El sector eléctrico del futuro será uno con una elevada penetración de energías renovables variables como la fotovoltaica y la eólica. Y en ese contexto, si se quiere cumplir con los objetivos del PNIEC, será imprescindible el almacenamiento.
Por eso, es importante definir el modelo de mecanismo de capacidad que se vaya a aprobar en España. AEPIBAL, la Asociación Empresarial de Pilas, Baterías y Almacenamiento Energético, ha presentado al Gobierno su plan para realizar un sistema que se adecúe a las necesidades no solo del sector sino también de los consumidores.
"En el mundo energético todo hay que planearlo a largo plazo pero ahora toda la transición energética que se está produciendo en España se está cociendo", reconoce a Invertia Luis Marquina, recién nombrado presidente de AEPIBAL y director de Relaciones Institucionales de Gran Solar.
"Vamos a tener 24 meses atómicos, donde la regulación va a diseñar cómo son los nuevos modelos de negocio que van a surgir como los agregadores de la demanda, proyectos híbridos, subastas de renovables, renovables con almacenamiento, generación distribuida o comunidades energéticas... Será mucho y muy rápido, pero una vez legislado, cada uno de ellos tendrá su timing".
Pagos por capacidad para el almacenamiento
La patronal del sector del almacenamiento en España reconoce que "queremos generar riqueza pero no hacernos ricos, es decir, que la legislación tiene que incentivar este mercado, donde participen muchos agentes, como inversores, instituciones públicas, desde estatales hasta municipales, o los centros tecnológicos".
Por eso, ante la consulta del Ministerio para la Transición Ecológica para crear un mecanismo que pudiera encajar con todos los agentes interesados, AEPIBAL tiene claro que "el almacenamiento es un back up del sistema, y con las renovables será fundamental".
Además, será necesario que haya 3 GW de almacenamiento de corta capacidad de actuación, "y eso solo lo pueden dar las baterías", puntualiza, "no los bombeos u otro sistema más lento".
Mecanismo centralizado
El mecanismo de capacidad es una necesidad de todo sistema eléctrico para garantizar la adecuación de la flexibilidad, es decir, que el sistema pueda hacer frente a grandes variaciones de la generación provocadas por la no gestionabilidad de las energías renovables.
Con un diseño adecuado, los mecanismos de capacidad permiten evitar los picos de precios al sustituir un flujo de ingresos variable e infrecuente por otro continuo y previsible. Si a la asignación eficiente y a la seguridad de suministro proporcionadas por las subastas de capacidad se les añade menores distorsiones de precios y la posibilidad de reducir los picos de precios, se consigue diseñar un mecanismo más robusto.
En ese sentido y con el objetivo de crear un mercado del almacenamiento sólido, estable y de proyección que actúe como vector industrial del país, AEPIBAL considera que el mejor modelo de Mecanismo de Capacidad para el mercado español es crear un mecanismo centralizado de opciones de confiabilidad.
"Hemos podido comprobar que es un modelo que ya funciona en otros países de manera muy satisfactoria como Italia, Irlanda o en algunos estados del sur de EEUU (ISO-NE)", explica Marquina.
Este sistema permite que el producto de capacidad se asigne mediante subastas tecnológicamente neutras por las que el vendedor de capacidad renuncie a los precios de escasez durante los momentos de estrés del sistema a cambio de tener un sistema de pagos más estable (una opción tipo call junto con un compromiso físico de entrega de energía).
Segundo mercado de capacidad
El objetivo es no depender de un solo pago para que una tecnología sea rentable, de ahí que la propuesta que han presentado al Ministerio también incluya la posibilidad de participar en los servicios de ajuste "y hacer así del almacenamiento un producto más atractivo".
"Tenemos que limitar esa volatilidad de precios que puede hacer un roto al sistema de mercado marginalista que tenemos", añade, "evitar distorsiones de precios, y el modelo de confiabilidad es lo que ofrece".
Es lo que ocurrió en Australia con una distribuidora de electricidad. Tuvo problemas de suministro por los fenómenos meteorológicos y Tesla le ofreció instalar una planta de baterías de 300 MW. Al no tener un precio techo como ocurre en el mercado eléctrico europeo de 180 euros/MWh, consiguió rentabilizar la planta en seis meses, porque su energía se convirtió casi en agua en el desierto. Un activo muy valorado en momentos muy puntuales pero con precios desorbitados.
Hoja de Ruta del Almacenamiento
Y mientras se conoce el detalle de cómo van a ser esos mecanismos de capacidad, el sector sigue esperando la hoja de ruta del Almacenamiento en España. "Ya conocemos la del Hidrógeno, esperamos que de aquí a finales de año podamos conocer la de nuestra industria", explican fuentes del sector.
Además, si España quiere imitar el modelo de la última subasta de Portugal, donde triunfaron los proyectos híbridos, es importante conocer cuál va a ser el recorrido que se va a trazar para que inversores y empresas tomen las decisiones adecuadas.