La construcción pierde fuelle: cierran más de 2.600 empresas y por encima de las 600 están en concurso de acreedores

La concursalidad empresarial en España ha crecido un 3,9% en los seis primeros meses de 2022. De enero a junio, su número se ha situado en 3.286, por encima de los 3.162 procesos del mismo periodo del año anterior. Son datos de Iberinform elaborados a través de los datos aparecidos en el BOE.

Dichos datos también ponen de manifiesto que es el sector de la construcción y el inmobiliario el que más está sufriendo. Así, una cuarta parte de esos 3.286 procesos concursales recayeron en esta industria. En concreto: 821. La mayor parte se desarrollaron en la construcción (625 procesos), mientras que en el inmobiliario esa cifra se quedó en 196.

Según el Estudio sobre Concursos y Disoluciones, de Informa D&B, Construcción y actividades inmobiliarias llegó a 626 concursos de enero a junio. Se trata de un 10% más respecto al mismo periodo de 2021. Cifras que, en ambos casos, van a vivir su particular boom de aquí a fin de año.

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Porque conviene recordar que, durante los últimos 27 meses, ha estado vigente la moratoria concursal. Iniciada en marzo de 2020 para frenar las declaraciones de quiebra, su punto final tuvo lugar el pasado 30 de junio.

Por eso, y a partir de septiembre, aumentarán los procesos concursales. Eso será debido a que los acreedores recuperan su capacidad legal para solicitar la declaración concursal de un deudor. También porque los empresarios, en situación de insolvencia, vuelven a estar obligados a solicitar la declaración concursal. “Se prevé un fuerte aumento de los concursos con el fin de la moratoria decretada por el Gobierno”, subraya Nathalie Gianese, directora de Estudios de Informa D&B.

Disolución de empresas

En lo que respecta al cierre de empresas, el número de disoluciones ha sido de 16.393, según Iberinform. Se trata de un 9,6% respecto a idéntico periodo de 2021. Y, una vez más, es construcción e inmobiliario quienes acaparan la mayor cifra de cierres con el 24%: 3.934. De esa cantidad, 2.622 corresponden a construcción; y 1.312 a inmobiliarias.

Este segmento también lidera la destrucción de tejido empresarial de enero a junio en el informe elaborado por Informa D&B. En su caso, son 4.087 los procesos que llevan aparejados el cierre. De hecho, en los seis primeros meses del año, han sumado 451 procesos más.

Pero no sólo el sector de la construcción e inmobiliario encabeza el podio de concursos y disoluciones. Hace lo propio en el caso de ampliaciones y reducciones de capital. Así, en los seis primeros meses, en España se llevaron a cabo reducciones de capital por valor de 9.334 millones de euros. El principal motivo por el que se realizan es para compensar el impacto de las pérdidas económicas en el patrimonio neto con el fin de establecer una estructura financiera más acorde con su nueva situación.

En el caso concreto de la construcción e inmobiliario, el valor de estas reducciones fue de unos 4.200 millones de euros (el 45% del total). De esa cantidad, el 33% correspondió al inmobiliario (1.386 millones); y el 12% restante, a la construcción.

Una obra parada. Pixabay

Las ampliaciones de capital, por su parte, se realizan por dos motivos: para reequilibrar su estructura financiera debido a que la acumulación de pérdidas amenaza su continuidad; o bien, para ampliar su capacidad de inversión y crecimiento en las fases expansivas del ciclo.

De enero a junio, la cuantía fue de 10.977 millones de euros en global. De esa cantidad, el 34% tuvo como origen el sector de la construcción e inmobiliario: unos 3.732 millones de euros (el 21%, inmobiliario, y el 13%, construcción).

Causas

Varias son las causas que han ‘impulsado’ tanto a la construcción como al sector inmobiliario al podio de concursos, disoluciones, ampliaciones y reducciones de capital. Una de ellas ha sido la subida de las materias primas. Una circunstancia que ya se estaba produciendo desde antes de la invasión rusa de Ucrania, pero el conflicto la ha impulsado.

Fruto de estos incrementos (especialmente relevantes en aluminio, acero y cobre), dos de cada cinco empresas tuvieron que cancelar o paralizar obras al no resultarles rentables con estas subidas. Una paralización que afectó a casi 500 obras, según la estimación llevada a cabo por la Confederación Nacional de la Construcción (CNC).

Tampoco conviene olvidar la subida de la energía, ya sea electricidad, gas, petróleo o gasoil. Ni la creciente escasez de mano de obra: se necesitan 700.000 personas en la construcción. El número de vacantes sin cubrir aumentó un 67,3% en 2021 respecto a 2020, según la Fundación Laboral de la Construcción.