Hace cuatro años una compañía murciana revolucionaba el sector del almacenamiento en España, se llamaba Grabat Energy, una filial de Graphenano, y prometía que las baterías de grafeno serían el futuro. De hecho las llamaban las 'baterías milagro'.
En 2016 copaban los titulares de todos los periódicos al asegurar que preveían facturar hasta 4.000 millones de euros.
Y dos años después volvían a hacerlo al conseguir que el grupo chino Zheijiang Chint Electrics se hiciese con el 10% de la compañía, a sazón de 18 millones de euros, aunque hay quien afirma que llegaron al 25% con 50 millones.
La promesa era que se iban a fabricar en Yecla (Murcia) unas baterías con una densidad de 1.000 Wh/kg, un voltaje de 2,3v y que además no explotaba, una de las críticas que se hacen a las de ion litio, las reinas del sector.
Los años han pasado y nadie sabe a ciencia cierta qué ha sido de esas baterías maravillosas. Grabat Energy no ha presentado ninguna batería de grafeno, y después de varios problemas judiciales, en marzo pasado la empresa murciana que iba a revolucionar el mundo de las baterías a través del grafeno anunció que cambiaba de dueño tras varios conflictos entre fundadores e inversores.
Una parte de sus propietarios, liderados por Íñigo Resusta, cofundador y presidente de Auriga Global Investors, han creado Jesampa, la dueña de Lithium Iberia, compañía que ha anunciado que quiere desarrollar un proyecto de una mina de litio en Cañaveral (Cáceres).
El otro, Mario Celdrán, preside Phi4 Techology, la empresa que ha anunciado que si se explota las minas de litio en Cáceres, construirá una fábrica de baterías de litio en Badajoz.
"El grafeno es un vendemotos"
"Es verdad que vengo de Graphenano, al igual que Íñigo Resusta", explica a este diario Mario Celdrán, "pero no me gustó lo que se hacía allí y recientemente he cerrado esta etapa porque hemos llegado a un acuerdo para vender nuestra parte allí y quedarnos con un 37,5% de Grabat Energy".
Celdrán reconoce que "el tema del grafeno en España es un poco vendemotos, por eso hay que hablar de derivados grafenánicos, es decir, que las baterías deben ser como un sandwich donde se incorporen varios materiales como el litio o el grafeno".
Sin embargo, acepta que "formó parte de aquel proyecto y me siento orgulloso de haber iniciado aquel sueño, pero en el proceso me desilusionó porque no estaba de acuerdo con lo que se prometía, faltaban datos y realidades. Estamos hablando del año 2017". Desde entonces, su socio Alejandro Ayala y él decidieron que era el momento de alejarse del proyecto y fundar Phi4 Tech.
"En Graphenano si no cambian las cosas, las formas de hacerlas, seguirá sin funcionar, por eso, no solo nos fuimos nosotros a Phi4 Tech, sino un grupo importante del equipo tecnológico", continúa, "además, los inversores son totalmente diferentes porque nosotros tenemos otra actividad, otros negocios y otras formas de hacer".
Nuevo inversor Henry Kravis (KKR)
Entre esos inversores se hizo hueco hace tan solo una semana el CEO de KKR, Henry Kravis. Según adelantó Expansión, el fundador del gigante estadounidense KKR, firmaba su primera operación a título totalmente personal en esta empresa, con la compra de un 2,5% del capital. Según fuentes de la compañía, se dedican a investigar y desarrollar nanotecnología de materiales grafenánicos en distintas aplicaciones. Está presente en 45 países y prevé facturar este año entre 12 y 16 millones.
"No hay mejor tarjeta de visita que la apuesta que ha hecho Henry Kravis por esta empresa", añade, "no podemos renunciar a nuestro pasado, pero que se respete que los inversores sí han apostado por nosotros porque hacemos las cosas diferentes a lo que se ha hecho en Graphenano".
Incluso han presentado un documento al Ministerio de Transición Ecológica donde exponen sus propuestas como Hoja de Ruta del almacenamiento en España.
Y ahora, esperan que las minas de litio en Cáceres puedan crear riqueza en España. "Con las dos minas, la de la ciudad de Cáceres y la de Cañaveral, se podrían fabricar 30 millones de coches eléctricos al año en nuestro país, cuando en toda Europa se necesitan 20 millones, lo que significa que las baterías podrían convertirse en el nuevo negocio que impulsaría la economía de España".
Fábrica de baterías en Badajoz
La noticia no es nueva. Hace unos meses anunciaban que Phi4 Tech se unía al proyecto Lithium Iberia de explotación de la mina de litio de Las Navas con la implementación de una fábrica de baterías en Badajoz.
"Tenemos que dejar claro que nuestra propuesta solo tiene sentido si se extrae litio de Cáceres. Está vinculado, tiene que estar cerca de la producción de la materia prima. Estamos compitiendo con empresas chinas, como LG o Samsung, que están construyendo fábricas en Centro Europa y que controlan los mercados de litio de Chile, Australia o Centroamérica, así que solo nos podemos comprometer a hacerlo una vez que se aprueben todos los permisos para las minas cacereñas", concluye.