La operación de venta de los 172 supermercados de Supersol a Carrefour empezó a gestarse antes de lo que aseguraron ambas compañías, que establecieron la fecha de las negociaciones a principios de 2020. Meses antes se había producido una salida importante de la compañía, que pasó desapercibida, pero que aceleró el proceso, según cuentan fuentes cercanas a la empresa. Se trata de la marcha del jefe lituano de Supersol, Dalius Misiunas.
Misiunas se enamoró de las tiendas de Supersol cuando veraneaba en Málaga. Así que al frente del Grupo Maxima compró en 2012 las compañías Cash Diplo y Supersol. Aunque los comienzos no fueron fáciles y pronto las pérdidas se hicieron habituales en los balances de la cadeana de supermercados.
Hace dos años, se vio obligado a poner en marcha un plan para reflotar el negocio de Supersol en España a golpe de talonario. El proyecto, concebido a largo plazo, contaba con una inversión de más de 20 millones de euros. Esta se sumó a los 123 millones que ya invirtió el dueño lituano en Supersol desde su llegada.
Entre las principales medidas, se revisó toda la estructura de Supersol (incluidos almacenes y distribución) para evitar determinados desbarajustes en el funcionamiento. También se llevaron a cabo reformas en tiendas y en establecimientos que estaban muy anticuados. Algunos, incluso, se llegaron a cerrar.
Sin embargo, en plena puesta en marcha del plan que despejó pasados rumores de venta, “el empresario lituano abandonó la empresa sin apenas hacer ruido”, comentan fuentes cercanas de la empresa a Invertia. Una salida oculta que significó dos cosas: el fracaso del plan estratégico y la necesaria búsqueda de un comprador para la compañía.
Números rojos continuados
La otra gran causa de la venta es la que llevó al jefe de la cadena a abandonar: la mala situación económica que arrastra la compañía. A cierre del ejercicio 2019 registró su peor dato. Supersol duplicó sus números rojos al perder 32,8 millones de euros, según datos recientemente depositados en el Registro Mercantil.
Pero si miramos atrás podemos afirmar que se veía venir. En 2018, cosechó unas pérdidas de más de 15 millones de euros. Cifra muy superior a la de 2017 cuando consiguió reducir los números rojos a 1,31 millones de euros (la cifra más baja de los últimos años).
Sus ventas también han caído. Supersol acabó el ejercicio finalizado el 31 de diciembre de 2019 con una cifra de negocio de 477 millones de euros, un 2,8% menos que en 2018, cuando alcanzó los 490,5 millones de euros (un 2,9% más que en 2017).
Esta situación económica derivó en mayo de 2019 en un despido colectivo que afectó a 294 empleos y conllevó el cierre de 18 tiendas y 12 pescaderías. Y de momento, Carrefour ha garantizado los empleos de Supersol con la compra, aunque existe el temor entre la plantilla de que se produzcan despidos por las duplicidades de tiendas con Carrefour.
El plan de Carrefour
En el otro lado de la operación está Carrefour, que mantiene un ambicioso plan de expansión en España. La operación abarca la compra de 172 supermercados de la cadena en el mercado nacional. El valor de empresa de esta transacción es de 78 millones de euros y las tiendas adquiridas registraron unas ventas netas cercanas a los 450 millones de euros en 2019.
El plan de la cadena de distribución francesa es acelerar su expansión en formatos de conveniencia (Express), supermercado (Market) y Supeco, ya que planea convertir las tiendas de Supersol en esos formatos.
De esta forma, Carrefour alcanzaría el 8,5% de cuota de mercado, según datos de Kantar sobre los primeros ocho meses del año. Con la compra de estos 172 supermercados Supersol crece en España, donde gestiona en la actualidad un total de 205 hipermercados, 111 supermercados Carrefour Market, más de 850 Carrefour Express y 25 Supeco, además de contar con su tienda online.