mercado de suministro de energía. El 89,4% de la electricidad total suministrada correspondió en 2020 a contratos a precio libre, situándose este porcentaje en el 98% en el mercado de gas.
De esta forma, los cinco grandes grupos energéticos continúan concentrando la mayor parte del mercado liberalizado de suministro de energía, pero su cuota ha experimentado un continuado descenso en los últimos años.
De este modo, las comercializadoras no dependientes de las cinco mayores compañías eléctricas reunieron en 2020 el 36,1% de la energía suministrada en el mercado liberalizado de electricidad. Esos son cinco puntos porcentuales más que en 2018, mientras que la penetración en el mercado de gas de las comercializadoras no vinculadas a grupos de generación pasó del 32% al 39,7% en ese período.
El informe señala que en un escenario de recuperación del crecimiento de la demanda de electricidad y gas y de notable aumento de precios, se espera que las comercializadoras independientes de los operadores de referencia y último recurso continúen ampliando su cuota de mercado a corto plazo.
Por otro lado, la nueva estructura tarifaria del recibo de la luz favorecerá el desarrollo de nuevos modelos de venta de energía, con propuestas flexibles mejor adaptadas a las necesidades de los consumidores.