Hace poco menos de dos meses que el mercado de carbono europeo, el ETS-EU, rozaba su techo histórico, los 30 euros/Tn CO2, en parte debido a que estaba dejando de ser industrial para comportarse como otros mercados de 'commodities', explicaba en aquel momento a Invertia José María García Berrendero, corporate trader de Vertis Environmental Finance, consultora especializada en compra y venta de derechos de CO2.
Es decir, estaba atrayendo la atención de movimientos especulativos por parte de los mercados. Algo así está volviendo a ocurrir según el análisis de esta consultora, al alcanzar ya los 29,52 euros.
Explica Vertis que "el contrato del carbono de referencia registró un aumento sorprendente del 15% en la última semana de agosto". Señala que el rally probablemente también provocó muchas órdenes de 'stop-loss' de posiciones cortas. El EUA Dec20 cerró la semana en 29,52 euros y el volumen negociado de 110 millones de derechos fue un 35% superior al de la semana anterior.
Sin embargo, también podría tener la explicación en un artículo publicado en Financial Times. Poco después de que el FT.com estipulara que los fondos de inversión considerarían al sistema EU ETS como una “máquina de hacer dinero”, se produjo este movimiento inusual en un mercado que es todavía lo suficientemente pequeño como para que se note, como puede ocurrir en otros mercados bursátiles.
El mercado de carbono de la UE cubrió apenas 1.600 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2e) el año pasado. Ahora toca ver qué podría ocurrir en los próximos días. La consultora puntualiza que a partir de septiembre, "con más participantes en el mercado de regreso tras sus vacaciones y el mayor volumen de subasta, el dilema es si el precio puede aumentar más volviendo al nivel de 30,80 euros visto en julio o si los participantes del mercado consideran que el rally de la semana pasada es exagerado y dejan que el precio corrija a la baja".
El CO2, marcador del precio de la electricidad
El mercado de carbono de la UE es la política insignia del bloque para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que obliga a las centrales eléctricas, fábricas y aerolíneas a comprar permisos para cubrir algunas de las emisiones que producen.
Este mercado depende de la demanda eléctrica y de la situación económica de la Unión Europea. Si la economía crece, la industria produce más ante la expectativa de una mayor demanda y el consumo eléctrico también se dispara.
Si el precio del CO2 sigue subiendo, desplazará a las tecnologías más contaminantes, como el carbón o el gas, por lo que la consecuencia inmediata es que aún se dejará de quemar más carbón, que en los últimos meses se ha reducido a niveles históricos en Europa y, si no hay otra tecnología de respaldo que pueda sustituir al gas, subirán los precios de la electricidad, por un mayor consumo de este combustible en los ciclos combinados.
Una subida que algunos ven con buenos ojos para continuar por la senda de la descarbonización. Un grupo de expertos alemanes considera necesario que suba hasta los 50 euros/Tn CO2 para que la Unión Europea cumpla con su ambicioso plan de recuperación verde post-Covid y con los objetivos climáticos de su Green Deal.