La dirección de Makro y los sindicatos (CCOO, UGT, Fetico y USO) no han llegado a un acuerdo para cerrar el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que la empresa pondrá en marcha por causas organizativas y productivas desde este 21 de abril hasta el 30 de septiembre y que afectará a cerca de 3.000 empleados, según confirman fuentes sindicales a Invertia.
Las negociaciones terminaron ayer por la noche y esta mañana los representantes sindicales han sido reunidos para conocer la decisión final de Makro. La mayorista aplicará un ERTE de reducción de jornada entre el 50%, 70% y el 100% en función de la categoría laboral de cada empleados.
Asimismo, se complementará hasta el 85% del salario mensual y de las pagas extra a los afectados, según la compañía. Los sindicatos pedían un complemento hasta del 95% del salario base y del 85% en complementos personales; así como una prima de 100 euros para compensar el esfuerzo de los trabajadores. De ahí que las negociaciones se hayan roto.
Desde Makro aseguran que "han mantenido la voluntad de alcanzar un acuerdo en beneficio de los trabajadores y el negocio, aunque finalmente no se ha alcanzado un consenso".
Y recuerdan a este medio que "se trata de una situación temporal para tratar la difícil situación coyuntural, con una duración máxima hasta el 30 de septiembre de 2020, ajustada y proporcional al avance de los próximos meses".
Fases de incorporación
Asimismo, aplicarán un plan de incorporación al trabajo dividido en cinco fases o estados, según la comunicación que Makro ha enviado a sus trabajadores y a la que ha tenido acceso Invertia. La primera etapa dura hasta la finalización del estado de alarma (el 9 de de mayo en principio) y ahí es donde se iniciaría el segundo estado. El tercero comenzaría desde que se anuncie o confirme la fecha de reapertura de la hostelería y restauración o 30 días naturales antes de la fecha marcada para dicha reapertura.
La cuarta etapa va desde 7 días naturales antes de la fecha de reapertura de la hostelería y restauración; y la última hasta el 30 de septiembre. No obstante, desde el sindicato aseguran que “se podrán incorporar antes si las tiendas llegan a unos objetivos de ventas”.
Del ERTE se quedan fuera cerca de 400 empleados. “En el caso de las tiendas, los directores de tienda y responsables de personal, mientras que en las oficinas (que actualmente aplican el teletrabajo) el despido temporal afecta a departamentos como el de marketing, pero no al de compra de productos”, señalan desde CCOO a este medio.
En este caso, al deberse a causas organizativas y no de fuerza mayor -como el Gobierno flexibilizó- era necesario una fase de negociación con la Representación Legal de los Trabajadores. Cabe recordar que a finales de marzo, la empresa de distribución mayorista Makro puso en marcha de un ERTE por causas de fuerza mayor que afecta a 3.022 trabajadores, el 87,3% del total de la plantilla compuesta por 3.460 personas.
Apertura de tiendas
La situación de crisis sanitaria ha llevado a Makro a solicitar a las autoridades la posibilidad de abrir sus establecimientos al consumidor final, temporalmente y de manera excepcional, para ayudar a garantizar el abastecimiento y poner a disposición de la sociedad general sus espacios y su surtido de productos de alimentación. Algo que según fuentes sindicales ya han conseguido en Murcia.
Esta medida ya ha sido aprobada y recibida con gran entusiasmo en países como Portugal, Austria o Países Bajos, donde Makro ya ha abierto las puertas de varios establecimientos al público final. De hecho, aquí en España regaló invitaciones a particulares al inicio del confinamiento.
En España, la compañía cuenta con 37 centros distribuidos por todo el territorio nacional que, de forma habitual, se dedican principalmente a la venta a profesionales de hostelería, sector que en estos momentos se ve gravemente afectado por el cierre de los establecimientos y el decreto del estado de alarma en el país.
Así, la amplitud y las grandes dimensiones de los puntos de venta de Makro, proporcionan un espacio seguro donde garantizar el control del aforo y la distancia de seguridad, así como la reducción del tiempo de espera y las colas generadas a la hora de realizar las compras durante el periodo de confinamiento.