Iberdrola, a través de su filial ScottishPower Renewables, ha puesto en marcha la que hasta ahora es la mayor instalación eólica de su historia y una de las del mundo de su clase: el parque eólico marino East Anglia ONE, en aguas británicas del Mar del Norte. Con una potencia instalada de 714 megavatios (MW), las 102 turbinas que lo conforman ya están operativas, produciendo energía limpia para 630.000 hogares británicos.
East Anglia ONE ha arrancado dentro de los plazos previstos inicialmente, a pesar del complejo entorno generado por la pandemia de la Covid-19.
De hecho, alrededor del 20% de la instalación de las turbinas se realizó durante el periodo de confinamiento en el Reino Unido, lo que obligó a la compañía y a sus profesionales a cambiar su operativa de trabajo: se habilitaron embarcaciones más pequeñas para reducir al máximo las tripulaciones, se crearon espacios de convivencia entre profesionales para evitar contacto con personas ajenas al proyecto y se desarrollaron protocolos de salud específicos, evitando cambios en los equipos.
East Anglia ONE opera a pleno rendimiento, después de destinar a su desarrollo una inversión total de 2.500 millones de libras (unos 2.700 millones de euros) y emplear durante su construcción a 3.500 profesionales. A estos se añaden los 100 puestos de trabajo fijos y cualificados generados para las labores operación y mantenimiento del parque, en la base Lowestoft, en la costa este del Reino Unido, a unos 200 kilómetros de Londres.
La puesta en marcha de East Anglia ONE suma una cartera de 12.000 MW en todo el mundo, a los que se añaden 9.000 MW de opciones de desarrollo en Suecia para Iberdrola.
Tecnología española en el Mar del Norte
Esta nueva instalación se convierte en un nuevo ejemplo de recuperación verde como motor de economía y empleo, tanto local como de empresas colaboradoras de Iberdrola procedentes de otros países.
En concreto, la española Navantia ha fabricado en sus instalaciones de Puerto Real (Cádiz) la subestación del parque, bautizada como Andalucía II.
Esta gran infraestructura es la encargada de recoger la electricidad producida por los aerogeneradores y transformar la tensión para poder trasladarla a la costa, de lo que se encargan dos cables de exportación en el fondo del mar, cada uno de un largo de cerca de 85 kilómetros.
Además, Navantia Fene, en Galicia, ha construido 42 jackets o cimentaciones sobre las que se sostienen los aerogeneradores, de más de 167 metros de altura cada uno, mientras que la asturiana Windar construyó los pilotes correspondientes en sus talleres de Avilés (Asturias).
Asimismo, Iberdrola, a través de ScottishPower Renewables, ha hecho de East Anglia además uno de los polos de su estrategia de desarrollo de capacitación, involucrando a 3.000 alumnos de todo el espectro educativo, con la puesta en marcha del primer programa de aprendices de la filial y la colaboración con diez posgrados de ingeniería en la Universidad de East Anglia.
El mayor complejo eólico marino del mundo
Tras la puesta en marcha de East Anglia ONE, Iberdrola tiene ya la vista puesta en East Anglia HUB, que constituye el mayor proyecto marino del grupo en todo el mundo y engloba tres proyectos que suman una capacidad total de 3.100 MW: East Anglia ONE North, East Anglia TWO e East Anglia THREE.
El desarrollo de este gran complejo, cuyo inicio está previsto para 2022, requerirá una inversión de 6.500 millones de libras esterlinas, más de 7.600 millones de euros. Los tres parques se desarrollarán de forma simultánea y convertirán a Iberdrola en uno de los principales operadores del sector eólico marino en Reino Unido.