Ya es oficial. El grupo Puig ha anunciado este lunes su intención de salir a Bolsa. Lo hará través de una oferta pública de suscripción de acciones (OPS) por un importe de 1.250 millones de euros y una oferta pública de venta (OPV) cuyo volumen será superior. De esta forma, la compañía captará más de 2.500 millones de euros.
Tal y como ya explicó EL ESPAÑOL-Invertia, el mínimo exigido por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para llevar a cabo una OPV es del 25% del capital. De esta forma, la valoración de la compañía rondaría los 10.000 millones de euros.
Así, la hoja de ruta de la propietaria de Paco Rabanne o Carolina Herrera pasa por hacer una ampliación de capital para captar 1.250 millones de euros y por realizar una oferta de acciones existentes de mayor importe por parte del accionista mayoritario de la sociedad, Puig SL, controlada por Exea, la sociedad patrimonial de la familia Puig. De esta forma, la familia Puig conservará una participación mayoritaria y la gran mayoría de los derechos de voto de la sociedad.
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“El anuncio de hoy es un paso decisivo en los 110 años de historia de Puig. Gracias a nuestra estrategia de creación de un porfolio de marcas propias, centrándonos en los productos Prestige y ampliando nuestro liderazgo en fragancias Niche, maquillaje y dermocosmética, Puig ha registrado de forma constante un crecimiento sólido y rentable”, ha señalado Marc Puig, presidente ejecutivo de Puig.
Además, la empresa asegura que se trata de un movimiento estratégico para competir mejor en el sector. "Creemos que el equilibrio de ser una compañía familiar que al mismo tiempo está sujeta a la responsabilidad del mercado nos permitirá competir mejor en el mercado internacional de la belleza durante la próxima fase de desarrollo de Puig”, ha afirmado el directivo.
La oferta
Para blindar el control que tiene sobre la empresa, la familia Puig dividirá las acciones en dos tipos A y B. Las que, en principio, se venderán en Bolsa son del segundo tipo.
Las acciones de clase B ofrecen a sus poseedores derechos económicos completos -incluidos los dividendos-, pero limitan o excluyen el derecho a voto (o político) en las decisiones corporativas. Al utilizar esta estructura, las empresas familiares pueden abrirse al capital externo sin que las familias fundadoras o propietarias tengan que ceder el control estratégico de la misma.
En el caso de la salida a Bolsa de Puig, cada una de las acciones de clase A confiere cinco votos y cada una de las acciones de clase B confiere un voto.
La compañía se ha reservado la opción de incrementar la oferta de acciones en un 15%, lo que en el mundo financiero se conoce como green shoe.
La familia se ha comprometido a no vender sus acciones durante los siguientes 180 días desde la salida a Bolsa, un periodo que se amplía hasta los 365 días para los consejeros, altos directivos y determinaos empleados de la sociedad "pero solo con respecto a un determinado número de acciones de clase B", tal y como explica el comunicado.
JPMorgan y Goldman Sachs son los coordinadores globales de la colocación. Banco Santander, Bank of America, BNP Paribas y CaixaBank actúan como joint bookrunner.
Linklaters es el asesor legal de Puig en la oferta y Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, y Davis Polk & Wardwell son los asesores legales de los managers.
El proceso de aprobación del folleto de la oferta por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) está en curso e incluirá todos los detalles de la misma y el calendario previsto.
Byredo y Charlotte Tilbury
La compañía utilizará los fondos obtenidos con la salida a Bolsa para fines corporativos generales como la refinanciación de las adquisiciones de participaciones adicionales en Byredo y Charlotte Tilbury "y la financiación de cualquier inversión estratégica futura y gastos de capital".
Con esta operación, Puig busca seguir creciendo mediante el aumento de la deseabilidad de sus marcas, capturando el atractivo crecimiento del sector de Belleza Premium y ganando cuota en mercados estratégicos clave (EMEA y América) y categorías (fragancias y maquillaje).
Además, quiere ampliar sus opciones estratégicas clave reforzando su presencia en el área Asia-Pacífico y en las categorías de dermocosmética y cuidado de la piel. Como ha hecho a lo largo de su historia, la empresa familiar seguirá evaluando selectivamente la incorporación de marcas al universo Puig.
Cabe recordar que Puig obtuvo unos ingresos netos de 4.304 millones de euros en 2023, un 19% más que en 2022, con un crecimiento de dos dígitos en todos los segmentos y regiones, superando al mercado de la belleza y los propios objetivos de la empresa.