El sector del comercio textil ha sido uno de los más perjudicados por los efectos de la Covid-19, ya que su facturación en 2020 se desplomó el 41,26%, hasta los 10.619 millones de euros. Un duro varapalo que no ha afectado tanto a los supermercados e hipermercados como Carrefour, Alcampo o Lidl que venden ropa en sus lineales. En su caso, la cuota de mercado de estos ha crecido en pandemia afianzando dos décadas doradas para estos formatos.
En concreto, el porcentaje de compras realizadas en los hipermercados y supermercados ha pasado a copar el 28,2% en el último año frente al 25% del año anterior. Eso quiere decir que cerraron el año con una facturación de 2.994 millones de euros, solo superados por las tiendas especializadas que alcanzaron un 37,4% de cuota y unas ventas de 3.971,5 millones de euros.
¿Los motivos? Hay que dividirlos en dos apartados: los que tienen que ver con la pandemia y los que son fruto de su modelo de negocio. Si atendemos a los primeros, las restricciones y cierres de tiendas están detrás de este crecimiento de cuota de las cadenas de alimentación en la venta de ropa.
“Se debe a que han estado abiertas, mientras que el formato multimarca ha estado en su mayoría cerrado”, explica Eduardo Zamácola, presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil (Acotex). Las tiendas multimarca han pasado de tener el 17% en 2019 a un 10,2% en el último ejercicio.
Cabe destacar que aunque los supermercados estuvieron abiertos por ser negocios esenciales en los momentos más duros de la pandemia, las secciones que no tenían que ver con alimentación no lo estuvieron. Si bien es cierto, cuando pudieron vender ropa lo hicieron mientras que el comercio pequeño se mantuvo cerrado porque con medidas como las de aforos limitados no compensaba abrir.
Dos décadas
La segunda explicación tiene que ver con el modelo de negocio. El mismo que les ha llevado a completar dos décadas de oro en las que su cuota de facturación en el comercio textil no ha dejado de crecer. Solo un dato: en 2001 la cuota era del 15,5% y ahora casi se ha duplicado alcanzando el 28,2%. Si echamos la vista más atrás, a 1993, hablamos de un trozo del pastel del 7,3% solo.
Todo ello se debe a un modelo de negocio basado en precios bajos potenciado por cadenas como Carrefour, Alcampo, Lidl y Aldi (la última en incorporarse a este negocio). Asimismo, desde Acotex destacan que la clave está en la expansión de estas cadenas, con una red de cientos de tiendas en todo el territorio español. Solo Lidl tiene más de 600.
Un modelo “donde cuentan con mucha información de los consumidores”, afirma Zamácola, quien además de los supermercados ensalza la gestión de Inditex a la hora de escuchar al cliente y ofrecerle lo que quiere.
No obstante, Carrefour, Alcampo, Lidl y el resto de cadenas que venden productos textiles se enfrentan a desafíos en el futuro, como la sostenibilidad. “La ropa de los supermercados e hipermercados se relaciona con precios bajos y con el peso que cogerá la sostenibilidad el consumidor se dará cuenta de que lo barato no es sostenible”, asegura Zamácola.
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