Endesa, poco más de medio año después de dejar de quemar carbón, ha comenzado los trabajos de desmantelamiento de la central térmica de Andorra, que movilizarán durante 48 meses a 140 trabajadores y tendrán un coste de 60 millones de euros, según ha informado este jueves la compañía.
En concreto, los trabajos de desmantelamiento del antiguo parque de carbones de la central térmica de Andorra, el primero de los trabajos de campo contemplados en el proyecto de desmantelamiento de la planta, se han iniciado esta semana una vez obtenidas las preceptivas licencias y autorizaciones.
La actuación consiste en la demolición y desmantelamiento de los equipos que se utilizaban para la descarga, almacenamiento, homogeneización y transporte de carbones hasta la zona de molinos de las calderas. Durante los años de funcionamiento de la central, para la realización de estas labores, se utilizaban máquinas recogedoras, apiladoras, cribas, cintas y estructuras que ahora serán desmontadas.
Los trabajos en esta parte de la central tendrán una duración estimada de ocho meses. Cuando finalicen se realizará un exhaustivo análisis del estado de suelos y se pondrán en marcha las correspondientes acciones correctivas en los puntos donde proceda.
Con esto se cumpliría el objetivo de dejar libre y acondicionada esta zona para comenzar en 2022 la construcción del parque fotovoltaico incluido en la segunda fase del proyecto Futur-e de Endesa.