El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, ha anunciado este domingo, en vísperas de que comience la Cumbre del Clima COP25 de Madrid, que cerrará sus dos últimas centrales de carbón en el mundo, situadas en el norte de España, y las sustituirá por energía eólica y solar de última generación.
Iberdrola se convierte así en la mayor eléctrica del mundo sin producción de carbón, confirmando su apuesta por la renovación energética sostenible.
La empresa ha propuesto al Ministerio de Energía el cierre de las plantas de Lada (Asturias) y Velilla (Castilla y León), y construir en su lugar 420 megavatios eólicos y fotovoltaicos en el área de Velilla y cuatro parques eólicos en el de Lada, que sumarían unos 130 MW.
La energética, que lleva ya 20 años comprometida con la transición energética, desarrollará un potente proyecto de reactivación social y económico para esas zonas, que será presentado mañana lunes al ministerio.
Su cierre no afectará al empleo, ya que Iberdrola recolocará al 100% de la plantilla, que se destinará a las labores de desmantelamiento de ambas plantas, que se extenderán durante cuatro años desde la fecha de aprobación de cierre por parte del Ministerio de Transición Ecológica, y las zonas ocupadas por Lada y Velilla serán objeto de una restauración paisajística.
En total, la empresa habrá cerrado en 15 años 17 centrales térmicas de carbón y fuel oil en distintos países, con más de 8.500 MW de potencia y su generación será 100% sin emisiones, según un comunicado de la empresa.