Los precios de la electricidad en España marcan récords históricos. Si nadie lo remedia, junio se va a convertir en el más caro, y estos meses de verano incluso podrían superarlo. Pero ¿qué es lo que está pasando? Además del precio del gas, hay una commodity con la que los fondos de inversión están haciendo su agosto porque es un valor seguro que siempre va a subir: el CO2.
"Es cierto que el CO2 tiene mucho que ver con el precio de la factura eléctrica, primero porque expulsa del mercado al carbón, que es lo que ha hecho el año pasado y deja paso al gas, pero como el gas también tiene que pagar derechos de emisión, se suma a los altos precios de esta materia prima en el mercado internacional", explica a Invertia, Javier Colón, gerente de la consultora Neuro Energía y experto en mercado eléctrico.
"Al final todo se traslada a los precios finales, y es el consumidor el que tiene que asumir ese sobrecoste", añade.
La especulación, el problema
Los especuladores han ayudado a impulsar el coste del CO2 a niveles récord en Europa, en el mercado de emisiones más grande del mundo (ETS EU). Después de haber invertido cuando el precio rondaba los 20 euros/Tn, hace menos de un año, ahora están sacando una buena tajada de ello, cuando el carbono se cotiza por encima de los 50 euros/Tn.
Y como muestra un botón. Según Bloomberg BNEF, un fondo de BNP Paribas Asset Management, el Energy Transition, ejemplifica lo que está ocurriendo en el ETS EU. Alguna de sus operaciones en el mercado europeo de CO2 le han permitido obtener ganancias de más del 100%.
No son los únicos. La participación en el mercado de los fondos de cobertura aumentó drásticamente del 4% al 9% desde febrero de 2020, según los datos de Refinitive de abril de 2021.
Podría ser solo cuestión de tiempo que comiencen a aparecer en Europa productos para inversores en este mercado, por ejemplo, fondos de inversión o fondos cotizados en bolsa. Ya existe algo así en EEUU, como el KraneShares Global Carbon Exchange Traded Fund, que tiene una participación del 77% del mercado europeo y activos por valor de 246 millones de euros, según Euractiv.
Los especuladores llevan apiñados en el mercado de CO2 desde que el año pasado la pandemia mundial cerrara negocios desde Frankfurt hasta Londres, haciendo que los precios cayeran. Esa fue una oportunidad demasiado buena para perderla en un mercado que, según los fondos, carece de "vendedores naturales".
Nuevos escenarios
La toma de beneficios también coincide con la entrega de asignaciones de los grandes emisores (industrias gas y electrointensivas y centrales térmicas) a finales de abril, pero un mes después los precios siguen por las nubes.
"Hay muchos escenarios futuros que hace difícil que el precio del CO2 baje", continúa el experto Javier Colón. "Primero la Comisión Europea quiere aumentar la tasa de retirada de asignaciones gratuitas del mercado (Reserva de Estabilidad del Mercado), lo que reducirá aún más las que estén en el mercado".
"Por otro lado, en breve se aprueba el Mecanismo de Ajuste en Fronteras, (CBAM, por sus siglas en inglés), que gravará con un impuesto a productos de terceros países que no tengan políticas de reducción de CO2", añade.
Y por último, "se va a reducir el número de industrias que van a recibir asignaciones gratuitas y además, se van a incorporar nuevos sectores al mercado de CO2", como el transporte y la calefacción.
La factura de la luz, disparada
Pero ¿qué consecuencias tienen los precios del CO2 tan altos? No solo reflejan lo que ocurre en el EU ETS, sino que también anticipan condiciones futuras a largo plazo, como el objetivo europeo de reducción de emisiones de carbono hasta 2030 y más allá.
Pero sobre todo, tiene una traslación a los precios finales de energéticas y de los consumidores intensivos en energía, desde el acero a productores de cerámica, que deben igualar sus emisiones con permisos desde que comenzó el mercado en 2005.
"En realidad, lo que se está ocultando al consumidor final es lo que está costando a nuestros bolsillos la transición energética, la lucha contra el cambio climático o la descarbonización", puntualiza el gerente de Neuro Energía.
"En lo que llevamos de julio, el precio de la electricidad en el mercado mayorista ronda los 80 euros/MWh, y se espera que en julio y agosto, cuando la eólica deje de aportar por la falta de viento, se dispare aún más el precio".
Y no es por la nueva factura de la luz ni por las eléctricas españolas. "En esta ocasión, si se compara con los mercados eléctricos europeos, se puede observar que está solo un poco más caro, 4 euros. Y eso es porque el precio del CO2 afecta a toda la UE y el del gas a nivel global".
Un futuro poco prometedor
Lo único que podría hacer bajar el precio del CO2 es la puesta en marcha del mercado de derechos de emisión en Reino Unido, tras salir del europeo con el Brexit. Se estima que las eléctricas británicas tienen 35 millones de toneladas en certificados europeos que deben convertirse en algún momento. Y eso es casi tanto como las emisiones anuales de Suiza.
Morgan Stanley prevé que los precios europeos del carbono terminen el año en unos 48 euros, por debajo del nivel actual. BloombergNEF espera que cierren entre 48 euros y 53 euros, pero Javier Colón no lo ve tan claro.