Las altas temperaturas, la sequía y los pedriscos han golpeado con dureza a los cultivos de lúpulo en Europa. La producción de este año será casi un 30% inferior a la de 2021 y su rendimiento se situaría muy por debajo de la media.
Esta situación preocupa a los agricultores. "Es probable que el suministro de variedades individuales no alcance para cumplir con los contratos vigentes firmados con los productores cerveceros", explica el representante europeo de este cultivo, Zdenek Rosa.
Más allá del lúpulo, preocupa el rendimiento que se le pueda sacar. Las marcadas variaciones climáticas han dañado a las plantas y, por tanto, se prevé que el ácido alfa (de lo que depende el amargor y, por tanto, el precio) también se vea mermado.
"Lo que preocupa es la producción de ácido alfa o lupulina, como ha sido un año excesivamente caluroso sin tanta variación térmica entre el día y la noche ha afectado al rendimiento", asegura a EL ESPAÑOL-Invertia el representante español de lúpulo en Copa-Cogeca, Arsenio García.
La caída del ácido alfa ha sido de casi un 40% y este es el dato que verdaderamente perjudica a los cultivadores. "A menos ácido alfa, más cantidad de lúpulo se debe usar para producir la cerveza, hay que tener en cuenta que el productor cobra su precio en kilos/grados alfa", explica García.
Donde más ha caído la producción ha sido en Alemania. En España, por ejemplo, el cultivo está en regadío por lo que han podido resistir mejor a esa subida de temperaturas.
A ello se une una doble problemática. Por un lado, los altos costes de producción y la escasez de fertilizantes para cultivos minoritarios como este.
Fertilizantes: caros y escasos
"Reducir aún más la disponibilidad de los productos fitosanitarios dará lugar a menores rendimientos y empeorará la calidad del lúpulo", lamenta el representante europeo de Copa-Cogeca.
El primer productor mundial es Alemania, donde este año se ha dado un 28% menos de lúpulo y un 40% menos de ácido alfa, según datos de la organización agraria. En la República Checa la caída ha sido de la mitad y su variedad mayoritaria, la Saaz, ha tenido el menor rendimiento desde 1960.
En Polonia ha descendido un 7,7% el lúpulo, mientras que el ácido alfa ha disminuido en Francia en un 29%, en Bélgica (6,9%), en Rumanía (15%) y Eslovaquia (50%).
A diferencia de la mayoría de países, la producción patria se ha incrementado en un 4,5% en este año. "Hemos tenido que regar mucho", asegura José Manuel Álvarez, productor de lúpulo en León.
La producción en España
En nuestro país la producción de lúpulo está muy concentrada en León, con 97% del total nacional. Con unas 600 hectáreas, se obtiene una producción anual de unas 47.000 toneladas y es el quinto productor en Europa.
Además del riego, hay otro factor que preocupa a los productores. Se trata de las plagas y enfermedades que se deben a "las cada vez más restricciones en el uso de fitosanitarios" y a que las casas de fertilizantes "dejan de lado a los cultivos minoritarios".
Así lo ha indicado Gonzalo Pastrana, un joven agricultor que desde hace tres años se dedica al lúpulo. "Las enfermedades campan a sus anchas, las casas de fitosanitarios apuestan por otros cultivos más rentables, es decir, que no sean minoritarios", asegura.
España importa lúpulo desde hace años, su cultivo no cubre la demanda nacional. El 98% de la producción se dedica a cubrir las exigencias de la industria cervecera, mientras que el restante se destina a productos cosméticos y terapéuticos.