Uno de los alimentos que más se ha encarecido en el último año ha sido el aceite de oliva. De hecho, en lo que va de año su precio ha crecido un 1,5% a pesar de la rebaja del 10% al 5% del IVA aprobada por el Gobierno. Con los precios disparados, las ventas se están desplomando debido, también, a la mala cosecha.
En concreto, la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) ha puesto en el mercado 44,30 millones de litros de aceite en febrero. De esta cantidad, 17,46 millones fueron de oliva, lo que supone 4 millones de litros menos que en el mismo periodo del año anterior y 2,5 menos que en enero de 2022.
En su conjunto, las ventas de aceite de oliva en estos dos primeros meses del 2023 ascienden a 37,50 millones de litros, es decir, un 17,81% menos que en el mismo periodo del 2022.
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Todas las categorías presentan un descenso, en detalle, el virgen extra alcanza 16,34 millones de litros, cantidad inferior en un 13,56% a la del año pasado, el virgen los 4,46 millones de litros, es decir, un 4,99% menos que en 2022.
Por su parte, las cifras acumuladas del suave y del intenso con 12 y 4,68 millones de litros también presentan un descenso, en este caso de un 26,80% y 16,54%.
Precios disparados
De vuelta a los precios, la situación no mejora. Comprar aceite en el supermercado sigue siendo bastante caro. Podemos encontrar la botella de aceite a entre 6 y 8 euros el litro. En tan solo un año, su precio se ha disparado un 33,5%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
No obstante, si atendemos a los precios en origen ya se observa que los aumentos de precio son mínimos. Por ejemplo de la semana del 20 al 26 de febrero el precio del aceite de oliva virgen extra sube un 0,37% y se sitúa en los 5,26 euros el litro, según datos del 'Boletín semanal de coyuntura' que elabora el Ministerio de Agricultura.
De seguir así, esto permitiría que la situación se estabilizara y limara las asperezas en el propio sector. La Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceite (Anierac) y la Asociación Española de la Industrias y Comercio Exportador de Aceites de Oliva (Asoliva) señalaron que los precios en origen (en el campo) suben mucho más de lo que lo hace en las tiendas.
Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) se defienden al decir que se ha disparado el coste de producción de un kilo de aceite de oliva virgen extra a 8 euros y que incluso en ocasiones venden a pérdidas.