La palabra la hizo famosa el general Douglas McArthur durante la II Guerra Mundial: “Volveré”. La pronunció tras tener que ceder el mando en Filipinas ante la invasión japonesa. Y cumplió. Algo similar dijeron Manuel Manrique, a la sazón, presidente de Sacyr, y Juan Miguel Villar Mir, entonces presidente de OHL, a mediados de junio de 2016 cuando abandonaron el Ibex 35.
Tanto Sacyr como OHL confiaban en sus respectivos planes estratégicos para seguir la estrategia del general norteamericano. Planes que abarcaban hasta 2020. Incluso más que el “volveré”, su intención era la de regresar “cuanto antes”.
Una carrera en la que Sacyr ha logrado hacer los deberes antes que su compañera del sector de la construcción. Y volverá al Ibex 35 el 20 de junio. OHL tiene todavía tarea pendiente por delante. Manuel Manrique ha capitaneado la nave para que llegara a buen puerto. En el caso de OHL, no sólo han tenido que cambiar de presidente (Luis Amodio sustituyó a Juan Villar Mir de Fuentes), sino que hasta le han dado una vuelta al nombre: OHLA.
Planes estratégicos
El plan estratégico de Sacyr hasta 2020 contemplaba impulsar los ingresos fuera de España por encima del 50%. Durante 2021, el 63% (2.940 millones de euros) procedió de ‘allende los mares’. Además, concesiones sería el principal baluarte de crecimiento.
La cartera de concesiones de la firma presidida por Manuel Manrique fue de 45.938 millones de euros. Y el 82,5%, es decir, 37.901 millones de euros, tuvieron como origen países como Italia, Colombia o Chile.
El plan de la entonces OHL, por su parte, se conformaba bajo una serie de pilares: lograr la autosuficiencia financiera y sostenibilidad en todas sus áreas de negocio; mantener la disciplina financiera; una cartera de contratos de obra equilibrado y diversificada; y centrar su actividad internacional en países estratégicos, abandonando otros en los que los negocios no salieron bien.
La disciplina financiera ha sido un dolor de cabeza. No así su presencia internacional. De los 2.779 millones de euros que ingresó en 2021 (un 1,8% menos que un año antes), el 70,4% correspondió al exterior. Y de su cartera, de los 4.519 millones de euros, tres cuartas partes tienen como origen proyectos internacionales.
Deberes hechos
En esta carrera por volver al Ibex 35, Sacyr ha tenido ‘más fondo’ que OHL. Y esa apuesta por el negocio concesional ha sido su principal pulmón. En lo que va de año, su revalorización ha sido del 18,79%. Por tanto, y si miramos a marzo de 2020, cuando cayó por culpa de la pandemia, esa recuperación supera el 155%.
Su capitalización se sitúa en 1.663 millones de euros. Es decir, que cumple el criterio de capitalización exigido para estar en el selectivo. Como también lo hace con el requisito del peso medio sobre el Ibex: 0,35%; y con la liquidez.
Cuando abandonó el Ibex en 2016, su cotización era de 1,6 euros por acción. En la actualidad, es de 2,6 euros. Por tanto, una revalorización del 62%. Sin olvidar los dividendos pagados en estos ejercicios, lo que impulsa esa revalorización para sus accionistas al 84%.
Si en 2015 facturó 2.949 millones, en 2021 llegó a 4.675 millones (un 58% más). A la par, ha multiplicado por tres su Ebitda: de 318 a 923 millones. Y la cartera de proyectos ha seguido la misma ruta: de 27.000 a 46.000 millones (un 70% más).
Un año horrible
Esa carrera cuyo pistoletazo de salida fue junio de 2016 no está siendo fácil para OHL. En ese año, el de la exclusión, los problemas se amontonaban y no paraban de crecer. Entre otros, los de solvencia. Moodys hundió el rating a bono basura. La agencia mostraba su preocupación por la generación de caja y el alto nivel de endeudamiento.
Tomás García Madrid sustituía a Josep Piqué como consejero delegado. Un año después, dejaba el puesto en manos de Juan Osuna. Y, en 2018, este último era relevado por el actual ocupante del sillón: José Antonio Fernández Gallar.
Volviendo a 2016, fue como un annus horribilis. Así, OHL anuncia un plan de autocompra de acciones para estabilizar la cotización una vez fuera del Ibex. Las acciones de su filial en México caían al aparecer unas grabaciones que la vinculaban a un caso de corrupción. Juan Miguel Villar Mir dejaba la compañía a su hijo en junio. En septiembre, tenía que declarar ante el juez Castro por el caso Son Espases…
Así, a la crisis económica se unía la crisis reputacional. La constructora aparecía, de manera directa o indirecta, en los papeles de Bárcenas, en la Gürtel, en Púnica, en Lezo, o en el AVE a La Meca.
Fue en 2021 cuando, ya como OHLA, volvió a los beneficios tras cinco años de pérdidas. Los hermanos mexicanos Amodio (Luis y Mauricio), reconducían una situación que llevaba tintes de ser dramática, tras culminar su proceso de refinanciación de deuda y recapitalización. A grandes rasgos, dicho proceso se basa en la reducción de su endeudamiento en más de 105 millones de euros; un incremento de los fondos propios en cerca de 180 millones; y sin vencimiento de bonos hasta 2025.
Constó de dos ampliaciones de capital, de 35 y 36,4 millones. Esta última fue suscrita por los hermanos Amodio y el fondo Tyrus. Eso se tradujo en que Luis y Mauricio pasaban a controlar el 26%. Antes, en mayo de 2020, habían comprado un 16% del capital que el Grupo Villar Mir tenía en OHL.
Días de gloria
Echando la vista atrás, la salida de Sacyr y OHL en 2016 se debió a que sus acciones no alcanzaron una capitalización media superior al 0,3% del Ibex. Sacyr se despedía con un valor bursátil de 908 millones (hoy 1.663 millones) y OHL con una capitalización cercana a los 1.500 millones (hoy 422).
Fue en 2003 cuando Sacyr entró en el índice pero con el nombre de Sacyr Vallehermoso. Hubo que esperar diez años, con la venta y desconsolidación de Vallehermoso, para que cotizase con su actual nombre. Entre 2003 y 2013, había reducido su valor en más de un 50%. Su éxtasis lo logró en 2006, al llegar a los 38 euros por acción. Hoy está en 2,55 euros.
Por lo que respecta a OHL, se incorporó al índice en julio de 2008. Entonces, su precio fue de 13,19 euros por título (hoy 0,69 euros). De 2008, a 2016, la constructora de Villar Mir había cedido más de un 60%. Su momento de gloria lo vivió en 2014, cuando llegó a los 18 euros por acción.