Es más caro, pero cada vez se demanda más. Así puede resumirse la tendencia ascendente de la alimentación ecológica, cuyo consumo ha escalado un 45% en los últimos tres años. No sufre por el IPC: la fidelidad del cliente le blinda ante la inflación, que en cualquier caso le afecta menos: los productos eco se han encarecido un 7,3% en el último año, frente a la subida 8,7% de sus rivales tradicionales.

Eso no quiere decir que hayan dejado de ser caros. En el caso de los productos vegetales eco, el kilo está, de media, a 2,47 euros; si se trata de productos animales, desde carne a huevos, la media está en 6,46 euros el kilo.

"Es verdad que tiene un precio más alto, pero hay que ver el valor que aporta y ponerlo en la balanza. Pese a todo lo que se piensa, el consumidor no suele ser de alto poder adquisitivo, al contrario. En muchos casos son jóvenes con mayor interés en alimentación sana", explica a EL ESPAÑOL-Invertia Álvaro Barrera, presidente de la Asociación Profesional Española de la Producción Ecológica (Ecovalia).

[Los alimentos moderan su subida hasta el 12% y la inflación se sitúa en el 3,2%]

¿Quién compra el ecológico? El cliente es, sobre todo, mujer (73% de los compradores), a partir de los 35 años. Y están dispuestos a gastar: el importe medio desembolsado en productos eco son 78 euros al mes; 936 euros al año.

Son cifras que han ido en aumento en el último trienio, porque ha crecido el interés por comer de forma más saludable y también por la fidelidad del cliente, explica Barrera, que ha evitado descensos. 

La tendencia despegó en 2020. "Tuvimos una crisis sanitaria, pero también es una crisis de biodiversidad. Los consumidores españoles acudieron al eco de forma masiva", detalla. Sólo ese año, el consumo se disparó un 30%. En 2021, creció un 12% y en 2022%, un 3%.

Una estabilización, remarca, que nada tiene que ver con la inflación: "Un sector no puede crecer un 30% todos los años, o un 15%. En 2022 las familias han empezado a viajar, a ir de vacaciones. Fuera de casa el consumo no suele ser eco. Por 15 días de vacaciones baja 4 puntos anuales".

[¿Qué productos básicos de la cesta de la compra han disparado su precio?: subidas del 20% en un año]

Y, con todo, no parece haber contención para este mercado, que alcanzó el año pasado los 2.856 millones de euros en nuestro país. Casi la totalidad (2.532 millones) corresponde al valor de mercado en hogares. 

La meta para 2030 es que el consumo eco pase de representar el actual 3% del total al 10%; que el valor de mercado llegue para entonces a los 7.200 millones. Para lograrlo, advierte Barrera, también será necesario que el campo acompañe este aumento de la demanda.

8,2% más de hectáreas

Actualmente, hay en España unas 2,64 millones de hectáreas de superficie ecológica certificada. Superamos a Estados Unidos (2,33 millones), Italia (2,19 millones) y Alemania (1,9 millones).

La evolución ha sido acelerada en los últimos tres años, coincidiendo con el boom del consumo: la superficie ha aumentado un 8,2% desde 2020, aunque venía preparándose desde años atrás. Si se toma como referencia los últimos cinco años, se observa un crecimiento del 26,6%. La mitad de la superficie está en Andalucía.

[Un proyecto de 144 M€ para salvar la cuna del aguacate de la sequía: "Dejaríamos de depender de la lluvia"]

"Dependiendo del tipo de cultivo, alguno puede llegar a ser incluso más rentable que el convencional", indica a este periódico José Manuel Benítez, responsable de Agricultura y Ganadería Ecológica en COAG.

Es la escala de la rentabilidad destacan los subtropicales. Junto con las plataneras eco, han crecido un 23% en el último año. No obstante, son los segundos que más crecen, un ámbito en el que lideran los frutos secos, que aumentan un 33%. 

Dentro de la superficie total de cultivos en España, son también los frutos secos los que tienen un mayor porcentaje de ecológico (27%), seguido de los subtropicales y plataneras (21%) y viñedos (15%).

Se habla casi siempre de cultivo, porque son las frutas y hortalizas las que hoy por hoy siguen mandando en la compra ecológica: el 64% de los productos que se compran son de origen vegetal, frente 36% de origen animal. 

"La actividad claramente menos rentable en el ecológico es la ganadería. Tenemos una producción muy grande con muchas hectáreas y ganado certificado como eco, pero no hay infraestructuras para la transformación suficientes", explica Benítez. 

Y eso teniendo en cuenta que el salto al eco, para el campo español, se traduce en un trabajo de cerca de tres años. Es el llamado tiempo de conversión desde el cultivo tradicional, y que suele acortarse a los dos años para frutas y verduras.