Deliveroo cierra operaciones en España definitivamente este 29 de noviembre. Su salida deja un hueco importante en el sector del delivery que, recordemos, tuvo un importante boom durante los confinamientos provocados por la pandemia. Ahora, la clave, será ver cómo Glovo y compañía se reparten la parte del mercado que copaba ante la llegada de nuevos actores como Getir o Rocket, que sí pretenden cumplir con la Ley Rider.
Deliveroo deja un suculento negocio para el resto de compañías, pues el 16% de los clientes de plataformas de food delivery han utilizado sus servicios en lo que llevamos de 2021. Además, un 17% de sus usuarios son exclusivos y cuenta con el ticket medio más alto: 26 euros frente a los 22,5 de media de las tres apps principales: Just Eat, Glovo y Uber Eats.
Y, aunque se posiciona como la cuarta plataforma, en algunas comunidades como Madrid, País Vasco, Navarra y Baleares se encontraba muy cerca a los tres líderes.
De esta pugna, Glovo es la que más se puede beneficiar. ¿Por qué? Porque el 58% de los clientes de Deliveroo lo son también de Glovo y el 37% de los usuarios compartidos entre ambas compañías no usan ni Uber Eats ni Just Eat, según un estudio realizado Fintonic, a partir de datos de más de 400.000 consumidores menores de 55 años.
Nuevos ‘players’
Pero el 'boom' del delivery ha traído consigo nuevos actores en el mercado que podrían copar parte del hueco que deja Deliveroo. La última en llegar al mundo del reparto a domicilio de comida en España ha sido Rocket.
La empresa cuenta con una flota inicial de más de 530 riders a tiempo completo, que se incrementará hasta superar los 730 repartidores en enero de 2022. El objetivo es contar con al menos 2.500 repartidores y 120 empleados en su sede de Madrid a finales del próximo año.
Con sede en Ámsterdam, comenzó a operar en las ciudades de A Coruña, Granada, Pamplona y Valencia.
Antes de esta, aterrizó en nuestro país Getir. La compañía turca arrancó con sus repartos en Madrid y Barcelona, con 19 almacenes (13 en la capital), 1.000 productos de proveedores nacionales e internacionales y unos 300 repartidores.
Su rasgo diferenciador es que realiza entregas ultrarrápidas (negocio conocido como Q-Commerce). Es decir, entrega en menos de 10 minutos. Lo mismo que hacen Dija o Gorillas, otros dos nuevos actores en el mundo del delivery centrado en la compra diaria en el ‘súper’. Segmento en auge y en el que Glovo también pretende hacerse fuerte.
‘Ley Rider’
Cabe recordar que Deliveroo anunció su salida de España el 30 de julio. La compañía insiste en que se debe a "motivos económicos". Esta llegó a la conclusión de que alcanzar y mantener una posición de mercado de primer nivel en España requeriría un nivel de inversión “muy elevado” con un rendimiento potencial “muy incierto”.
Sin embargo, su salida coincide con la aplicación de la nueva Ley Rider impulsada por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Con esta normativa, las empresas de reparto están obligadas a contratar a los repartidores y dejar atrás la figura de falso autónomo. De lo contrario, estarían funcionando de forma ilegal.
De hecho, sus 3.800 riders -que se han quedado con una indemnización de 45 días- también se repartirán entre todas las empresas del sector que, a su manera, aplicarán dicha ley.
Glovo anunció un plan para contratar solo a una parte de la plantilla de riders que venían trabajando para la plataforma. En concreto, contratará a 2.000 repartidores, pero mantendrá al 80% de la plantilla como autónomos (8.000 riders). De esta forma, afirman estar cumpliendo con la normativa a pesar de que la gran mayoría seguirán con condiciones parecidas a las de siempre.
Y la otra grande del sector, Uber Eats, subcontrata flotas de repartidores, corriendo el riesgo de incurrir en una cesión ilegal de trabajadores. Ambas ya han sido denunciadas en varias ocasiones desde el 12 de agosto -día en que entró en vigor la ley- por incumplimiento de la misma.
Los nuevos players parece que llegan con la idea de cumplir con la ‘Ley Rider’, algo que, por ejemplo, ya hacía Just Eat desde sus comienzos.
En el caso de Rocket aseguran que tendrán las "mejores condiciones laborales existentes" por lo que ofrecerá un contrato indefinido. Además, la empresa ha adquirido el compromiso de negociar un convenio colectivo que reconozca y garantice a sus trabajadores los mejores beneficios sociales del sector.
Getir, por su parte, señala que todos sus repartidores tienen contrato indefinido y a tiempo completo. También resaltan que sus empleados reciben cursos de seguridad y que no cargan los pedidos a sus espaldas, ya que van en cofres en la parte trasera de la bici o la moto.
Dos formas diferentes de encarar una misma normativa para un mismo negocio, el del delivery, que en plena Covid vivió su mayor auge debido a los confinamientos llegando a duplicar sus ventas. Este mercado movió 708 millones de euros en España en 2019, según un informe de la asociación Adigital.
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