El Ministerio para la Transición Ecológica llevará el próximo martes al Consejo de Ministros un anteproyecto de ley para acabar con lo que se ha llamado windfall profit o "beneficios caídos del cielo", según han confirmado fuentes ministeriales a Invertia. El objetivo, dicen, es para reducir el alto coste de la factura de la luz de los consumidores, que este año está marcado por precios récord por el precio del CO2 y del gas, entre otras razones.
Esto afectaría principalmente a las centrales nucleares e hidroeléctricas, que en España son propiedad de las grandes eléctricas, Iberdrola, Endesa y Naturgy, y en menor medida, de EDP y Acciona Energía.
Era una de las propuestas que se habían incluido en los programas electorales de 2018 tanto de PSOE como de Unidas Podemos y que se llevaban demandando desde hace años.
"El Gobierno está preocupado por el impacto del precio del CO2 en el precio de la electricidad y sus posibles consecuencias en la recuperación de las economías doméstica e industrial", señalan las fuentes ministeriales.
"Incluso cuando sólo el 9% de la electricidad en el mercado es de origen fósil, el sistema marginalista (por normativa europea) hace que ese sobrecoste, de la tecnología que marca el precio en cada momento, sea retribuido por igual a todas las tecnologías inframarginales no emisoras", añaden.
"Por ello, planteamos propuestas respetuosas con el marco normativo europeo así como con la seguridad jurídica, como ya validó la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea del 17 de octubre de 2013 sobre un mecanismo muy similar en vigor en España entre 2006 y 2009", aclaran estas fuentes.
Además, tienen en cuenta "las expectativas legítimas de los inversores que tomaron sus decisiones de inversión en tecnologías no emisoras con posterioridad a la entrada en vigor del sistema europeo de derechos de emisión", que fue en 2005.
Anteproyecto de ley
Transición Ecológica espera iniciar, si así lo aprueba el Consejo de Ministros, la tramitación de un anteproyecto de Ley de minoración de parte del dividendo de carbono a las plantas no emisoras previas al 2005 que vendan energía en el mercado.
La propuesta no afecta, por tanto, a ninguna planta posterior a 2005, ni a las que cuenten con retribución regulada, ni a las que se acogen a las subastas ni a ninguna iniciativa de inversión presente o futura.
Se paliará el efecto en la factura de los consumidores una vez entre en vigor. Y desde el Gobierno apuntan a que los cambios que se operarán podrían suponer que la factura se reduzca alrededor de un 5%.
'Windfall profit'
Gran parte de la producción eléctrica de las compañías del sector proviene de la energía nuclear e hidráulica. Ambas fuentes son de las más baratas que terminan por abastecer el sistema eléctrico.
Sin embargo, al fijarse los precios con una subasta marginalista, la producción nuclear e hidráulica queda retribuida al mismo precio que las centrales térmicas si se necesita por demanda. A la diferencia entre el precio de producción y los ingresos extras se la conoce como 'beneficios caídos del cielo' (o windfall profit).