El impacto “sin precedentes” que la Covid-19 está teniendo en todo el mundo a nivel sanitario, social y económico podría provocar el cierre de muchas refinerías de manera definitiva. Esa es una de las conclusiones de la jornada "Impacto del Covid-19 en la industria mundial del refino", organizada por Enerclub.
Para la industria del petróleo y el gas, los periodos de confinamiento han provocado pérdida de la demanda, bajada de precios del petróleo y otras incertidumbres futuras. En Europa y EE. UU. llevan varios años luchando con su exceso de capacidad mientras se construían plantas más grandes y eficientes en el Medio Oriente y Asia. Y ahora la Covid ha puesto la guinda.
Las expansiones significan que las plantas que producen combustible en Francia o Bélgica, por ejemplo, se han encontrado cada vez más compitiendo con suministros importados de países como India, Arabia Saudí o incluso de lugares tan lejanos como Corea del Sur.
Cierre de refinerías
La consultora IHS estima que Europa podría perder alrededor de 2 millones de barriles por día de capacidad de procesamiento de petróleo para 2025, aproximadamente equivalente al 13%. Y aproximadamente la mitad de eso es atribuible a las consecuencias de la crisis actual. En paralelo, están iniciando estrategias para alcanzar los objetivos definidos por el Green Deal hacia la neutralidad climática en 2050.
Esto ocurre en Europa, pero las refinerías de Australia y Nueva Zelanda están bajo presión, y Asia, especialmente Japón, también podría verse afectada, según Facts Global Energy.
A pesar de todas estas dificultades, esta industria está garantizando en todo momento el suministro energético y la fabricación de productos que ayudan a la sociedad a luchar contra la pandemia. Y todo ello, al mismo tiempo que aumenta su compromiso para alcanzar economías de emisiones netas cero. “Realmente creo que es un motivo de orgullo”, afirmó María Victoria Zingoni, la presidenta de Enerclub, durante la jornada.
“Las refinerías probablemente se estén enfrentando a su mayor desafío. Los negocios tal y como los conocíamos podrían no volver”, añadió.
S&P Global Platts Analytics ha rebajado aún más su perspectiva de demanda en 200.000 b/d y ahora espera que la demanda mundial de petróleo se contraiga en 8,5 millones de b/d en 2020. De hecho, China es el único país del mundo que se espera que experimente un crecimiento interanual en la demanda de petróleo en 2020: un 0,3% marginal a 14,8 millones de b/d.
Transición energética
Durante la jornada, Tor Fjaeran, presidente del WPC (Consejo Mundial del Petróleo, o World Petroleum Council) también se refirió a la compleja situación que el sector está atravesando desde que comenzó la pandemia. Pero apuntó la necesidad "de mirar más allá, a otros retos que seguimos teniendo por delante como la transición energética y el cambio climático".
Estos retos, añadió, “han sido prioridades en la agenda de la industria del petróleo, y lo seguirán siendo”. Para afrontarlos, continuó, “la innovación en todos los segmentos de la industria es fundamental”, además, “todos los agentes de la sociedad, desde los consumidores a los inversores tienen un rol que jugar”. Concluyó subrayando la importancia de seguir invirtiendo para garantizar una energía sostenible, asequible y segura.
La refinería del futuro
Para explicar la refinería del futuro, Ron Chittim, senior director y vicepresidente de Downstream Policy de American Petroleum Institute (API) y Raj Jhajharia, Technical Manager de Gulf Downstream Association (GDA), coincidieron con Luis Aires, presidente de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), en presentar alternativas a esta situación.
De hecho, Aires recordó que la industria ya está trabajando para alcanzar la neutralidad climática en 2050. Para ello, John Cooper, director general de Fuelseurope (asociación que representa, dentro de las instituciones de la Unión Europea, los intereses de las empresas que realizan operaciones de refino en Europa), señaló que esa transición incluía elementos como la eficiencia energética, la economía circular y los biocombustibles, entre otros.
Para concluir, resaltaron el papel clave de la industria del refino como productores de servicios esenciales (transporte seguro, petroquímica), así como para la economía, a través de la creación de empleo de calidad, estabilidad, innovación y resiliencia.